Más de un superviviente de aquel largo túnel de la dictadura franquista había comentado, en más de una ocasión, que a mediados de los años cuarenta, en las mismas Ramblas de Barcelona, se podía comprar con una cierta normalidad el histórico diario anarcosindicalista Solidaridad Obrera. Esta afirmación tiene una clara explicación. Finalizada la guerra, en el mismo 1939, miles de militantes cenetistas volvían a reunirse clandestinamente para reorganizar el movimiento libertario, sobre todo los sindicatos de la CNT.
Durante más de veinte años desde aquel fatídico 1939 cayeron, uno detrás de otro, todos los Comités Nacionales que el sindicato de la CNT creó en aquellos años en la clandestinidad. Al mismo tiempo, centenares de militantes fueron encarcelados y, desgraciadamente, algunos de ellos se dejaron la vida por el camino.
Como mínimo hasta la finalización de la Segunda Guerra Mundial, aunque mantuvieron la esperanza hasta la década de los cincuenta, los libertarios estaban convencidos de que los aliados acabarían ganando en su lucha contra el fascismo y, por lo tanto, estos barrerían el régimen franquista. Es por este motivo que en estos primeros años, se arriesgaron tanto y difundieron propaganda y prensa por todas partes.
En relación a las publicaciones, a finales del año 1939 tenemos conocimiento de la constitución del II Comité Nacional de CNT, que publicó a principios del año siguiente un Boletínde propaganda e información que circuló por barriadas y prisiones. Durante el mandato del V Comité, en 1944, el Secretario del cual era Eusebio Azañedo, y del VI, con Manuel Amil, volvió a publicarse el histórico diario Solidaridad Obrera. Pedro Mas Valois fue quien recibió el encargo, este conectó con el dibujante Helios Gómez, y conjuntamente con el viejo cenetista Soto, que tenía una imprenta desde donde pudieron editar ocho números a multicopista, concretamente entre marzo y junio del año 1944, aunque después tuvieron que suspender la edición por sospechas de la policía. Hay que tener en cuenta que en aquellos años al que encarcelaban por tener o imprimir prensa clandestina era condenado a muchos años de prisión e incluso castigado con la pena de muerte.
Posteriormente, en diciembre de 1944, volvió a editarse un nuevo Boletínde orientación e información quincenal, que esta vez pudo editarse y distribuirse por todas las regionales, según hemos podido comprobar en una Circular del Comité Nacional de aquella época. Ese mismo año, en Madrid, pudo editarse clandestinamente el diario CNTcomo órgano del Comité Nacional, así como el Castilla Libre como órgano de la Regional Centro. Estamos en plena pujanza de la militancia respeto a la reorganización de la CNT, que tendrá su apogeo entre 1945 y 1948.
J.M. Molina, en su libro sobre la clandestinidad, nos dice que las prisiones estaban organizadas con sus Comités Interiores y que entre 1944-1947 se publicaron boletines y diarios, hechos a mano, que eran auténticas obras de arte y de paciencia, «…en efecto, se hacen dos o tres ejemplares. Uno o dos se envían a la calle, al Comité Nacional y al Comité Regional, y el que queda circula de mano en mano por las distintas galerías de la prisión». Conocemos la edición de Esfuerzo como órgano de las Juventudes Libertarias de la Prisión Celular de Barcelona, en el año 1947.
En el Pleno Nacional de Regionales celebrado del 12 al 16 de julio de 1945, en la localidad de Carabaña, próxima a Madrid, se acordó lo siguiente: «Sobre el periódico CNT se acuerda que se mejore su presentación, que aparezca semanalmente y que se cobren 25 céntimos por ejemplar.» Las Regionales señalaban el número aproximado de ejemplares que podían recibir: Cataluña 1.500, Centro 1.500, Galicia 500, Levante 2.000, Andalucía 1.000, Euskadi y Aragón no pudieron precisar en aquel momento la cantidad que podían distribuir. La idea de que el régimen de Franco estaba próximo a su caída fue cogiendo cada vez más fuerza, y en el verano de 1946 en Catalunya había 60.000 afiliados y la Solide esta época editaba unos 30.000 ejemplares.
