La huelga de hambre indefinida iniciada el pasado día 28 por los presos políticos vascos en la prisión de Sevilla II se ha extendido a otros presos sociales no solo por apoyo y solidaridad sino porque las duras condiciones de la vida en el departamento de aislamiento de está cárcel la sufren todos los presos.
La tensión que se vive en estos departamentos ha subido exponencialmente en los últimos meses. Tensión que se ve reflejada en:
- Cacheos indiscriminados de celda donde han sido retirados televisores y reproductores de radio y música con el fin de buscar objetos escondidos. Cacheos de desnudo integral y cacheos por palpación cuando se dispone de los medios técnicos necesarios que no violen la intimidad.
- La aplicación sistemática del art. 75.1 RP a algunos presos sin haber tenido ninguna incidencia, manteniéndolos aislados e incomunicados del resto de compañeros presos que se encuentran en el mismo departamento, permitiéndoles únicamente dos horas de patio saliendo solos, cuando esta medida únicamente puede aplicarse como sanción de aislamiento ante alguna alteración regimental, y negándole igualmente la realización de cualquier actividad.
- Rondas nocturnas excesivamente molestas y constantes durante la noche que a pesar de la recomendación del defensor del pueblo de la necesidad de que las rondas que se realicen por la noche se lleven a cabo con el mayor sigilo posible, procurando evitar perturbaciones innecesarias en el descanso noctumo de los intemos
- Constantes amenazas y provocaciones llegando a agresiones físicas, maltrato y palizas
- Condiciones inhumanas de las celdas de aislamiento: Chapas metálicas perforadas en las ventanas que impiden la adecuada ventilación y restringe la entrada de luz apesar de que un auto de la AP de Sevilla instaba a que se retire, y se abstenga de instalar en el futuro chapas metálicas.
- Retirada de medicación prescrita a presos con tratamiento psiquiátrico
- El tratamiento penitenciario es nulo, reducido a pasar la evaluación obligada por la junta de tratamiento.
- Las actividades brillan por su ausencia
- Supresión de comunicaciones y vis a vis con familiares y allegados.
- El J.V.P. se supone que es el encargado de la salvaguarda de los derechos de los internos pero parece ser que las quejas y recursos , por justas que sean, son desestimadas sistemáticamente.