Hoy como siempre, los represores de gendarmería han pretendido violar mi derecho a recibir medicación por mi enfermedad de asma crónica e hipertensión arterial, siendo que esto ha sido prescrito por médicos de esta institución castigadora.
Hoy miércoles 06-noviembre-2013, estando yo con una crisis de hipertensión, después de pasar con gran dificultad los varios controles de los custodios, logré llegar a la enfermería del penal para exigir más medicamentos que hace tres días no me los hacen llegar, pero el carcelero encargado del acceso a enfermería me negó tozudamente y con prepotencia mi derecho a la salud.
Esto logré revertirlo al plantear mi queja a un oficial de gendarmería, el que al ver mi real estado de salud me llevó a enfermería donde me prestaron atención y medicaron.
Este es uno de los motivos a que días antes de este incidente yo presentara un escrito de traslado a un penal donde tenga la atención médica que necesito, sabiendo que aquí el acceso a atención médica es casi nula.
Como medida de presión, mostrado mi descontento ante la variadas injusticias y vejámenes que aquí ocurren, es que he decidido en gesto de rechazo y rebeldía, no afeitarme hasta no producirse mi traslado, dejando abierta la posibilidad de iniciar una huelga de hambre si esto no tiene una pronta respuesta.
Es necesario aclarar que mi familia no puede visitarme con regularidad, debido a lo lejano del domicilio familiar con el penal de Colina II, y el gasto enorme que significa el venir.
Hago un llamado a solidarizar y manifestarse de cualquier forma o gesto con el fin de mostrar que cuando un guerrero lucha por su dignidad, nunca estará solo.
Desde el centro de exterminio cárcel Colina II, Módulo 4.
Con rebeldía creciente
José Miguel Sánchez Jiménez
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