Italia: Declaración de Alfredo Cospito para la audiencia del 30 de octubre de 2013 (es/it)

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Desde el vientre del Leviatán

…los sueños son para realizarlos aquí en el presente y no en un hipotético futuro, dado que el futuro siempre lo han vendido los curas de cualquier religión o ideología para podernos robar impunemente. Queremos un presente que valga la pena vivir y no sacrificar simplementea la espera mesiánica de un futuro paraíso terrenal. Por eso, quisimos hablar en concreto de una anarquía que realizar ahora, no mañana. El “todo y ya” es una apuesta, un partido que nos jugamos, donde lo que se pone en juego es nuestra vida, las vidas de todxs, nuestra muerte, la muerte de todxs…
– Pierleone Mario Porcu

La ciencia es el eterno holocausto de la vida fugaz, efímera, pero real, en el altar de las abstracciones eternas. Lo que predico es, pues, la revuelta de la vida contra el gobierno de la ciencia.
– Mijaíl Bakunin

Mientras se pavoneaba como un dios en su propia fantasía, lo dominaba una imbecilidad infantil. La técnica erguíase suprema, y, una vez entronizada, encadenaba al intelecto que lo había elevado al poder.
– Edgar Allan Poe

El imperio fundado sobre la nada en el que el reino soberano está cayendo.
No consigue soportar el peso de la verdad.
Te recomiendo una fuerte dosis de vida.
¡Te recomiendo una fuerte dosis de vida!
Al menos así podrás decir de que la has vivido.
-Congegno

Bastardos… sé quién os manda
– Roberto Adinolfi

Una hermosa mañana de mayo, actué y, durante esas pocas horas, disfruté al máximo de la vida. Por una vez, dejé atrás el miedo y las autojustificaciones y desafié lo desconocido. En una Europa llena de centrales nucleares, uno de los mayores responsables de la catástrofe nuclear cayó a mis pies. Quiero ser muy claro: el núcleo Olga FAI/FRI somos solo Nicola y yo. Nadie más participó, colaboró ni diseñó la acción; nadie sabía de nuestro proyecto. No permitiré que mi actuar, para desviar la atención del verdadero objetivo de la acción, lo metan en un obsceno y absurdo saco massmediático y jurídico hecho de “subversión del orden democrático”, “asociación subversiva”, “banda armada”, “terrorismo”; frases vacías en boca de jueces y periodistas.

Soy anarquista antiorganización porque estoy en contra de toda forma de autoridad y constricción organizativa. Soy nihilista porque vivo mi anarquía hoy y no a la espera de una revolución que, aunque llegue, creará sólo una nueva autoridad, una nueva tecnología, una nueva civilización. Vivo mi anarquía con naturalidad, alegría, placer, sin ningún espíritu de martirio, oponiendo todo mi ser a este existente civilizado, para mí, insoportable. Soy antisocial porque estoy convencido de que la sociedad solo existe bajo el signo de la división entre dominantes y dominados. No aspiro a ninguna alquimia socialista futura y “paradisiaca”, no pongo mi confianza en ninguna clase social; mi revuelta sin revolución es individual, existencial, total, absoluta, armada. En mí, no hay rastro alguno de superhombre, ningún desprecio por los oprimidos, por el “pueblo”, convencido de que, como dice un dicho oriental: “no hay que despreciar la serpiente porque no tiene cuernos, ¡un día se podría transformar en un dragón!”. De la misma forma, un esclavo puede transformarse en un rebelde, un solo hombre, una sola mujer, convertirse en un incendio devastador. Con todas mis fuerzas, desprecio a los poderosos de la tierra, ya sean políticos, científicos, tecnócratas, jefes, líderes de cualquier tendencia, burócratas, jefes militares y religiosos. El orden que quiero abatir es el de la civilización que, día a día, destruye todo por lo que vale la pena vivir. Estado, democracia, clases sociales, ideologías, religiones, policía, ejércitos, vuestro propio tribunal son sombras, quimeras, engranajes, todos reemplazables, de un mega máquina que todo lo abarca. Un día, la tecnología se deshará de nosotrxs transformándonos a todxs en autómatas perdidxs en un panorama de muerte y desolación. Ese 7 de mayo de 2012, por un momento, eché arena en el engranaje de esta mega máquina, por un momento, viví plenamente marcando la diferencia. Ese día no era una vieja Tokaref mi mejor arma, sino el odio profundo, feroz que siento contra la sociedad tecno -industrial.

