From underground, Diego Ríos’ third communiqué

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From Hommodolars Contrainformación:

November 21, 2009

The following communiqué was sent to our e-mail address, and it comes from comrade Diego Ríos, who is making his presence known in order to mark the International Week of Agitation and Pressure in Solidarity with Comrades Captured by the Chilean State (not an anarchist summit, like those idiots are saying over there).

I do not know prison; I have never been in one, and I just cannot imagine the smell of the air there, or the unbearable walks through its corridors, or much less the loneliness of its cells. Today—on the open road, in secret, leaving no trace—I can enjoy the wind, the night, the rain (which is always a good reason to hide my face), the company of a stray dog, the knowledge that I am far away from the swine who are paid to hunt me. Today I run far from the city, but it is not only the generous oxygen from the trees that swells my chest, it is also the pride of knowing that I have more brothers and sisters than I can possibly be aware of. But knowing that they are there does not matter; their actions speak to me, they are their actions.

My footsteps no longer have the certainty of a fixed destination, but they are still heading toward the destruction of power, so they have become quicker and more unpredictable; I am carrying all my hatred and contempt for its laws, its authority, its society, and I have no room for guilt or fear of punishment. I have also thrown away the naive idea that freedom is the place that exists outside the prison walls. For me, freedom is neither place nor permission; it is action, it is the antiauthoritarian meaning that fills each act, it is the nervousness that precedes attack, it is the uncontrollable regard for a comrade, it is feeling alive because you know that your life no longer belongs to capital, but confronts it.

The destination to which the road I now travel leads me no longer matters; there I will find free and wild individuals with whom to attempt revolt, with whom to sharpen solidarity, with whom to support the unbreakable will to blow up the existing order, to destroy every jail and every cell. I do not need to enter a prison in order to feel the anguish of seclusion in my own skin, so I hope that each one of these words arrives loaded with all the force and affection with which they are written, to each one of the comrades captured by the state and by capital, anywhere in the world. Also know that many of us continue to fight the monster that holds your bodies, that we are defending you from oblivion, that no walls will be able to isolate you from all the warmth that we are sending your way—no matter how high or how thick, we will find something to burn.

I and many other comrades living the insurrectional life know that each act/action brings consequences—favorable or unfavorable, successes or mistakes—and we assume responsibility because we take pride in being as consistent as possible. For that reason, I accept and learn from my errors, and I look to share and multiply my experiences of attack, no matter that they look to terrorize us with their prisons and with the FBI after us; we will not be silenced, we will remain concerned and engaged so that our captured brothers and sisters can be with us, so that their struggle can spread and be known, so that we can keep sharing all our affection with them. We do not forget, and we live to urgently wield solidarity against this society of submission and apathy.

Each word of this communiqué looks to destroy the silence that attempts to isolate our captured brothers and sisters; behind the words are lives that insist on doing the same, with something more than words. For each prisoner—for Axel, Cristian, Matías, Pablo, Flora, Marco, Gabriel—for all those who do not submit and who remain ready to go to war: In every life and in every action, you are also alive and present; you, whose lives exceeded the limits of this world, all of you who died confronting power, we do not forget you, including Matías and Jaime, whose murderers did not even have the slightest courage to shoot face-to-face. I also especially want to remember Johnny Cariqueo and Mauri the punk, with whom I was fortunate to know the happiness of exchanging a few words and gestures, and today I have the pleasure of making sure that their lives continue to confront power. Thank you for teaching us that, against power, the only lost battle is the one not fought.

– Diego Ríos

http://thisisourjob.wordpress.com/2009/11/23/from-underground-diego-rios-third-communique/

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Tercer comunicado de Diego Rios desde la clandestinidad en el marco de la Semana internacional de agitación y presión solidaria con los compañeros secuestrados por el Estado Chileno

*El siguiente comunicado fue enviado a nuestro mail, que corresponde a un comunicado del compañero Diego Rios quien se hace presente en el marco de la Semana internacional de agitación y presión solidaria con los compañeros secuestrados por el Estado Chileno (No cumbre anarquista como dicen los idiotas por ahí).