Toda esta actividad quedará malograda en noviembre de 1947 con la salvaje represión que tuvo lugar contra la CNT, dónde cayeron destacados militantes como Manuel Villar, Eusebio Azañedo y Ángel Morales, y así hasta 97 detenciones. Es una de las más grandes caídas cenetistas, junto con el XVI Comité Nacional cayeron Comités Provinciales, Comarcales y el Local de Madrid, pero también la imprenta dónde se hacían los diarios CNT, Castilla Libre y Fraternidad, este último órgano del Comité de Enlace CNT-AIT.
Dentro de este periodo la actividad de publicar diarios era frenética. A pesar de las caídas, la tenacidad y perseverancia en la lucha hace que no se pare nunca la edición, no sólo de diarios, sino también de manifiestos, octavillas y boletines de información, la mayoría a multicopista, aun cuando alguno que otro pudo hacerse a imprenta. Entre 1939 y 1947 tenemos que hacer mención de toda aquella prensa que se editó en la mayoría de las regionales.
En primer lugar hay que reseñar aparte las dos publicaciones más importantes de la CNT: Solidaridad Obrera y el CNT. La primera, aun cuando era el órgano de la Regional catalana, también lo hacía como Portavoz de la Confederación Nacional del Trabajo, y de siempre ha sido el diario más importante de los anarcosindicalistas. Solidaridad Obrera en estos años salió entre 1944 y 1947. En total se editaron treinta y un números, sin contar los ocho de 1944: quince en el año 1945, once en el 1946 y cinco en el 1947.
Las primeras Solis eran de un tamaño pequeño (21,5 cm x 15,5 cm) para poder facilitar la distribución
en la clandestinidad y siempre constaba de cuatro páginas. Aunque durante unos cuantos números baja de tamaño (15,5 cm x 10,5 cm) en la edición que fue calificada de miniatura, después, en el año 1947, aumenta (24,5 cm x 17,5 cm) y se estabiliza en años posteriores. Sobre su contenido, en estos años destacan los textos dedicados a la represión y a los crímenes y muertes que se están produciendo en España bajo la dictadura, el régimen franquista, sobre el Movimiento Libertario y su unidad, los guerrilleros, el 1o de Mayo, la evolución y caída del fascismo, el resurgir libertario, la caída de los Comités, los presos y la situación en las prisiones (como fue la huelga de la Modelo), también sobre conflictos laborales (como la huelga textil en la empresa Cheira S.A., bastante sorprendente en aquellos años), terrorismo policial y sobre el infiltrado Melis. También encontramos textos sobre la Alianza Nacional de Fuerzas Democráticas en Catalunya y los llamamientos a la acción a la población. Naturalmente, y por razones obvias, no hay nombres y sí algunos pseudónimos como Juan del Pueblo, Pepe Solera o Juan de Cruz.
En relación al diario CNT señalar que salió inicialmente como Órgano del Movimiento Libertario y posteriormente cómo Órgano del Comité Nacional de la CNT. Se editó entre 1944 y 1947, y gran parte de este tiempo lo hizo quincenalmente. No sabemos con exactitud el número de ejemplares que salieron, aun cuando como mínimo hemos contabilizado veintiocho: uno en 1944, diecinueve en 1945, tres en 1946 y cinco en 1947. El número de páginas fue de 4 con alguna excepción a 6.
Los temas que tocó fueron similares a los de Solidaridad Obrera, es decir, los asesinatos de la dictadura y la represión, también el tema de la Alianza Nacional y la lucha conjunta contra el fascismo, la importancia de este acuerdo entre todas las fuerzas antifranquistas menos los comunistas, las crisis del gobierno Giral, así como la nota oficial de CNT en la prensa, sobre la Guerra Mundial (Alemania y los campos de concentración nazis), el llamamiento a la acción del pueblo español, algunas consideraciones sobre la vertebración del movimiento interior de resistencia, la orientación de la CNT, la muerte de David Antona, la expulsión de España de las Naciones Unidas, las falsedades de la prensa y ya, en 1947, el rechazo de CNT a una invitación para entrevistarse con Juan de Borbón («Mensaje libertario al pretendiente español»).
