[Panfleto] 1ro de Mayo 1973: Los anarquistas y el gobierno de la Unidad Popular

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Por  Eduardo Godoy
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Extraído de  Cuadernos de Historia  no.39 Santiago dic. 2013, Universidad de Chile
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Introducción

La masiva marcha del 1° de mayo de 19731 fue una de las últimas instancias de participación pública de los anarquistas en Chile antes del golpe de Estado, perpetrado por las Fuerzas Armadas (el 11 de septiembre), que derrocó al Gobierno de la Unidad Popular2.

Unos meses antes, en octubre de 1972, se había llevado a cabo el paro patronal contra el Gobierno socialista, azuzado por el Frente Nacionalista Patria y Libertad, hecho que agudizó las tensas relaciones entre los sectores que apoyaban la “revolución con sabor a empanadas y vino tinto” -pregonada por el oficialismo- y sus detractores (desde la derecha y ultraderecha)3. En consecuencia, el acto del 1° de mayo de ese crucial año estuvo permeado por los discursos en pro de la unión de la “lucha contra el fascismo” y la adhesión al Gobierno socialista, en desmedro de la “reacción fascista” que había sufrido un duro revés en las elecciones parlamentarias de marzo de 1973.

La marcha convocada por la CUT (Central Única de Trabajadores) estuvo organizada en cuatro grandes columnas provenientes desde diversos puntos de la ciudad, que confluyeron en la Plaza de la Constitución, frente a la casa de gobierno. Lugar donde se erigió un escenario y oficiaron de oradores el Primer Mandatario, Salvador Allende, y el presidente de la central obrera, el sindicalista Jorge Godoy4.

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La primera de las cuatro columnas se puso en marcha desde la Avenida Matta con Arturo Prat, bajo el lema: “Un reajuste financiado por los todopoderosos’”. Estuvo compuesta por trabajadores provenientes del sector sur de la capital, especialmente de las comunas de San Miguel, La Granja y La Cisterna. La segunda columna marchó bajo el lema “Unidad sindical contra la sedición y el fascismo’”, compuesta en su totalidad por los trabajadores del Cordón Vicuña Mackenna y de las poblaciones y sectores industriales de Ñuñoa, Macul, La Florida y La Reina. Con banderas chilenas, de la CUT y de diversas organizaciones políticas y sindicales, la columna avanzó por la Alameda desde la Plaza Italia hasta el lugar de la concentración. La tercera columna que partió desde el barrio Mapocho y que marchó bajo la consigna de “Dirección única y consolidación del área social”, así como la última y cuarta, aglutinada en torno al lema “Por la participación y una mayor producción” -proveniente desde la Avenida España- estuvieron compuestas, ambas, principalmente por trabajadores, pobladores, campesinos, mineros, dueñas de casa y estudiantes del área norte de la ciudad de Santiago, incluyendo Las Barrancas (Pudahuel), Quinta Normal, Conchalí y Renca, así como del Cordón Cerrillos, de Estación Central y Maipú.

El periódico oficialista La Nación señaló al respecto: “[…] Todas estas columnas se destacaron por su entusiasmo y combatividad sobre todo por la elocuente demostración de apoyo que ellas expresaban al Gobierno de la Unidad Popular y de condenación a la sedición y al fascismo”5. Ideas reiteradas en más de una oportunidad en sus alocuciones, tanto por Jorge Godoy como por el Presidente de la República.

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De hecho, éste último señaló que “[…] este 1 ° de mayo encuentra el pueblo de Chile consolidando sus conquistas y profundizando el proceso que está viviendo el país. Es un día para reafirmar la revolución chilena, antiimperialista, antioligárquica y antifeudal”6.