Firmé la acción como FAI/FRI porque estoy enamorado de esta lúcida “locura” convertida en poesía concreta, a veces brisa, a veces tormenta, que sopla caótica por medio mundo, sin inmutarse, improbable, contra toda ley, contra todo “buena sentido “, contra toda ideología, contra toda política, contra la ciencia y la civilización, contra toda autoridad, organización y jerarquía. Una visión concreta de la anarquía que no contempla teóricos, dirigentes, líderes, mandos, soldados, héroes, mártires, organigramas, militantes y, mucho menos, espectadores. Durante años, he visto la evolución de esta nueva anarquía quedándome, de hecho, sólo como espectador. Durante demasiado tiempo, me he quedado mirando. La anarquía, si no se hace acción, rechaza la vida convirtiéndose en ideología, mierda o poco más, en el mejor de los casos, desahogo impotente para hombres y mujeres frustradxs.

Decididos a pasar a la acción después de la catástrofe nuclear de Fukushima. Frente a hechos tan grandes como frecuentes, nos sentimos inadecuados. El hombre primitivo se enfrentaba a los peligros, sabía cómo defenderse. El hombre moderno, civilizado, ante las construcciones-constricciones de la tecnología está indefenso. Como ovejas que buscan protección en el pastor que las matará, así, nosotrxs civilizadxs nos confiamos a los sacerdotes laicos de la ciencia, los mismos que lentamente nos cavan la tumba. A Adinolfi, lo hemos visto sonreír con sorna en las pantallas de televisión haciéndose pasar por víctima. Lo hemos vimos dar lecciones contra el “terrorismo” en escuelas. Pero yo me pregunto, ¿qué es terrorismo? Un disparo efectuado, un dolor intenso, una herida abierta o la amenaza incesante, continua, de una muerte lenta que te devora por dentro. El terror continuo, incesante, a que una de sus centrales nucleares nos vomite encima, de un momento a otro, muerte y desolación. Ansaldo Nucleare y Finmeccanica tienen enormes responsabilidades. Sus proyectos continúan sembrando muerte en todas partes, últimamente, se habla de posibles inversiones en la duplicación de la central de Krško en Eslovenia, a dos pasos de Italia, zona de gran riesgo sísmico. En Cernadova, Rumanía, desde el 2000 hasta hoy, varios han sido los incidentes provocados por la estupidez de Ansaldo durante la construcción de una de sus centrales. ¿Cuántas vidas rotas? ¿Cuánta sangre derramada? Tecnócratas de Ansaldo y de Finmeccanica de sonrisa fácil, de conciencia “limpia”, vuestro “progreso” apesta a carroña, la muerte que sembráis en el mundo clama venganza. Hay muchas formas de oponerse concretamente a la nuclear, bloqueos de trenes que transportan residuos, sabotajes a las torres de alta tensión que llevan la electricidad producida por el átomo. A mí me pasa por la cabeza golpear al mayor responsable de esta masacre en Italia: Roberto Adinolfi, administrador delegado de Ansaldo Nucleare. Tardé poco en averiguar dónde vivía, cinco vigilancias bastaron. No hace falta una estructura militar, una asociación subversiva o una banda armada para golpear, cualquiera armadx con una fuerte voluntad puede pensar lo impensable y actuar en consecuencia. Lo habría hecho todo solo, por desgracia, necesitaba ayuda para la moto, le pregunté a Nicola, apelé a su amistad, no se echó atrás. La pistola la compré en el mercado negro, trescientos euros. No sirven infraestructuras clandestinas o grandes capitales para armarse. Salimos en coche desde Turín la noche anterior. Todo fue sobre ruedas o casi, Nicola conducía, yo golpeé exactamente donde habíamos decidido golpear. Un golpe preciso, corrí hacia la moto y, luego, lo inesperado, el grito lleno de rabia de Adinolfi, la frase gritada que me inmovilizó haciéndome perder preciosos segundos: “¡bastardos!… ¡sé quién os manda!” En ese preciso momento, tuve la seguridad absoluta de haber dado en el blanco, plenamente consciente del estercolero en el que había metido las manos; intereses millonarios, finanzas internacionales, la política y el poder, fango y estiércol. Esos segundos “robados” le permitieron a Adinolfi leer parte de la matrícula que, por inexperiencia, no habíamos cubierto. Gracias a esos números, llegaron a la moto y de la moto, a la cámara.

