Por: Comunidad Autónoma Temucuicui
Cuentan nuestros ancianos que nuestros antepasados se plantearon el descubrir y comprender los fenómenos y acontecimientos físicos que ocurren cada cierto tiempo en el universo y en la naturaleza.
Uno de ellos fue el percatarse que existe un momento durante el cual el avance de la noche alcanza su máxima extensión. A partir de esa noche se produce un proceso inverso, es decir, los días se hacen más largos y las noches comienzan a disminuir. Esto, los antiguos lo llamaron Kiñe Pun Trekan Alka (la noche avanza a paso de gallo). A este punto cúlmine en la transformación del tiempo lo denominaron WIÑOY TRIPAN ANTU o WE TRIPANTU, esto ocurre en el tiempo de Pukem(invierno) para todos los que vivimos en este lugar del planeta, más allá de nuestro origen.
La ciencia ancestral mapuche llegó a determinar la fecha del We Tripantu guiándose por la observación de los fenómenos que ocurren en el universo, uno de ellos es la visión de un grupo de estrellas denominadas Gul Poñy -montón de papas o la gallina con sus pollitos (las Pléyades)- que en esa determinada noche se puede ver más cerca de la tierra. También influye en cambio de Kuyen (la luna) a la que se le atribuye la renovación de las fuerzas de las aguas. Otro elemento que influye es la presencia del Wunelfe , lucero del amanecer al cual se le atribuye la renovación de la flora, es decir de plantas y árboles que muestran sus Choyiñ (brotes); y por último, el regreso de Antu (sol) quien renueva el Kimun y Rakiduam del ser mapuche, la gente de la tierra.
La importancia de este momento para la vida mapuche se debe manifestar por medio de diversos ritos ancestrales. Es así como la tarde del día anterior, antes que el sol se ponga en el Lafken Mapu se inician los preparativos instalándose el Anum o Rewe que representa el árbol cósmico de la vida. Los invitados, familiares y amigos se congregan en el lugar de la ceremonia sagrada y con la llegada de la Machi o el Lonko, que tienen el rol de dirigir el ritual del Yeyipun , donde se invoca la intermediación de los ancestros sagrados para que el dueño de la gente y el cosmos Gnemapun, Elchen, Elmapun o Gnechen restablece a la comunicación espiritual con todos los que participan en el rito.
Al anochecer en sus ramadas o alrededor de un Kutral (fogón) se reúnen todos para compartir el Nutram (conversación) de los ancianos y sabios que cuentan hechos de nuestra historia y entregan conocimientos a los niños y jóvenes, también se hace Gulam (consejo) por parte de los Kimche (sabios) donde instruyen para que uno sea Kume Che ( buena gente), Nor Che (ser justo), Newen Che ( tener fuerza interior) y Kimche (sabio). Durante la noche se hacen Purrum (bailes), Ulkantun (canto) y Auakantun (juegos). Todo ello fortalece el espíritu comunitario y solidario que tiene el pueblo mapuche.
De madrugada, cuando aparecen las Gul Poñy, un grupo de estrellas, se anuncia la llegada del Wiñoy Tripan Antu o We Tripantu y se prepara la ceremonia sagrada del amanecer, el Gnillan Mawun. Luego, cuando aparece el Wunelfe -o lucero del alba- y antes que el sol salga por el horizonte, la gente se baña en el Leufu (río), Inan Lafken (lago) o cualquier lugar donde exista agua, simbolizando estar preparado tanto físicamente como espiritualmente para recibir la llegada del WIÑOY TRIPAN ANTU. El regreso del sol y de la luz trae junto con la renovación de la naturaleza el renacer del pensamiento y sabiduría mapuche.
Durante el día se realizan otros ritos de trascendencia para nosotros los mapuche, como pueblo. Uno de ellos es el Lakutun , que consiste en otorgar al niño o niña un nombre que lo vincule con su Kupalme (origen), dándole su particularidad individual dentro del conjunto. También se realiza el rito del Katan Pilun (perforación de las orejas) donde la niña recibe sus primeros Chaway (aros) y su vestimenta tradicional.
Es necesario anunciar que estos y otros conocimientos se vieron gravemente amenazados. A la luz de la sabiduría originaria siguió la oscuridad de la invasión, la conquista y la evangelización, comienzo de un periodo de sufrimiento dolor y tristeza, transformando el desarrollo de nuestra sociedad y el libre andar de nuestra espiritualidad. Muestra de ello es el santoral que se impuso a la celebración del WIÑOY TRIPAN ANTU, motivo por el cual muchos de nuestros hermanos festejan ese día como “un homenaje a San Juan”, desconociendo la trampa cultural que nos ha envuelto.
A pesar de todos los intentos de exterminio, asimilación y dominación, nuestra memoria histórica está viva Petu Moñeiñ, por que la sabiduría mapuche se expresa en Mapudungun, idioma de nuestro pueblo, es por ello que hemos resistido en la práctica y sentido del WIÑOY TRIPAN ANTU, porque desde aquí desarrollamos y proyectamos nuestra filosofía de vida como parte de un cosmos integral.
EL WIÑOY TRIPAN ANTU o WE TRIPANTU adquiere todo su sentido, coherencia y singularidad como fenómeno cósmico y natural, en tanto ocurre aquí, ese preciso momento, para todos los que habitamos y vivimos en este lugar del planeta, más allá de nuestro origen. Nuestro pueblo, al ser consciente de ello, lo valora y lo convierte en práctica sagrada, lo que nos vuelve parte del lugar. Igual actitud podría ser que asumieran nuestros hermanos no mapuche, para quienes el WIÑOY TRIPAN ANTU constituye una oportunidad de enraizarse según su propia particularidad como gente de la tierra.
La trascendencia del WIÑOY TRIPAN ANTU o WE TRIPANTU es que nosotros como parte de la naturaleza y un cosmos integral nos renovamos en nuestras fuerzas y conocimientos con la esperanza de un futuro mejor, por eso SOMOS EL WIÑOY TRIPAN ANTU.
CHEM ANTA WIÑOY TRIPAN ANTU? INCHIÑ TA WIÑOY TRIPAN ANTU.
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