Comunicado De La Red De Presos En Lucha Sobre La Huelga He Hambre En Contra Del Proyecto De Ley Sobre Las Prisiones De Máxima Seguridad En Grecia

397492_494537010656554_1197921798_n

Este es el comunidado que publicó la red de presos en lucha el pasado 18 de Septiembre. En el que se hace un balance y se aclaran algunas posturas y cuestiones que surgieron durante la huelga de hambre que tuvo lugar desde el 23 de Junio al 1 de Junio del pasado verano. El original se puede encontrar aquí.

El siguiente texto aspira a constituir una base sobre la problematica en relación a la huelga de hambre que se realizó contra el plan de ley de las carceles de máxima seguridad y contribuir a nuestra autocrítica de forma pública y colectiva (es decir desde “dentro” y “fuera”).

Desde el 23 de Junio hasta el 1 de Julio casi 4500 presos de diferentes cárceles llevaron a cabo una huelga de hambre con la principal revindicación de que se retirara el plan de ley para la instauración de cárceles de máxima seguridad. Esta huelga fue el punto culminante de una serie de movilizaciones en las cárceles griegas en relación a este tema en concreto.

Esta huelga constituyó también un importante hecho de resistencia a este proyecto de ley hasta ahora. Consideramos que es importante para los compañeros de dentro y fuera de los muros una mesurada autocrítica y balance, transmitiendo también nuestra experiencia en la participación en esta huelga.

Aunque el anuncio incial de este plan de ley tuvo lugar en Marzo, el ministerio por motivos tácticos (como se ha podido ver mas adelante) “congeló” el procedimiento. Por supuesto que era de esperar una reacción tanto fuera como dentro de los muros frente a un tema tan importante. Y de todas formas diferentes cuestiones de naturaleza política y no sólo (como el escándalo Baltakos*, las vacaciones de Semana Santa, o las elecciones europeas) alteraron el rumbo normal de los acontecimientos dentro de la escena política central.

Sin embargo incluso sin estas cuestiones no está nada seguro el que los avances se aceleraran. Se ha establecido como táctica común el que la discusión y la votación de planes de ley que provoquen resistencia se remitan a comisiones de verano del parlamento, de forma que allí, tanto los equilibrios parlamantarios como las reacciones de la sociedad son controladas mas fácilmente. La multitud de planes de ley extraordinariamente críticos que se han acumulado para las comisiones de verano y la apertura de las sesiones de verano dos semanas antes, confirman el deseo del gobierno de despachar diferentes cuestiones candentes mediante la calma estival.

A comienzos de Junio el plan de ley fue “descongelado”, desmintiendo a cuantos consideraban que el gobierno había dado marcha atrás debido a las reacciones. Con esta artimaña se perdió un tiempo muy preciado para una mejor coordinación y organizción esencial de las movilizaciones.

En este punto reconocemos un grave error por nuestra parte.

Aunque no simpatizamos con el optimismo por la “congelación” del proyecto de ley ya que considerábamos el verano como el periodo idóneo para presentar este proyecto de ley, no conseguimos comunicar nuestra preocupación en un grado satisfactorio a la mayoría de los presos y de los compañeros de fuera de los muros, de modo que nos preparásemos mejor para un enfrentamiento con el ministerio.

El primer pensamiento por nuestra parte, incluso también en el periodo de Marzo-Abril, cuando se anunció el proyecto de ley, fue el impulsar la revuelta en todas las cárceles que fuera posible, situando de esta forma la cuestión en la cumbre de la actualidad.

Un periodo de agitación en las cárceles daría a conocer no sólo la cuestión de este plan de ley en concreto, sino también la cuestión de las prisiones en general. Pero debido a que la revuelta no basta para presionar para que este proyecto de ley sea retirado, le seguirían diversos movimientos (y eventualmente una huelga de hambre) que continuarían exponiendo el tema habiendo ganado desde el principio protagonismo.

El impulso de situaciones de insurreción constituye para nosotros el único objetivo, pero desde el momento que existieron posiciones contrapuestas, la idea se abandonó.

El tiempo continuó presionando y la resistencia a un proyecto de ley tan IMPORTANTE no era la que le correspondía. Hasta entonces los movilizaciones de los presos se limitaban a impedir de que les cierren en sus celdas al mediodia y en algunas cárceles a rechazar la comida de la prisión, es decir movilizaciones que no eran amplias y por tanto no presionaban lo mas mínimo al ministerio. Especialmente el rechazo de la comida, debido al avismo de posibilides económicas existente entre los presos, rapidamente evoluciona a una hulega de hambre de clase.
Por este motivo acaba desuniendo en vez de unir a los cautivos de las prisiones.