Obviamente, no bastará la condena de este tribunal para hacer de nosotros los malos terroristas y de Adinolfi y Finmeccanica, los benefactores de la humanidad. Ha llegado el momento del gran rechazo, el rechazo hecho de la pluralidad de resistencias, cada una de las cuales es un caso especial; algunas son posibles, necesarias, improbables; otras son espontáneas, salvajes, solitarias, concertadas, incontenibles o violentas. La nuestra era solitaria y violenta. ¿Valió la pena el esfuerzo? ¡Sí! Aunque sólo fuera por la alegría que sentimos al saber de la sonrisa desafiante que Olga Ekonomidou, valiente hermana de la Conspiración de Células del Fuego, en una celda de aislamiento de una prisión griega, que tras la noticia de nuestra acción lanzó a la cara de sus carceleros. Soy feliz de ser quien soy, un hombre libre, aunque “momentáneamente” encadenado. No puedo lamentarme demasiado dado que la gran mayoría de la “gente” las cadenas las tienen firmemente plantadas en el cerebro. En mi vida siempre he tratado de hacer lo que consideraba justo y nunca lo que convenía. Las medias tintas nunca me han convencido. He amado mucho. He odiado mucho. Precisamente por eso, no me rendiré a vuestros barrotes, uniformes, armas. Me tendréis siempre como un irreductible y fiero enemigo. No estoy solo. Lxs anarquistas nunca están solxs, solitarixs a veces, pero nunca solxs. Miles de proyectos en la cabeza, una esperanza en el corazón que continúa viviendo cada vez más fuerte y siempre más compartida; perspectiva concreta que ” arriesga” para cambiar la cara de la anarquía en el mundo. Derrumbes pequeños y grandes que un día desencadenarán en un cataclismo, se necesitará tiempo, no importa, por ahora disfruto del terremoto desencadenado en mí por todas estas ganas de alegrarme y luchar.

Termino con una cita de Martino (nombre usado por Marco Camenisch cuando estuvo fugitivo), guerrero que nunca se ha doblegado, por su profundo amor por la vida desde que lleva más de veinte años prisionero, recluido hoy en una aséptica cárcel suiza, hago mías estas palabras suyas:

… el coraje de pensar las cosas hasta el fondo, transgredir la prohibición de la policía tecnológica de lo “imposible “, o lo “inconcebible”, pensar otra cosa y de otra manera actuando en consecuencia. Solo esto nos puede conducir fuera de la tibia mezcla tóxica de la modernidad a lugares donde nada ni nadie nos guiará al lugar sin seguridades, al lugar de la responsabilidad en primera persona para la no sumisión con todas sus consecuencias. La libertad es dura y peligrosa, y no hay vida sin la muerte. Por miedo a la vida, a menudo, nos resignamos, en esclavitud, a la aniquilación.

Muerte a la civilización
Muerte a la sociedad tecnológica
Larga vida a las CCF
Larga vida a la FAI/FRI
¡Viva la internacional negra!
¡Viva la anarquía!

Alfredo Cospito

fuente

http://es.contrainfo.espiv.net/2013/11/04/italia-declaracion-de-alfredo-cospito-para-la-audienciea-del-30-de-octubre-de-2013/

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Genova: Processo ad Alfredo e Nicola. Testo rivendicativo di Alfredo Cospito

Stamattina al tribunale di Genova si è svolta la prima udienza del processo, con rito abbreviato,  contro i compagni Alfredo Cospito e Nicola Gai. I due compagni erano indagati ed arrestati dal 14 settembre2012  con l’accusa di aver azzoppato l’A.D. di Ansaldo Nucleare Roberto Adinolfi il giorno 7 maggio 2012.

Alfredo e Nicola hanno rivendicato l’attacco ad Adinolfi cercando di leggere i testi di rivendicazione, ma sono stati mandati via dall’aula da parte del giudice.