Dentro de los sindicatos de la CNT, además de las dos reseñadas anteriormente, se editaron en aquellos años publicaciones en la mayoría de las regionales en que estaba dividida la península: Frente Libertario, de la Federación Local de Sindicatos de Madrid; Castilla Libre, de la Regional Centro; La Voz Confederal, de la Regional Euskadi-Norte; Cultura y Acción, de la Regional de Aragón, La Rioja y Navarra; Asturias, de la Regional de Asturias, León y Palencia; Solidaridad Proletaria, de la Regional de Andalucía; Fragua Social, de la Regional de Levante; Extremadura Libre, de la Regional de Extremadura; Solidaridad Obrera, pero esta de la Regional de Galicia y Antorcha, órgano de la Regional Canaria, Del movimiento libertario son también: Juventud Libre, de la Federación Ibérica de las Juventudes Libertarias; Acción Juvenil, de las Juventudes Libertarias de Levante; Cultura Ferroviaria, de la Industria Ferroviaria; Ruta, de las Juventudes Libertarias de Catalunya y Baleares; Transportes, de la Federación de la Industria del Transporte; Alianza, órgano de la Alianza Nacional de Fuerzas Democráticas a la cual pertenecía la CNT-FAI; Fraternidad, del Comité de Enlace CNT-UGT; Al Servicio del Pueblo, diario de información, y El Mosquito, editado por el Comité Nacional.
De las dos últimas publicaciones, Al servicio del Pueblo y El Mosquito, citados por J.M. Molina en su libro, no hemos podido encontrar ningún ejemplar. Al Servicio del Pueblo parece ser que era una hoja de información donde se trataban problemas locales y regionales, manifiestos, circulares, etc., y probablemente se editó en Valencia. Respecto a El Mosquito, era un seminario satírico publicado por el Comité Nacional en Madrid.
Seguramente se editaron más publicaciones, puesto que algunas de ellas nos ha llegado alguna noticia a través de algún testigo, como es el caso de Renacer, diario faista que precedió a la salida de Tierra y Libertad, en el año 1946. Por otra parte, Molina nos informa de un Boletín del Militante en Catalunya en los años 1945-1947, del que iban publicados 10 números, en el que se registraban las iniciativas de todas las comarcales y provinciales de la región, las cuales poseían sus propios medios de difusión y propaganda, y también de una hoja informativa en Galicia con el nombre de El Guerrillero en el año 1948.
En estos primeros años la CNT en algún momento unió su lucha con las otras fuerzas de la oposición al franquismo excepto con los comunistas, así se constituyó en Madrid en el año 1944, y en Catalunya tres meses después, la Alianza Regional de Fuerzas Democráticas. Su constitución, por ejemplo, la podemos ver reflejada en Solidaridad Obrera del año 1945.
A partir del año 1949 se entra en una franca decadencia. Aunque continuarán editándose publicaciones clandestinamente, la represión continuó y la prensa se resintió puesto que en la década de los cincuenta y los sesenta ésta salió de manera irregular y siempre con tiradas muy pequeñas. La bajada de la CNT era una realidad a partir del año 1950, pero la resistencia armada con la guerrilla urbana y rural durará hasta el año 1966, por el camino se quedaron los denominados maquis: Sabaté, Facerías, Ramón Vila (Caracremada) y tantos y tantos guerrilleros anónimos.
La prensa de este periodo (1950-1966) quedó reducida a unas cuantas publicaciones y parece ser que desde mediados de los cincuenta algunas de ellas se imprimían en el exterior y se introducían en España por los pasos fronterizos. El CNTvolvió a salir nuevamente entre 1954 y 1963, aunque con pocos números, una docena más o menos. Los temas que trató en este periodo son más ricos, aparte de los que salieron en la etapa anterior, se añaden el llamamiento al espíritu del 19 de julio aunque haciendo mención a la indiferencia del pueblo ante de las injusticias, contra los sindicatos verticales, miseria y salarios de los españoles, noticias internas (Plenos de la CNT en el exilio, Plenos Intercontinentales, Acuerdos, etc.), incluso textos sobre la aparición del CNTy Solidaridad Obrera clandestinas. También incluye algún dibujo como uno de Franco comiéndose las letras de CNT o los famosos diálogos telefónicos del humorista Gila.
