Hola compas.
Me llamo José Luís, tengo 41 años y el sistema me privó de Libertad hace tres años. He pasado por las prisiones de Ceuta, Algeciras y ésta en la que estoy ahora.
Siempre he pensado que cualquier tipo de medida de presión es poca para luchar en contra de esta gentuza.
Pero quizás yo, desde mi modesto punto de vista quisiera ir más allá; pienso que es un problema de educación, de conciencia, de desinformación social, a nivel de adolescentes y a nivel de los sectores más desfavorecidos en esta sociedad estamental, de la cual no paramos de sufrir sus malas consecuencias y sus malas gestiones.
Realizar, charlas, ponencias, coloquios desde pequeños grupos, como asociaciones de vecinos, ponencias en institutos que tengan una gran presión y una gran difusión desde el boca a boca en la calle, para realmente destapar toda esta cruda y fría realidad, que ni la prisión como sistema, no te educa, no te reinserta, no te dan los beneficios cuando te toca, sino cuando a ellos les es más rentable.
Que absolutamente todo tiene un precio, y más aún en los tiempos de crisis en los que estamos, en escusas tan asquerosas como esa se basan, con la pasta que ganan, es denigrante…
Cada día que pasa me indigno más, al ver como a diario esta gente por un simple tirón de bolso o pequeños hurtos, pero al que realmente es un delincuente de verdad está en la playa con el yate pegándose la vida padre, viviendo por encima de la “Ley”, pero ellos la pisotean, que como dice mi gran consejera Pilar, allá donde haya un céntimo habrá corrupción.
Debemos de informar a las nuevas generaciones de cómo y para qué poder sacarle el máximo rendimiento al sistema educativo, informarles también como los laboratorios junto con los gobiernos inventan enfermedades para alertar a la población creando una alarma social e intentan “controlar “dichas “epidemias” con fármacos que a ellos les salen muy rentables a final de año, de cómo y de qué forma se anula totalmente a una persona privada de libertad, para que se convierta realmente en lo que quieran ellos, o sea, en un preso, una punta de un iceberg que estoy seguro que llegará un momento que se les derretirá del todo.
De todas formas, los españoles somos dados a denunciar poco, abusos en las administraciones, negligencias médicas, etc., entonces no es de esperar que en estos campos de exterminio se cambien de acciones y de pensamientos.
De momento nada más mis queridos compas.
Suerte para todos, Anarquía y Libertad.