Sobre todo soy un individuo que desea forjar su vida y sus relaciones con el mundo y con otras personas en sus propios términos. Por esta razón soy anarquista. Sin embargo mi perspectiva anarquista es egoísta y tomo de todas las perspectivas aquello que encuentro útil para el desarrollo y consecución de mi proyecto anarquista.
Del individualismo, tomo la principalidad de la libertad de cada persona para determinar las condiciones de su existencia en libre asociación con otr@s como el principal objetivo de la lucha revolucionaria y como reconocimiento de la necesidad de l@s individu@s de comenzar a reapropiarse de sus vidas aquí y ahora en revuelta contra la sociedad hasta el extremo que sean capaces.
Mi perspectiva es insureccionalista ya que reconoce tanto la necesidad del/a individu@ de sublevarse en revuelta abierta contra su condición (insureccionalismo individual) como la necesidad de una ruptura subversiva con el actual orden social-el levantamiento de las clases excluidas y las multitudes de explotad@s contra su condición. (insurección social).
Así, reconozco la necesidad de un análisis de clase y una crítica enérgica de la economía. Yo veo la lucha de clases como la lucha contra la proletarización -por ejemplo la lucha contra la desposesión de nuestra capacidad de determinar las condiciones de nuestra existencia en términos de nuestros deseos reales y aspiraciones. Esta lucha se manifiesta a nivel individual en los actos diarios de sabotaje, robo, subversión y revuelta que la/el explotad@ realiza para recuperar parte de su vida y de su dignidad. El reconocimiento de la propia lucha en las luchas de otr@s es la base que comienza a construir la solidaridad capaz de transformar los actos individuales en “la lucha colectiva para la realización individual”, que considero la verdadera lucha de clases.
Para que este objetivo de liberación de cada individu@ que desee forjar su vida como quiera se materialice, es necesario que tod@s tengamos el mismo acceso a todo aquello que sea necesario para el proyecto de auto-realización, siendo imprescindible destruir las instituciones que impiden este libre acceso. Así, la destrucción de las instituciones de propiedad y el intercambio de artículos y consecuentemente del trabajo- es un objetivo necesario de la lucha revolucionaria. Sólo en esta dirección podrán las nuevas relaciones sociales basadas en la libre asociación sin jerarquías o privilegios, llegar a existir. Este es el comunismo que yo entiendo.
Reconozco que son las instituciones de dominación y explotación las que constituyen la civilización y por ello reconozco mi lucha como una lucha contra la civilización.
Los sistemas tecnológicos -y particularmente el industrialismo- se desarrollaron como métodos de control, por lo que la lucha contra el control es la lucha contra estos sistemas. Por ello mi perspectiva incorpora el luddismo y de forma amplia se le puede llamar anarquismo verde, aunque no lo utilice para ninguna retórica antihumana, y desee impedir la destrucción del medioambiental porque un mundo desbastado reduciría mi existencia y la existencia de todos los seres humanos.
Por ello veo que las dicotomías hechas entre individualismo y comunismo, revuelta individual y lucha de clases, la lucha contra la explotación humana y la explotación de la naturaleza son falsas dicotomías y siento que aquell@s que las aceptan empobrecen tanto su crítica como su propia lucha.