Además, el margen de tiempo hasta que se presentó la votación del proyeto de ley (alrrededor de dos semanas), jugaron un papel disuasorio para que se diera un desarrollo eficaz de una huelga de hambre con claras características políticas, y no incidió en el proceso de votación. Esto fue también una victoria de las maniobras con el tiempo que realizó el ministerio, ya que evitó el imprevisible desarrollo de una huelga de hambre de varios días por parte de los anarquistas.

En estas circustancias consideramos que el impulso de una huelga de hambre masiva era la única solución para combatir sustancialmente la promulgación de prisiones de máxima seguridad.

Una huelga de hambre de miles de personas tiene un pérfil diferente al de una huelga de una persona o de un grupo con fuertes lazos entre sí. El proceso de entendimiento y coordinación debe superar la falta de una percepción común, los choques entre diferentes razas y nacionalidades, la drogodependencia, la venta de drogas y otras muchas cuestiones que actuan de forma disuasoria.

Pese a todo, estas cuestiones fueron superadas, por lo menos en un principio, y la propuesta fue aceptada. El 23 de Junio se declaró el inicio de la huelga de hambre. Durante cuatro días la participación aumentaba sin cesar, alcanzando su mayor fuerza el 26 de Junio cuando los huelguistas se contabilizaban por casi 4500.
Después de este punto, las voces de desunión aumentaron, discrepancias peronales y disputas entre nacionalidades y razas salieron a la superficie y la fuerza inicial comenzó a disminuir.

La ocultación de una de las huelgas de hambre mas masivas por parte de los medios de comunicacion de masas, los cuales constituyen el principal medio de información dentro de las prisiones, creó en muchos presos un sentimiento de inutilidad y de anticipada derrota de la huelga. A pesar de que se hacía incapié continuamente en que los medios de comunicación de masas no son neutrales, sinó que actúan en contra nuestra, y que la única forma de que proyecten nuestra lucha es FORZÁNDOLES a hacerlo ampliando la huelga, la decepción comenzó a ganar terreno.

Módulos o prisiones enteras detuvieron la huelga arrastrando consigo a otras, por tanto, habiendo cumplido una semana, la huelga ya se había esfumado, pocos presos continuaban y la posibilidad de que éstos se detuvieran no era pequeña. Así como en algunas prisiones existían roces y pequeños choques entre presos que querían continuar y otros que impulsaban el fin de la huelga.

Dentro de este clima de desilusión y despúes de bastantes desacuerdos, se tomo la decisión por parte de los presos huelguistas que quedaban de que se finalizara la huelga.

El motivo por el que nos encontramos nosotros también dentro de esta decisión, y no continuamos la huelga junto a aquellos que todavía estaban interesados, tiene que ver con la naturaleza misma del proceso de la huelga. Había comenzado una lucha común por parte de algunos presos con una mínima coordinación y como una lucha común debía concluir. Si bien desde la unión inicial de los 4500 presos se diferenciaban algunas decenas, que tomaban la responsabilidad de la posterior finalización de una movilización, la cual no habían comenzado ellos solos y que no poseía las características que les hubieran satisfacido de forma colectiva, tanto a nivel de conciencia como político.

La participación de una multitud HETEROGENEA en una movilizción colectiva, inevitablemente influencia a todos los participantes en ésta.

Dentro de este clima general de cansancio y pesimismo, concluir la huelga antes de su degeneración fue la mejor solución.

La huelga jugó un papel decisivo en la forma moderada que adquirió el proyecto de ley. La lógica dice que si la huelga hubiera continuado por lo menos hasta el día de la votación, los resultados habrían sido mas favorables para nosotros.

Sin embargo la historia no se escribe con hipótesis. La realidad es que por ocho días los presos en huelga de hambre y los solidarios de fuera de los muros desarrollaron una lucha por una cuestión que el régimen considera vital. Aparte de los beneficios que tuvo la huelga a nivel legal, politicamente subió el listón de confrontación con el estado. El sentido esencial de la huelga es que un ataque de tal importancia por parte del Estado, no pasó sin confrontación o sólo con la contraposición de movimientos inviables o sin sentido.

Seguro que el final prematuro de la huelga y el sentimiento de una lucha que no ha concluido su objetivo nos deja un sabor amargo, que sin embargo es paliado con el saber que el inicio y el desarrollo de la huelga con todas las cuestiones antes referidas era una “hazaña”.