Más adelante, Salvador Allende se refirió a la campaña tendenciosa y persistente de los sectores “sediciosos” para “barrenar la disciplina de las fuerzas del orden, carabineros e investigaciones”. Además de la campaña levantada, en particular, contra las Fuerzas Armadas, refiriéndose “(…) a los ataques que a diario han recibido el Comandante el Jefe del Ejército General Carlos Prats, contra el general Bachelet, por el sólo hecho de estar participando con su “voluntad patriótica” en labores del Gobierno”7.

Pero ese histórico día, el 1° de mayo de 1973, no solo marcharon los trabajadores afines a los planteamientos socialistas de la Unidad Popular, sino también aquellos críticos del proceso político, económico y social que se vivía en Chile, que apostaban por un socialismo antiautoritario, libertario; y que seguían de forma crítica y distante, con cierto resquemor, la “vía chilena al socialismo”, tratando de mantener sus ideas vivas en un ambiente ideológicamente adverso8.

Los anarquistas criollos dispersos desde las discusiones verificadas al interior de la CUT -que a la postre significaron el copamiento de la organización por parte de los partidos políticos- en la cual habían tenido una activa participación desde su fundación en 1953 hasta febrero de 1957 (cuando en la Segunda Convención Nacional, la gran mayoría del CDN decidió apoyar electoralmente a los “políticos populares”9), manifestaron públicamente su postura crítica respecto del socialismo pregonado desde el Estado upista.

A esas alturas existían en Chile dos sectores anarquistas claramente identificables, pero al mismo tiempo marginales. Por una parte, el sector liderado por Ernesto Miranda, que en 1972 dio vida al Movimiento Sindical Libertario (MSL), que convergió fugazmente en el Frente de Trabajadores Revolucionarios (FTR), organización que aglutinó a corrientes revolucionarias no institucionalizadas (siendo mayoritariamente marxista); y, por otra, la Federación Libertaria de Chile (FLCh), donde se encontraba el viejo anarquista oriundo del poblado minero de Plegarias (Golfo de Arauco), Juan Segundo Montoya Nova (1899-1988)10, y otros conocidos libertarios como José Ego Aguirre, Ramón Domínguez y Félix López, todos de gran trayectoria política y sindical. En octubre de 1972, en el contexto del paro patronal, los miembros de la FLCh distribuyeron una declaración de principios donde fustigaban en duros términos al “autoproclamado GOBIERNO MARXISTA LENINISTA”, por pregonar un “falso socialismo” y “desorientar” a los trabajadores11.

Unos meses más tarde, los miembros dispersos de la FLCh, tras las discusiones verificadas con el sector mirandistaen octubre de 1972 (en el último intento unificador del espectro anarquista en Chile antes del golpe de Estado12), distribuyeron el 1° de mayo de 1973 el panfleto titulado: “1886 Primero de Mayo 1973. Día de protesta y Conciencia Social”, firmando con el nombre de “Grupos Anarquistas de Chile”, que no sobrepasaban unas cuantas individualidades.

A 40 años de tal acontecimiento y por su incalculable valor histórico lo reproducimos in extenso.

Documento:

1886 PRIMERO DE MAYO 1973
DÍA DE PROTESTA Y CONCIENCIA SOCIAL

Hoy se cumple un año más del horrendo crimen judicial y social contra un grupo de trabajadores que, levantando la bandera de lucha de principios de justicia social y revolucionaria, plantearon: frente a la codicia y la crueldad de una sociedad capitalista podrida por el afán de dinero y de avaricia, mejores y más humanas condiciones de trabajo. La conquista de las ocho horas de trabajo quería abrir un camino de luz y de esperanza en un régimen que tenía convertidos a hombres, mujeres y niños en legiones de víctimas y parias sin esperanza ni destino.

La infame comedia legal que terminó con la vida de cinco compañeros anarquistas un 11 de Noviembre de 1887, tuvo en la “justicia” burguesa, en la prensa vendida, los medios para fabricar una despreciable historia de un atentado terrorista; posteriormente y en forma clara y documentada, se comprobó que había sido un plan fabricado por soplones, policías e intelectuales al servicio de la clase capitalista.

