Continuo de represión y lucha durante los últimos años (Septiembre 2014 #1)

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o represivo, nuestras palabras y convicciones antiautoritarias no se deshacen o diluyen camufladas. Por el contrario, éstas se elevan guiando nuestro caminar.
Se trata entonces de no dar pasos hacia atrás, cediendo terreno al enemigo, a lxs poderosxs de cualquier uniforme u oficio, se trata de no invisibilizar o normalizar las jugadas que emanan de la represión, pero tampoco caer en la histeria que propicia el desbande y alimenta el miedo.

Asistimos en el presente a nada más que las prácticas continuas del Poder, que se siguen utilizando en la medida en que encuentren fisuras por donde carcomer los compromisos de guerra, primero con unx mismx y luego con el conjunto de compañerxs.
Por ello se vuelve importante fortalecer cada espacio/instancia arrebatada a las lógicas de la dominación, fortalecer cada práctica de ofensiva, afianzar los lazos entre compañerxs y extender las redes de complicidad.
Es importante avizorar la embestida represiva y tomar las medidas que hagan falta, pero nunca dejarse derrotar dando pasos de desmarque o acallando nuestra voz. Así nos mantenemos unidxs como entorno difuso, respetando la autonomía pero compartiendo la fuerza común contra el poder.
Se trata de hacernos más fuertes, más ìntegrxs, convencidxs y clarxs en la propuesta/compromiso de que en la lucha contra el poder no hay tiempos muertos. Así los golpes represivos, amenazas o artimañas de cualquier tipo no solo no logran su cometido, sino que por el contrario, alimentan nuestras certezas contra la autoridad.
Seguir existiendo firmes, convencidxs y aportando desde el acto concreto a la revuelta, es de por sí una victoria que desactiva el mecanismo creado para detenernos.
El pulso de la guerra social se eleva y con ello también suben y se dotan de cualidad nuestros aportes. No pedimos ni esperamos “garantías democráticas” de quienes pretenden aniquilar la presencia que desafía el orden impuesto, entendemos el combate enmarcado en un continuo histórico de lucha, donde un paso de ofensiva o un retroceso, va configurando futuros escenarios, y es necesario ser consciente del papel que cada unx juega en ello.
Así entonces cuando llega el cara a cara con el enemigo, nuestras convicciones nos mantienen la cabeza en alto, nunca sometidxs, nunca derrotadxs.
Sin miedo a las amenazas, en práctica continua de lucha por la liberación total.
Ánimo compañerxs, no podrán pararnos…

Contra toda autoridad