En toda esta apasionada busqueda de la libertad no hablamos bajo los términos de victoria o derrota, ya que son efímeros y se reflejan en la percepción histórica revolucionaria. Hablamos de momentos de lucha, de hechos de resistencia que COMIENZAN, CONTINÚAN y FINALIZAN sumando su contribución a la guerra que se desarrolla día a día y constituyen la chispa para nuevos acontecimientos.

La primera fase proseguirá con la aplicación del proyecto de ley, y nuestro traslado a las cárceles de máxima seguridad cuando se tome la decisión. Para nosotros esto (dependiendo de las condiciones a las que hagamos frente) posiblemente constituya una excusa para nuevas movilizaciones contra el regimen de máxima seguridad.

La amplia participación en la huelga demostró la falsedad de la separación que el régimen hace entre presos “comunes” y “políticos”. Aunque el proyecto de ley tiene como objetivo primera y principalmente a los que por conciencia son enemigos políticos del régimen, los presos “comunes” fueron, como cualquiera puede concluir, la aplastante mayoría de los huelguistas, mientras que el impulso esencial para el inicio de la huelga fue dado por las huelgas de hambre que durante dias habían llevado a cabo presos “comunes”, en diferentes cárceles desde algunos días antes.

Para concluir este posicionamiento público no podemos dejar de referirnos a la posición que tomaron tanto la administración penitenciaria como los medios de comunicación masiva del régimen.

La administración en cuestión se lavó las manos desde el principio.

Mientras que en casi todas las cárceles la asistencia médica era inexistente, la Administración se mostraba indiferente arriesgándose a alguna muerte repentina.

Como ejemplo nos referimos a la prisión de Koridalós, de las mas grandes del país, donde había un doctor para casi 1500 huelguistas y solamente en horario de mañana. Los presos realizaban ellos solos las mediciones necesarias. Aquellos que se sentían débiles e iban al hospital de la prisión eran chantajeados con la administración de una solución de glucosa y volvían a la prisión. El aparente objetivo de la Administración era el de evitar el traslado de huelguistas a hospitales del exterior para que no se expandiera el tema. Estaba claro que el traslado de presos huelguistas a hospitales, bloquearía el sistema y le sería inevitable la cobertura mediática de la huelga. Por desgracia la corta duración hizo que esta táctica tuviera resultado.

La postura de provocación por parte de la Administración despegó con la declaración del paro de 4 dias por parte de los funcionarios, que privó a los presos de las visitas.
Los carceleros pisaron la movilización de los presos chantajeando al ministerio para que se satisfacieran sus peticiones de aumento de personal y su inclusión dentro de la categoría de ocupaciones pesadas.

Como ya hemos referido, los medios de comunciacion masiva del régimen prefirieron silenciar, enterrando una de las huelgas de hambre mas grandes en participación de Grecia, con el objetivo de aislar la lucha de los presos. Ocultaron no sólo la huelga, sino también las movilizaciones en solidaridad, como la manifestación el 26 de Junio y la concentración frente a la casa del primer ministro. Su papel esta claro y no esperábamos otra cosa. Sin embargo vamos a referirnos al loro del grupo de comunicación Alafouzou, Giannis Zouliotis, el cual bajo su pluma en el periódico “kathemerini” ironizaba y calumniaba nuestra lucha.

Esta huelga fue para la mayoría de nosotros la primera movilización colectiva de semejante alcance en la que hemos participado, y como tal, nos enriquece en cuanto a experiencias de lucha. Es un valioso precedente para el reforzamiento de nuestra unión con otros presos, que se hará valer en nuevas luchas contra la existencia misma de las cárceles, en la continua lucha por la libertad.

Enviamos saludos a aquellos que unieron sus voces con la nuestra y la hicieron saltar por encima de los muros.

HASTA LA DEMOLICION DE CADA CÁRCEL.

D.A.K. (RED DE PRESOS EN LUCHA)

Septiembre. 18, 2014,

*Escandalo desatado por la publicación por parte del miembro de Amanecer Dorado Ilias Kasidiaris de una conversación telefónica con el secretario general del gobierno Panagionis Baltakos en la que discuten sobre la persecución judicial contra miembros de Amanecer Dorado, en concreto sobre el no encarcelamiento de este miembro de Amancecer Dorado entre otros. Este escándalo provoca que por parte del primer ministro A. Samaras se pida la dimisión de Baltakos.

 

Comunicado De La Red De Presos En Lucha Sobre La Huelga He Hambre En Contra Del Proyecto De Ley Sobre Las Prisiones De Máxima Seguridad En Grecia