Tercer comunicado de Diego Rios desde la clandestinidad

No conozco la prisión; jamás he estado en una y no llego a imaginar los olores que allí se respiran, ni los agobiantes paseos por sus pasillos, ni muchos menos la soledad de sus celdas. Hoy camino libre, sigiloso, sin huellas, puedo disfrutar del viento, de la noche, de la lluvia (que siempre es un buen pretexto para disimular la imagen), de la compañía de algún perro vago, de saberme lejos de los miserables a quienes pagan por buscarme. Hoy corro lejos de la ciudad, pero no es solo el generoso oxigeno de los arboles el que hincha mi pecho, es también el orgullo de saber que tengo más hermanos y hermanas de lxs que puedo conocer, pero no importa sé que están allí, sus acciones me hablan de ellxs, ellxs son acción.

Mis pasos ya no tienen la certeza de un rumbo fijo, pero si la de encaminarse en la destrucción del poder, por lo que se han vuelto más ligeros e impredecible, llevo conmigo todo el odio y el desprecio a sus leyes, a su autoridad, a su sociedad, por lo que no tengo espacio para la culpa ni el temor al castigo. Me deshice también de la ingenua idea de que la libertad es el lugar que se esparce fuera de los muros de la cárcel. Para mí la libertad no es un lugar, ni un permiso, es acción, es el sentido antiautoritario que colma cada acto, es el nerviosismo que precede al ataque, es la expresión incontrolada por un/a compañerx, es sentirse vivo, porque sabes que tu vida ya no le pertenece al capital, sino que lo enfrenta.

Ya no importa el destino al que me conduzca el camino que ahora recorro, allí encontrare individuos libres y salvajes con quienes procurar la revuelta, con quienes afilar la solidaridad, con quienes apoyar la inquebrantable voluntad de hacer volar el orden existente, de destruir cada jaula y cada celda. No he necesitado entrar en una prisión para sentir en mi propia piel la angustia del encierro, por lo que espero que cada una de estas palabras les llegue cargas con toda la fuerza y el cariño con que son escritas, a cada unx de lxs compañerxs secuestradxs por el estado y el capital, en cualquier parte del mundo. Sepan también que habemos muchxs que seguimos luchando contra el monstruo que retiene su cuerpo, que lxs defendemos del olvido, que ni los muros podrán aislar todo el calor que les enviamos, no importa cuán altos y cuán gruesos , ya encontraremos algo que hacer arder.

Yo y muchxs compañerxs que hacemos la vida insurrecta sabemos que cada acto/acción trae consecuencias, favorables o desfavorables, aciertos o errores, y nos hacemos cargo pues estamos orgullosos de ser lo más consecuentes posible. Es por eso que asumo y aprendo de mis errores , y busco compartir y multiplicar las experiencias de ataque, no importa que busquen atemorizarnos con sus prisiones y con el FBI tras de nosotrxs, no nos silenciaremos, seguiremos preocupadxs y ocupadxs de que nuestrxs hermanxs secuestradxs sigan presentes, que su lucha se sepa y se propague, de seguir compartiendo con ellxs todo nuestro afecto. Nosotrxs no olvidamos y vivimos con la urgencia de seguir empuñando la solidaridad contra esta sociedad de sumisión y apatía.

Cada palabra de este comunicado busca destruir el silencio que intenta aislar a nuestrxs hermanxs secuestradxs, tras ellas hay vidas que se empeñan en lo mismo, con algo más que palabras. Por cada prisionerx, por Axel, Cristian, Matías, Pablo, Flora, por Marco, Gabriel, por todxs lxs que no se someten y continúan en pie de guerra. En cada vida y en cada acción siguen presentes y vivxs también, aquellxs que su vida desbordó este mundo, todxs lxs que murieron enfrentándose al poder, no los olvidamos. Matías y Jaime, para quienes sus asesinos no tuvieron ni un poco de valor para dispararles de frente. Quiero recordar especialmente también a Jonny Cariqueo y el punky Maury a quienes tuve la suerte de conocer, la alegría de cruzar algún gesto, alguna palabra y hoy tengo el placer de hacer que sus vidas sigan enfrentándose al poder. Gracias por enseñarnos, que contra el poder la única batalla que se pierde es la que no se da.

