5 de enero de 1919, en Berlin

espartaq

“habían estado esperando que sucediera algo grande, y en la espera no habían hecho nada.”

”El militante comunista que estuvo allí prosigue su relato: ‘Llegado este punto, ocurrió lo increíble. Las masas estaban ahí desde muy temprano, en el frío y la niebla. Mientras los jefes, sentados en algún lugar, debatían. La niebla se hizo más espesa, y las masas siguieron esperando. Pero los jefes todavía estaban debatiendo. Llegó el mediodía y al frío se añadió el hambre. Y los jefes seguían debatiendo. Las masas no cabían en sí de tanta expectación: querían algún hecho, una palabra que aliviara su tensión. Nadie sabía nada. Los jefes debatían. La niebla se hizo aún más espesa, y el día empezó a declinar. Con tristeza, las masas regresaron a sus
hogares: habían estado esperando que sucediera algo grande, y en la espera no habían hecho nada. Y los jefes, mientras tanto, debatían. Habían estado debatiendo en el Maritall66, luego se dirigieron a la prefectura de policía, y volvieron a debatir. Afuera, a las masas se las hizo esperar, en la desierta Alexanderplatz, pistola en mano, con sus armas pesadas y ligeras. Y adentro, los jefes debatían. En la prefectura los marinos apuntaban sus armas en todas direcciones, y por donde miraran al exterior, veían una muchedumbre de soldados, marinos y proletarios. Y adentro, los jefes seguían sentados, debatiendo. Estuvieron sentados toda la tarde, y siguieron sentados durante toda la noche, y debatían. Y a la mañana siguiente, cuando el día se volvió gris, volvieron a sentarse, y así siguieron y siguieron, y volvieron a debatir. Y los grupos regresaron una vez más al Siegesalle y los jefes se sentaron a debatir. Debatieron, debatieron, debatieron.’”

(Die Rote Fahne, 5 de septiembre de 1920) Mira també:
http://letrascontraelcapital.blogspot.com.es/2014/01/5-de-enero-de-1919-en-berlin.html