Sí, hoy se cumple un año más de la infame masacre de los MÁRTIRES DE CHICAGO, en el más cruel de los métodos: la horca. Y hoy también se cumple un año más de mentiras y calumnias que año a año repiten los hipócritas mercaderes de la política, negando la verdad de esta fecha memorable. Jamás dicen ni dirán que los ahorcados de HAYMARKET fueron ANARQUISTAS. En discursos y artículos periodísticos, nuestros compañeros quedarán reducidos a un grupo de trabajadores ejecutados por estar al frente de la lucha reivindicativa de las jornadas de trabajo de 8 horas diarias. En una época que se trabajaba 14 o 16 horas. ¡Pero nada dicen los plumarios de la política; en idéntica forma se pretende desfigurar el CRIMEN cometido con SACCO Y VANZETTI, queriendo negarles su calidad de combatientes anarquistas.

A nuestros compañeros PARSONS, LINGG, FISCHERS, SPIESS, ENGELS. ¡NO! Se les ahorcó por la lucha reivindicativa de las 8 horas de trabajo que hoy TODOS los trabajadores del MUNDO participan. ¡NO! A ellos se les asesinó por su “conciencia revolucionaria”. Por creer y propagar las IDEAS de la “liberación del hombre”.

Estaban convencidos que había que destruir el sistema patronal, ¡pero NO para crear nuevos patrones!

Pues creían que quienes deben hacer la Revolución Social son los trabajadores mismos y no los pastores que hablan en su nombre y pretenden representarlos ¡Creyeron que las conquistas sociales debían exigirse directamente sin “intermediarios”!. Murieron convencidos que los trabajadores no necesitan AMOS ni PATRONES. Que el ESTADO no puede hacer la Revolución Social que esta sociedad necesita, porque el ESTADO es por excelencia “anti-revolucionario”.

¡Por el HOMBRE, en su capacidad de organización y creación! ¡Por creer en los trabajadores libremente asociados! ¡Sin grupos que los exploten!

¡Por propagar la acción directa como método de lucha y la huelga general, como arma genuina de los trabajadores!

¡Por sus principios anti-autoritarios y anti-estatistas!

¡Por eso solo, por eso murieron en la horca! Subieron al cadalso, consecuentes con sus IDEALES. Sabían porque morían los ANARQUISTAS DE CHICAGO.

Y los que hoy ocultan su verdadera condición revolucionaria y las ideas porque murieron, son cómplices de aquellos que los condenaron hace 87 años.

¡EL 1° DE MAYO NO ES UNA FIESTA!

Es una ocasión de recordar una fecha dolorosa en la Historia de las luchas sociales de los trabajadores: en sus luchas por su Liberación Económica y su dignidad como Hombres Libres.

El 1° DE MAYO es un día de combate y de “conciencia revolucionaria”. ¡Es la única forma digna de rendir Homenaje a nuestros compañeros asesinados en CHICAGO. ¡PARSONS, LINGG, SPIESS, FISCHERS, ENGELS!

¿Y CUÁNTOS OTROS MÁS?

Todos, víctimas de un sistema injusto, inhumano, autoritario y estatista.

¡Compañeros! Vuestras ideas son hoy la semilla que germina en los corazones de los oprimidos y explotados de todo el mundo.

Y después de tantos años de este gran sacrificio queremos que en el día de hoy que la juventud sepa lo que significa el 1° DE MAYO; simboliza todas las luchas sociales de los “oprimidos de siempre”, como fueron la sublevación de ESPARTACO, LA COMUNA DE PARÍS, LA REVOLUCION RUSA, LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA.

Toda la sangre proletaria derramada de anarquistas y revolucionarios verdaderos en la sangre de los MÁRTIRES DE CHICAGO.

Ellos como muchos otros nada querían con el ESTADO ni menos con la clase capitalista; igual que en las jornadas de MAYO DE PARÍS DE 1968.