Trad Italiano (pa difundir po oe, si laweá no es solo leer)

Fuente: Culmine

Non conosco la prigione; non ci sono mai finito dentro e non riesco ad immaginare gli odori che vi si respirano, né i soffocanti passeggi nei suoi corridoi, né tanto meno la solitudine delle celle. Oggi, cammino libero, prudente, senza tracce, posso godere del vento, della notte, della pioggia (sempre un buon pretesto per mascherare l’immagine), della compagnia di alcuni cani randagi, del sapermi lontano dai miserabili pagati per ricercarmi. Oggi, corro lontano dalla città, ma non è solo il generoso ossigeno degli alberi a gonfiarmi il petto, ma anche l’orgoglio di sapere che ho fratelli e sorelle che posso non conoscere, ma so che sono lì, le azioni mi parlano di essi, essi sono azione. I miei passi non hanno la certezza di una direzione stabilita, ma quella di un percorso verso la distruzione del potere,. Per questo i miei passi son divenuti più leggeri ed imprevedibili. Ho con me tutto l’odio e il disprezzo verso le loro leggi, la loro autorità, la loro società; per questo in me non c’è posto per la colpa né per la paura della punizione. Mi sono disfatto anche dell’idea ingenua che la libertà sia il luogo che si sparge fuori dalle mura del carcere. Per me la libertà non è un luogo, né un permesso, è azione, è il nervosismo che precede l’attacco, è l’espressione incontrollata per un compagno/a, è sentirsi vivo, perché sai che la tua vita non appartiene più al capitale, ma che si scontra con esso. Non importa più la destinazione alla quale mi conduce in cammino che sto percorrendo, lì troverò individui liberi e selvaggi, con i quali ci si darà alla rivolta, con i quali affilare la solidarietà, con i quali sostenere l’indomita volontà di far saltare in aria l’ordine esistente, di distruggere ogni gabbia ed ogni cella. Non ho avuto bisogno d’entrare in una prigione per sentire sulla mia pelle l’angoscia della reclusione, per questo mi aspetto che ognuna di queste parole giunga carica di tutta la forza e l’affetto con cui vengono scritte ad ognuno dei compagni sequestrati dallo stato e dal capitale, in qualsiasi parte del mondo. Sappiate anche siamo in tanti che continuiamo a lottare contro il mostro che trattiene i vostri corpi, che vi difendiamo dall’oblio, che le mura non potranno isolare tutto il calore che vi inviamo, non importa quanto alte e quanto spesse siano, noi troveremo qualcosa da far ardere.

Io e molto compagni che facciamo una vita insorgente sappiamo che ogni atto/azione ha le sue conseguenze, favorevoli o sfavorevoli, successi ed errori, e ce ne facciamo carico perché siamo orgogliosi di esser il più coerenti possibile. E’ per questo che accetto ed apprendo dai miei errori, e cerco di condividere e moltiplicare le esperienze di attacco, non importa che cerchino di intimorirci con le loro prigioni e con l’FBI dietro di noi. Noi non staremo zitti, continueremo preoccupati e occupati a che i nostri fratelli e le nostre sorelle sequestrati/e siano con noi, che sia conosciuta la loro lotta e che si diffonda, continuando a condividere con essi tutto il nostro affetto. Non dimentichiamo e viviamo con l’urgenza di continuare ad impugnare la solidarietà contro questa società di sottomissione e di apatia. Ogni parola di questo comunicato vuole distruggere tutto ciò che cerca di isolare i nostri fratelli e le nostre sorelle sequestrati/e. Ma oltre le parole ci sono delle esistenze che si impegnano. Per tutti i prigionieri, per Axel, Cristian, Matías, Pablo, Flora, per Marco, Gabriel, per tutti quelli che non si sottomettono e continuano sul piede di guerra. In ogni vita, in ogni azione continuano ad esser presenti e vivi anche quelli che la cui esistenza ha lasciato questo mondo, tutti quelli che sono deceduti scontrandosi con il potere, non li dimentichiamo. Matías e Jaime, per voi gli assassini non hanno avuto nemmeno il coraggio per spararvi in faccia. Voglio ricordare specialmente Jonny Cariqueo ed il punky Maury, che ho avuto l’onore di conoscere, la gioia di condividere qualche gesto, qualche parola ed oggi ho il piacere che le loro vite continuano a scontrarsi con il potere. Grazie per averci insegnato che contro il potere l’unica battaglia che si perde è quella che non viene fatta.