Julio 1936 – Mayo 1937 Revolución en España

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La siguiente compilación de textos que presentamos no es un homenaje, no es una mitificación, no es en absoluto un intento por avivar el recuerdo nostálgico de un pasado glorioso. No es nada de eso. Por el contrario, la intencionalidad es poner a disposición un conjunto de escritos que puedan revelarnos un hecho que se mantiene en la oscuridad, que se difumina mientras pasan las horas, días y años y mientras todas y todos nosotros continuamos revolcándonos en las mohosas entrañas del Estado-Capital.

¿El hecho? El potencial del proletariado para subvertir todo, desestructurar la vida ordinaria que pasivamente avanza implacable frente a nosotros y nosotras, los muertos. Este “archivo” (si es que podemos llamarlo así) es una pequeña ventana hacia los fracasos y los aciertos de mujeres y hombres comunes y corrientes, que en su día apostaron el todo a la realización de la comunidad humana. Pero también es una lección en cuanto a poder revisar el pasado y tomar nota de que siempre habrá situaciones que se repetirán en contextos distintos (“dos veces no se hace la misma revolución”), tal vez allí resida las diferencias que se hacen necesario abordar hoy en día, cuando es de suma importancia avanzar hacia la abolición de la mercancía y la sociedad de clases. A medida que pasen los días iremos aportando con más textos, con el objeto de enriquecer este espacio.

 

Artículos de esta sección

Compilación de Documentos

 

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- Revolución/Contrarrevolución: Los Amigos de Durruti y los hechos de mayo de 1937 (17 pags, bajar en DOC)

- Discurso de Buenaventura Durruti Dumange, radiado en Barcelona el 4 de noviembre de 1936. (leer más abajo)

- (1937) Un “Incontrolado” de la Columna de Hierro (link)

- La Juventud Comunista Ibérica en las Jornadas de Mayo de 1937 en Barcelona (7 pags, bajar en DOC)

- Tesis de “BALANCE” sobre la Guerra de España y la situación revolucionaria creada el 19 de Julio 1936 en Cataluña (27 pgs, bajar en PDF)

- Yo he sido testigo en Barcelona (6 pgs, bajar en DOC)

- El Mensaje Revolucionario de “Los Amigos de Durruti” (54 pgs, bajar en doc)

- La agrupacion de los Amigos de Durruti (111 pgs, bajar en PDF)

- La Izquierda Comunista (“los bordiguistas”) en la Guerra de España (1936-1939) (41 pgs, bajar en PDF)

Discurso de Buenaventura Durruti Dumange, radiado en Barcelona el 4 de noviembre de 1936.

“Trabajadores de Cataluña:

Me dirijo al pueblo catalán, a ese pueblo generoso que hace cuatro meses supo deshacer la barrera de los militarotes que querían someterle bajo sus botas. Os traigo un saludo de los hermanos y compañeros que luchan en el frente de Aragón a unos kilómetros de Zaragoza, y que están viendo las torres de la Pilarica.

A pesar de la amenaza que se cierne sobre Madrid, hay que tener presente que hay un pueblo en pie, y por nada del mundo se le hará retroceder. Resistiremos en el frente de Aragón, ante las hordas fascistas aragonesas, y nos dirigimos a los hermanos de Madrid para decirles que resistan, pues los milicianos de Cataluña sabrán cumplir con su deber, como cuando se lanzaron a las calles de Barcelona para aplastar al fascismo. No han de olvidar las organizaciones obreras cuál debe ser el deber imperioso de los momentos presentes. En el frente, como en las trincheras, hay un pensamiento, sólo un objetivo. Se mira fijo, se mira adelante, con el sólo propósito de aplastar al fascismo.

Pedimos al pueblo de Cataluña que se terminen las intrigas, las luchas intestinas; que os pongáis a la altura de las circunstancias; dejad las rencillas y la política y pensad en la guerra. El pueblo de Cataluña tiene el deber de corresponder a los esfuerzos de los que luchan en el frente. No tendrá más remedio que movilizarse todo el mundo; y que no crean que se han de movilizar siempre los mismos. Si los trabajadores de Cataluña han de asumir la responsabilidad de estar en el frente, ha llegado el momento de exigir del pueblo catalán el sacrificio también de los que viven en las ciudades. Es necesaria una movilización efectiva de todos los trabajadores de la retaguardia, porque los que ya estamos en el frente queremos saber con qué hombres contamos detrás de nosotros.