Ellos querían una SOCIEDAD de HOMBRES LIBRES sin EXPLOTADOS ni EXPLOTADORES: eso quisieron y por eso murieron los “MÁRTIRES DE CHICAGO”, quisieron que la “TIERRA FUERA LA PATRIA DEL HOMBRE”, sin fronteras ni tiranos; sin amos ni verdugos.

¡COMPAÑERO TRABAJADOR!

¡TU QUE CONSTRUYES PALACIOS Y VIVES EN CHOZAS!

¡TU QUE PRODUCES FRUTOS Y RIQUEZAS PARA OTROS!

¡DESPIERTA, LEVANTA LA FRENTE!

¡COMPAÑERO CAMPESINO DESPIERTA DE TU LARGO SUEÑO DE

EXPLOTACIÓN!

¡COMPAÑERO ESTUDIANTE NO TE DEJES MANEJAR POR LOS POLÍTICOS! ¡BUSCA LA VERDAD!

SI QUIERES QUE LAS FÁBRICAS BENEFICIEN A LA COMUNIDAD

Y A LOS PROPIOS TRABAJADORES, RECHAZA A LOS POLÍTICOS

Y PATRONES, LLAMENSE COMO SE LLAMEN, SI PIENSAS QUE LA

TIERRA DEBE SER PROPIEDAD COLECTIVA Y LA AGRICULTURA SEA DIRIGIDA POR LOS PROPIOS TRABAJADORES BENEFICIANDO A LA COMUNIDAD DIRECTAMENTE, RECHAZA LOS BURÓCRATAS Y COMISARIOS POLÍTICOS.

¡1° DE MAYO DÍA DE PROTESTA CONTRA LA EXPLOTACIÓN!

“GRUPOS ANARQUISTAS DE CHILE”

Santiago de Chile, 1° de Mayo de 1973

NOTAS

1 Véase, Víctor Mena, “1 de mayo 1886-1973”, La Nación, Santiago, 2 de mayo de 1973, p. 2.         [ Links ]

2 Respecto de la experiencia de la Unidad Popular, véase, Julio Pinto (Coordinador-Editor), Cuando hicimos historia. La experiencia de la Unidad Popular, Santiago, LOM Ediciones, 2005.
Véase, asimismo, Tomás Moulian, Democracia y socialismo en Chile, FLACSO, 1983.

3 Véase, Franck Gaudichaud, “Construyendo “Poder Popular”: El movimiento sindical y las luchas obreras en el período de la Unidad Popular”. En Julio Pinto (Coord.-Ed.), Cuando hicimos… op. cit., p. 94-105.

4 Véase el discurso de Jorge Godoy en: “Lucha actual está planteada entre explotadores y explotados”, La Nación,Santiago, 2 de mayo 1973, p. 8.

5 “Primero de Mayo 1973. Imponente demostración de los trabajadores santiaguinos”, La Nación, Santiago, 2 de mayo 1973, p. 1.         [ Links ]

6 Ibíd.

7 Ibíd.

8 Véase, Felipe del Solar y Andrés Pérez, Anarquistas. Presencia libertaria en Chile, Santiago, RIL editores, 2008, pp. 63-68.

9 Véase, Antonio Lagos: “El anarcosindicalismo en Chile durante la década de 1950”. Tesis para optar al grado de Licenciado en Historia, Universidad de Chile, 2001.

10 Respecto de la figura de Juan Segundo Montoya, véase, Eduardo Godoy, “La vida por la libertad: El asesinato de Osvaldo Solís Soto y el auge del anarcosindicalismo en Osorno (1929-1932)”, Espacio Regional, Vol.2, n° 9, Osorno, julio-diciembre 2012, pp. 49-71.

11 Ibíd, p. 67.

12 Ibíd, p. 68.

https://periodicolaboina.wordpress.com/2016/04/15/panfleto-1ro-de-mayo-1973-los-anarquistas-y-el-gobierno-de-la-unidad-popular/