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Una presentación de un documento burgués clásico y muy entretenido, que adjunto:
¿Cómo nos ve el enemigo de clase?: “Los anarquistas”, de César Lombroso
Parte esencial de la dominación de clase en la sociedad capitalista se asegura ideológicamente. La represión desnuda no bastaría jamás para asegurar el orden social burgués, puesto que en tal caso sería fácilmente erradicable mediante resistencias espontáneas. Lejos de eso, entonces, la clase dominante necesita recurrir a todo el ámbito de lo que el profesor loco y estalinista arrepentido don Luis Althusser llamaba “Aparatos Ideológicos de Estado”, que si bien nunca renuncian a ejercer un tipo especial de violencia represiva, funcionan “principalmente mediante la ideología”.
Dentro de la ideología de la clase dominante, revisten especial interés aquellos esfuerzos concientes y más o menos sistemáticos que, partiendo desde la actividad de burócratas especializados, profesores y sumos sacerdotes de la ideología, se transmite hacia todo el conjunto de la población a través de la “industria cultural” y el “espectáculo” (en su sentido más banal y obvio: consumo de imágenes) y se orientan a preparar de antemano la invisibilización, descalificación y finalmente criminalización de los antagonistas.
En esta ocasión, entregamos para conocimiento de todos los habitantes de Tierra del Fuego un clásico documento secretado por la más burda “criminología positivista” de fines del siglo XIX, aquella que se dedicó a clasificar a la minoría “desviada” y/o delincuente de entre los segmentos subproletarios ya encarcelados por el sistema penal, tratando de justificar dicha represión de clase como algo “neutro” y “científico”. De hecho, lo que define al “positivismo”, además de su pedantería y oposición a toda crítica radical, son sus pretensiones científicas.
César Lombroso (que al igual que otro positivista estrella, Enrique Ferri, se consideraban “marxistas” y darvinistas al mismo tiempo, y militaban en el PS Italiano) consideraba a los “anarquistas” como un tipo particularmente peligroso de delincuentes, y a ellos dedicó esta joya del pensamiento burgués, donde mediante análisis de sus tatuajes, canciones y “cultura” termina confirmando dicha peligrosidad y la necesidad de que la sociedad los combata duramente.
A nuestro juicio, no es casual que ambos “socialistas” terminaran colaborando abiertamente con el régimen fascista de Mussolini (que en su momento fuera también un destacado militante del PSI). En el socialismo de la II Internacional (el que inventó un “marxismo oficial” tremendamente positivista y castrado), los elementos evolucionistas, estatalistas, pro-trabajo y en general acríticos del capital como totalidad, permitieron que al surgir el fascismo la clase dominante jugara con una imitación de “revolución proletaria” que no pro causalidad se pretendía “nacional” y “socialista” a la vez.
Tampoco es casualiodad que gran parte del cúmulo de estupideces que se dice sobre nosotros no haya variado esencialmente en un siglo.
Atentamente
Mad Profesor
crimcrit@gmail.com
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Nota: Recordemos que en criminologia, Lombroso es un exponente de aislar las conductas fuera de cualquier contexto social. Que mejor escuela aquella que la que hoy la prensa por ejemplo, realiza sobre la lucha de clases; o las palabras del subsecretario rosende al referirse sobre el tema “bombazos” que “esa gente no tiene limites”. Algo asi como si quienes enfrentan al poder mediante metodos que el capital no legitima, poseen una especie de cromosoma defectuoso que los lleva a acciones irracionales que JAMAS se relacionan con situaciones sociales que se generan en torno y por el proceso de valorizacion del capital.
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