Me dirijo a las organizaciones y les pido que se dejen de rencillas y de zancadillas. Los del frente pedimos sinceridad, sobre todo a la Confederación Nacional del Trabajo y FAI. Pedimos a los dirigentes que sean sinceros. No es suficiente con que nos envíen cartas al frente alentándonos, y con que nos envíen ropa, comida y cartuchos y fusiles. Es necesario también darse cuenta de las circunstancias, prever el avenir. Esta guerra tiene todos los agravantes de la guerra moderna y está costando mucho a Cataluña. Se tienen que dar cuenta los dirigentes de que si esta guerra se prolonga mucho, hay que empezar por organizar la economía de Cataluña, hay que establecer un Código en el orden económico. No estoy dispuesto a escribir más cartas para que los compañeros o el hijo de un miliciano coma un trozo de pan o un vaso de leche más, mientras existen consejeros que no tienen tasa para comer y gastar. Nos dirigimos a la CNT-FAI para decirles que si como organización controlan la economía de Cataluña, deben organizarla como es debido. Y que no piense nadie ahora en aumentos de salarios y en reducciones de horas de trabajo. El deber de todos los trabajadores, especialmente los de la CNT es el de sacrificarse, el de trabajar lo que haga falta.

Si es verdad que se lucha por algo superior, os lo demostrarán los milicianos que se sonrojan cuando ven en la Prensa esas suscripciones a favor suyo, cuando ven esos pasquines pidiendo socorro para ellos. Los aviones fascistas nos tiran en sus visitas, diarios en los que pueden leerse listas de suscripciones para los que luchan, ni más ni menos que hacéis vosotros. Por esto tenemos que deciros que no somos pordioseros y, por lo tanto, no aceptamos la caridad bajo ningún concepto. El fascismo representa y es, en efecto, la desigualdad social, si no queréis que los que luchamos os confundamos a los de retaguardia con nuestros enemigos, cumplid con vuestro deber. La guerra que hacemos actualmente sirve para aplastar al enemigo en el frente, ¿pero es éste el único? No. El enemigo es también aquel que se opone a las conquistas revolucionarias y que se encuentra entre nosotros, y al que aplastaremos igualmente. Si queréis atajar el peligro, se debe formar un bloque de granito. La política es el arte de la zancadilla, el arte de vivir [como zánganos], y éste debe suplantarse por el arte del trabajo. Ha llegado el momento de invitar a las organizaciones sindicales y a los partidos políticos para que esto termine de una vez. En la retaguardia se ha de saber administrar. Los que estamos en el frente queremos detrás una responsabilidad y una garantía, y exigimos que sean las organizaciones las que velen por nuestras mujeres y nuestros hijos.

Si esa militarización decretada por la Generalidad es para meternos miedo y para imponernos una disciplina de hierro, se han equivocado. Vais equivocados consejeros, con el decreto de militarización de las milicias. Ya que habláis de disciplina de hierro, os digo que vengáis conmigo al frente. Allí estamos nosotros que no aceptamos ninguna disciplina, porque somos conscientes para cumplir con nuestro deber. Y veréis nuestro orden y nuestra organización. Después vendremos a Barcelona y os preguntaremos por vuestra disciplina, por vuestro orden y por vuestro control, que no tenéis.

Estad tranquilos. En el frente no hay ningún caos, ninguna indisciplina. Todos somos responsables y conocemos el tesoro que nos habéis confiado. Dormid tranquilos. Pero nosotros hemos salido de Cataluña confiándolos la Economía. Responsabilizaos, disciplinaos. No provoquemos, con nuestra incompetencia, después de esta guerra, otra guerra civil entre nosotros.

Si cada cual piensa en que su partido sea más potente para imponer su política, está equivocado, porque frente a la tiranía fascista sólo debemos oponer una fuerza, sólo debe existir una organización, con una disciplina única.

Por nada del mundo aquellos tiranos fascistas pasarán por donde estamos. Esta es la consigna del frente. A ellos les decimos: “¡No pasaréis!”. Y a vosotros os corresponde gritar: ¡No pasarán!”