Por otra parte, Solidaridad Obrera continuó presente en este periodo entre los años 1953 y 1958, dónde se siguió la numeración anterior del 31 al 42. También sacó cuatro números sin numerar entre 1965 y 1966 con un tamaño más normalizado (28 cm x 22,5 cm). En estos números ya encontramos algunos de los problemas de relaciones con el exilio, como por ejemplo la cabecera de un texto del año 1953: «La actividad de nuestra Regional molesta y enfurece a los escisionistas del exterior.» También hay noticias sobre Plenos, los sindicatos verticales, huelgas como la de La Maquinista, la muerte de Albert Einstein y también recordatorios de hombres como Durruti, Peiró, Seguí y Anselmo Lorenzo, esto sin olvidar las reivindicaciones sobre la libertad sindical. En estos años todo se hacía de una manera artesanal, y en concreto Solidaridad Obrera y el CNT, como mínimo hasta 1955, se hacían con una caja de tipografía, un mármol y un carrete.
De las otras publicaciones en este periodo destacamos entre otras: Acción Sindical, editada por CNT entre 1966?-1967, Asturias, que en esta segunda época salió entre 1963 y 1965; Castilla Libre en 1956; Cultura y Acción, que en la zona de Aragón pudo sacar unos cuantos números entre 1955-1957 y también en 1962; Fragua Social, que sólo sacó un número en el año 1963; Juventud Libre, en el año 1962 y también entre el 1966 y 1968; Ruta, que sacó ejemplares entre 1955 y 1957; Sindicalismo, que editó seis números en el año 1966 y que era el portavoz de los cincopuntistas; Tierra y Libertad, que editó algunos números entre 1955 y 1958 y finalmente La Voz Confederal, que sólo sacó un número el año 1963 .
El tercer periodo clandestino, entre 1967 y 1975, es el de la reconstrucción del movimiento anarquista y anarcosindicalista. Esta época tiene unos trazos bastante diferentes y a fecha de hoy carentes de estudios en profundidad. Así, no se ha reflexionado sobre las repercusiones del mayo del 68 en nuestro país, tampoco, o escasamente, sobre la aparición de grupos autónomos y de algunos libertarios en el seno del movimiento obrero y en los barrios -exceptuando al MIL (Movimiento Ibérico de Liberación), aunque tampoco de sus continuadores (la OLLA y los GARI)- y prácticamente nada sobre la reconstrucción de la CNT los tres o cuatro últimos años del franquismo.
Sobre la prensa clandestina de este periodo nos limitaremos a nombrar aquellas publicaciones de las que tenemos conocimiento. Acción Directa (1972) y Estudiantes Libertarios de Cataluña (1973), de los universitarios libertarios; Acción Libertaria (19691970), Ateneo (1974-1975), Federación (1974-1975?)
una sin indicación de lugar y otra del bajo Llobregat; Opción Libertaria (1973-1974), Proletariado Militante (1975), Solidaridad (1971-1976), Tierra Libre de Valencia (1971), Tribuna Libertaria (1970-1975) y Utopía (1975), de grupos anarquistas; Boletín de Información (1972), CNTcomo órgano cenetista (1967-1968 y 1973-1974) y CNTdel Comité Regional de Catalunya (1972-1975), CNT Informa de Barcelona (1973-1974), Cuadernos de Acción Anarco-Sindicalista (1974-1975), Euskadi Confederal (1975), Panorama (1970) y Solidaridad Obrera (1973-1974), como portavoces de la Confederación Nacional del Trabajo.
Para finalizar y seguimos las apreciaciones de Francisco Madrid, podemos indicar que la prensa clandestina es importante porque muchas veces es la única fuente de información de este periodo y también porque marca de alguna manera la existencia de la organización y naturalmente de su poder, esto está reflejado en el número de publicaciones que llegaron a editarse. En su contenido es evidente que no hay demasiada información sobre las actividades y reuniones de la CNT y del movimiento libertario en general, en todo caso sólo aquella que no comprometía a la organización, pero sí que encontramos entre otras: propaganda y reafirmación sobre el ideario anarquista y anarcosindicalista, opinión y debate sobre la situación política del país y sobre todo la lucha contra la dictadura fascista.
Carles Sanz Número especial Solidaridad Obrera: 100 años de anarcosindicalismohttp://www.soliobrera.org/pdefs/centenario.pdf