Per quanto ne sappia il sottoscritto, questa, è la prima volta che viene rivendicata un’azione del genere in Italia da parte di compagni anarchici. Si è sempre parlato, tra gli anarchici, con termini che servivano più a riempire la bocca che a buttar giù mura; ora qualcosa è accaduto. Un responsabile dell’inquinamento terrestre è stato preso di mira e ferito. L’azione è stata rivendicata da due compagni anarchici. Vediamo se sommando le parole, gli individui ed i fatti i conti iniziano a tornare.

Infine l’accusa, i pm Nicola Piacente e Silvio Franz, hanno fatto le sue richieste di condanna per i due compagni: Alfredo Cospito 12 anni e NIcola Gai 10 anni.

Per ora, e più che mai, RadioAzione è vicina ai due compagni ribadendo la solidarietà e la complicità con Alfredo e Nicola.

Di seguito il testo di rivendicazione di Alfredo, prendendomi la responsabilità nel correggere il nome della città Solovena che è Krško:

Dal ventre del Leviatano

«… i sogni sono da realizzarsi qui nel presente e non in un ipotetico futuro, dato che l’avvenire l’hanno sempre venduto i preti di qualsiasi religione o ideologia per poterci impunemente derubare. Vogliamo un presente che meriti di essere vissuto e non semplicemente sacrificato ad attesa messianica di un futuro paradiso terrestre. Abbiamo per questo voluto parlare in concreto di un’anarchia da realizzare ora, non domani. Il “tutto e subito” è una scommessa, una partita che ci giochiamo dove la posta in gioco è la nostra vita, la vita di tutti, la nostra morte, la morte di tutti…»

Pierleone Mario Porcu

 

«La scienza è l’eterno olocausto della vita fugace, effimera, ma reale, sull’altare delle eterne astrazioni. Ciò che predico è quindi, la rivolta della vita contro il governo della scienza.»

Michail Bakunin

 

«Mentre l’uomo si pavoneggiava e faceva il dio, un’imbecillità si abbatteva su di lui. Le tecniche erano innalzate al supremo rango e, un volta ispallate sul trono gettavano le loro catene sulle intelligenze che le avevano create. »

Edgar Allan Poe

«L’impero fondato sul niente nel quale regni sovrano sta crollando.

Non riesce a sorreggere il peso della verità.

Ti consiglio una dose massiccia di vita.

Ti consiglio una dose massiccia di vita!

Almeno così potrai dire di averla vissuta.»

Congegno

«Bastardi… so chi vi manda!!!»

Roberto Adinolfi

In una splendida mattina di maggio ho agito ed in quelle poche ore ho goduto a pieno della vita. Per una volta mi sono lasciato alle spalle paura e autogiustificazioni e ho sfidato l’ignoto. In una Europa costellata di centrali nucleari, uno dei maggiori responsabili del disastro nucleare che verrà è caduto ai miei piedi. Voglio essere molto chiaro: il nucleo Olga FAI/FRI siamo solo io e Nicola. Nessun altro ha partecipato, collaborato,  progettato tale azione; nessuno era a conoscenza del nostro progetto. Non permetterò che il mio agire, per distogliere l’attenzione dal vero obiettivo dell’azione venga messo in un osceno assurdo calderone massmediatico e giuridico fatto di “eversione dell’ordine democratico”, “associazione sovversiva”, “banda armata”, “terrorismo”; frasi vuote in bocca a giudici e giornalisti.

Sono anarchico antiorganizzatore perchè contrario ad ogni forma di autorità e costrizione organizzativa. Sono nichilista perchè vivo la mia anarchia oggi e non nell’attesa di una rivoluzione che, se pure verrà, creerà solo nuova autorità, nuova tecnologia, nuova civiltà. Vivo la mia anarchia con naturalezza, gioia, piacere, senza alcuno spirito di martirio, opponendo tutto me stesso a questo esistente civilizzato che mi è insopportabile. Sono antisociale perchè convinto che la società esiste solo sotto il segno della divisione tra dominanti e dominati. Non aspiro ad alcuna futura “paradisiaca” alchimia socialista, non ripongo fiducia in nessuna classe sociale; la mia rivolta senza rivoluzione è individuale, esistenziale, totalizzante, assoluta, armata. In me non vi è alcuna traccia di superomismo, nessun disprezzo nei confronti degli oppressi, del “popolo”, convinto che, come dice un detto orientale: “non bisogna disprezzare il serpente perchè non ha le corna; un giorno potrebbe trasformarsi in drago!” Allo stesso modo uno schiavo può trasformarsi in un ribelle, un solo uomo, una sola donna farsi incendio devastante. Con tutte le mie forze disprezzo i potenti della terra, siano essi politici, scienziati, tecnocrati, capipopolo, leader di ogni risma, burocrati, capi militari e religiosi. L’ordine che voglio abbattere è quello della civilizzazione che giorno dopo giorno distrugge tutto ciò per il quale vale la pena vivere. Stato, democrazia, classi sociali, ideologie, religioni, polizia, eserciti, il vostro stesso tribunale sono ombre, chimere, ingranaggi, tutti sostituibili, di una megamacchina che tutto comprende. La tecnologia un giorno farà a meno di noi trasformandoci tutti in automi sperduti in un panorama di morte e desolazione. Quel sette maggio del 2012 per un momento ho gettato sabbia nell’ingranaggio di questa megamacchina, per un momento ho vissuto a pieno facendo la differenza. Quel giorno non ero una vecchia Tokaref la mia arma migliore, ma l’odio profondo, feroce che provo contro la società tecno-industriale. Ho firmato l’zione come FAI/FRI perchè mi sono innamorato di questa lucida “follia” fattasi concreta poesia, a volte brezza, a volte tempesta, che soffia caotica per mezzo mondo, imperterrita, improbabile, contro ogni legge, contro ogni “buon senso”, contro ogni ideologia, contro ogni politica, contro scienza e civilizzazione, contro ogni autorità, organizzazione e gerarchia. Una visione dell’anarchia concreta che non prevede teorici, dirigenti, leader, quadri, soldati, eroi, martiri, organigrammi, militanti e tanto meno spettatori. Per anni ho assistito all’evoluzione di questa nuova anarchia rimanendo di fatto solo spettatore. Per troppo tempo sono rimasto a guardare. L’anarchia se non si fà azione rigetta la vita diventando ideologia, merda o poco più, nel migliore dei casi sfogo impotente per uomini e donne frustrati.

Decisi di passare all’azione dopo il disastro nucleare di Fukushima. Davanti a fatti così grossi troppo spesso ci si sente inadeguati. L’uomo primitivo fronteggiava i pericoli, sapeva come difendersi. L’uomo moderno, civilizzato davanti alle costruzioni-costrizioni della tecnologia è inerme. Come pecore che cercano protezione nel pastore che le macellerà, così noi civilizzati ci affidiamo ai sacerdoti laici della scienza, gli stessi che ci stanno lentamente scavando la fossa. Adinolfi lo abbiamo visto sorridere sornione dagli schermi televisivi atteggiandosi a vittima. Lo abbiamo visto dare lezioni nelle scuole contro il “terrorismo”. Ma io mi chiedo cos’è il terrorismo? Un colpo sparato, un dolore intenso, una ferita aperta o la minaccia incessante continua, di una morte lenta che ti divora da dentro. Il terrore continuo, incessante, che una delle sue centrali nucleari ci vomiti addosso da un momento all’altro morte e desolazione. L’Ansaldo Nucleare e Finmeccanica hanno enormi responsabilità. I loro progetti continuano a seminare morte dappertutto, ultimamente si parla di possibili investimenti nel raddoppio della centrale di Krško in Slovenia a due passi dall’Italia, zona a grande rischio sismico. In Cernadova, Romania, dal 2000 ad oggi, diversi sono stati gli incidenti procurati della dabbenaggine dell’Ansaldo durante la costruzione di una loro centrale. Quante vite spezzate? Quanto sangue versato? Tecnocrati di Ansaldo e di Finmeccanica dal sorriso facile, dalla coscienza “pulita”, il vostro “progresso” puzza di carogna, la morte che seminate per il mondo grida vendetta. Sono tanti i modi di opporsi concretamente al nucleare, blocchi dei treni che trasportano scorie, sabotaggi ai tralicci che trasportano energia elettrica prodotta dall’atomo. A me venne in mente di colpire il maggiore responsabile di questo scempio in Italia: Roberto Adinolfi amministratore delegato di Ansaldo Nucleare. Ci volle poco a scoprire dove abitava, cinque appostamenti bastavano. Non c’è bisogno di una struttura militare, di un’associazione sovversiva o di una banda armata per colpire, chiunque, armato di una salda volontà può pensare l’impensabile e agire di conseguenza. Avrei fatto tutto da solo, sfortunatamente avevo bisogno di aiuto per la moto; chiesi a Nicola, feci appello alla sua amicizia, non si tirò indietro. La pistola la comprai al mercato nero, trecento euro. Non servono infrastrutture clandestine o grandi capitali per armarsi. Partimmo in auto da Torino la notte prima. Tutto filò liscio o quasi, Nicola alla guida, io colpii esattamente dove avevamo deciso di colpire. Un colpo preciso, la mia corsa verso la moto e poi l’imprevisto, l’urlo pieno di rabbia di Adinolfi, la frase urlata che mi immobilizzò facendomi perdere prezziosi secondi: “bastardi! …so chi vi manda!!!” in quel preciso momento ebbi lacertezza assoluta di aver colpito nel segno, pienamente cosciente del letamaio in cui avevo messo le mani; interessi milionari, finanzia internazionale, la politica e il potere, fango e letame. Quei secondi “rubati” permisero ad Adinolfi di leggere una parte della targa, che per inesperienza non avevamo coperto. Grazie a quei numeri risalirono alla moto e dalla moto alla telecamera.

Non basterà certo la condanna di questo tribunale a fare di noi i cattivi terroristi e di Adinolfi e Finmeccanica i benefattori dell’umanità. È arrivato il momento del grande rifiuto, rifiuto fatto di pluralità di resistenze, ogniuna delle quali è un caso speciale; alcune sono possibili, necessarie, improbabili; altre sono spontanee, selvagge, solitarie, concertate, prorompenti o violente. La nostra è stata solitaria e violenta. Ne è valsa la pena? Si! Fosse solo per la gioia che abbiamo provato nella’apprendere del sorriso di sfida che Olga Ikonomidou, coraggiosa sorella della Cospirazione delle Cellule di Fuoco, in una cella di isolamento di un carcere greco, alla notizia della nostra azione ha gettato in faccia ai suoi carcerieri. Sono felice di essere quel che sono, un uomo libero, anche se “momentaneamente” in catene. Non posso lamentarmi più di tanto visto che la stragrande maggioranza della “gente” le catene le ha ben piantate nel cervello. Nella mia vita ho sempre cercato di fare quello che reputavo giusto e mai quello che conveniva. Le mezze misure non mi hanno mai convinto. Ho amato molto. Ho odiato molto. Proprio per questo non mi arrenderò alle vostre sbarre, divise, armi. Mi avrete sempre come irriducibile, fiero nemico. Non sono solo. Glia anrachici non sono mai soli, solitari a volte, ma mai soli. Mille progetti nella testa, una speranza nel cuore che continua a vivere sempre più, salda e sempre più condivisa; concreta prospettiva che “rischia” di cambiare la faccia dell’anarchia nel mondo. Piccoli, grandi smottamenti che un giorno scateneranno un cataclisma, ci vorrà tempo, non importa, per adesso mi godo il terremoto scatenato in me da tutta questa voglia di gioire e lottare.

Concludo con una citazione di Martino (Marco Camenish) guerriero mai piegato, per il suo profondo amore per la vita da più di vent’anni prigioniero, rinchiuso oggi in un asettico carcere svizzero, faccio mie queste sue parole:

«… il coraggio di pensare le cose fino in fondo, trasgredire il divieto di polizia tecnologica del “impossibile” o dell’“inconcepibile”, di pensare altro e in altro modo agendo di conseguenza. Solo questo può condurci fuori dalla tiepida brodaglia tossica della modernità nei luoghi dove niente e nessuno ci guiderà nel luogo senza sicurezze, nel luogo della responsabilità in prima persona per la non-sottomissione con tutte le sue conseguenze. La libertà è dura e pericolosa e non c’è vita senza la morte. Per timore della vita spesso ci rassegnamo in schiavitù all’annientamento.»

Morte alla civilizzazione

Morte alla società tecnologica

Lunga vita alle CCF

Lunga vita alla FAI/FRI

Viva l’internazionale nera!

Viva l’anarchia!!

 

Alfredo Cospito

http://radioazione.noblogs.org/?p=4118