No sin asco hemos leído algunos intentos de reflexiones realizadas con la excusa de un balance “critico-autocritico” a la acción por la cual acusan a la compañera Sol y la correspondiente solidaridad de entornos anárquicos.
El 21 de Enero del 2014 la compañera Tamara Sol es detenida acusada de haber disparado contra un miserable guardia del Banco Estado, en la comuna de Estación Central. Misma institución bancaria, pero que en una sucursal diferente había sido acribillado meses atrás el compañero anarco nihhilista Sebastian Overluij durante un intento de expropiación. A diferencia de quienes redactaron algunos textos, nosotros desconocemos las motivaciones e inclusive el fin del dinero que iba a ser expropiado en las circunstancias donde murió acribillado el compañero Sebastian Overluij, no es nuestro tema y no nos interesa. Nos planteamos lejos y desinteresados en aquella discusión sobre si el dinero será utilizado para fines/proyectos “colectivos” ,“de lucha” o para sobrevivir y alejarse del trabajo asalariado. La expropiación ha sido un método históricamente utilizado por distintos movimientos revolucionarios y en particular por los compañeros anárquicos, la entendemos y defendemos como tal.
Actualmente Sol permanece en prisión preventiva en la cárcel de San Miguel siendo reformalizada bajo la figura de “homicidio calificado de carácter frustrado”. Distintas expresiones y de diversas tendencias han decidido solidarizar con Sol asumiéndola como compañera en la lucha contra el dominio.
Ante el rápido avance de los sucesos ocurridos, las informaciones y el desenlace de los hechos, la solidaridad no sabe ni puede esperar, no entiende de tiempos muertos o de repliegues estratégicos, el silencio y desentenderse de lo ocurrido se transformaba en una palmoteada en la espalda no solo a las policías sino a la serie de jueces que se ergio para condenar la acción vindicadora por la cual Sol esta siendo acusada, o que llego a buscar patéticas excusas arraigadas en el machismo a la hora de leer lo ocurrido.
Nuevamente la consigna fue y es: La acción directa se defiende!
De la critica a la acción, a la critica a las posiciones
La compañera Sol ahora permanece en prisión. Una celda de la Torre 1, en un modulo destinado a “prisioneras de alta connotación social” como algún asistente social/psicólogo de gendarmería decidió designarlo, es el lugar de estadía de la compañera donde en un severo régimen de aislamiento y encierro resiste la compañera.
Pero esta reflexión no se trata solamente de personas puntuales, de nombres y apellidos sino también de ideas, posiciones y proyecciones históricas de insurrección las que enfrentan tribunales, las que son encadenadas, las que son criticadas y las que intentan una y otra vez ser aniquiladas. El poder lo sabe y por eso se lanza con tanto entusiasmo sobre quienes encarnan dichas posiciones.
Hemos leído algunos textos que han decidido criticar la defensa que se ha realizado tanto a la compañera Sol como a la acción por la cual es acusada. Reflexiones que no son mas que una critica a las posiciones y proyecciones insurrectas en torno a la lucha o que aveces hablan desde una confundida lectura de la realidad.
Figuras como “cliches violentos, ideas rimbombantes y radicalismo en la forma y no en el fondo” son los argumentos para disfrazar una critica con una “autocritica”. Finalmente y lejos de ser una serie y continuidad de respuestas a lo planteado por algunos sujetos, nosotros hablamos de la proyección.
Denominando “Fauna contrainformativa” a la serie de información, proyectos anárquicos, paginas y publicaciones. Para nosotros la violencia revolucionaria es una herramienta que se hace -siempre- necesaria legitimarla en cualquier escenario. Pero no es solo el ejercicio o no del uso de la violencia revolucionaria el que pueda marcar alguna diferencia o punto de afinidad, sino la proyección que adquiere en el quehacer de insurreccion.
Cuales serian las supuestas ideas rimbombantes?, El atacar a la autoridad, al dominio, al estado?. El llamado a la venganza y la acción vindicadora cuando un compañero es acribillado, ha sido parte histórica del arsenal en la lucha ácrata a lo largo del mundo y en todos los tiempos. (Simón Radowitzky, Efraín Plaza Olmedo o
Antonio Ramón Ramón por mencionar solo algunos conocidos anarquistas cercanos a este territorio). Nosotros no olvidamos nuestra historia y nos sentimos parte de todo aquel vendaval de mujeres y hombres que decidieron poner la lucha como prioridad en sus vidas.
La posibilidad de caer en “fetiches violentos” o una “estética de espectáculo”, podría existir cuando la atención se fija en la forma y no en el fondo, cuando no comprendemos la globalidad del ejercicio anárquico y revolucionario, cuando nos centramos en un eterno presente sin ver perspectiva alguna en nada. Cuando la soberbia hace pensar que al nacer comienza la lucha y al morir se acaba el combate a la autoridad, cuando no nos vemos en nuestras generaciones antecesoras ni en los que vienenen sino que se permanece en una inocua visión a-historica. Pero el enemigo tiene memoria…y mucha.
La posibilidad de la cárcel
“¿Sirve mas un compañerx en la calle o en la cárcel?” Fácil es caer en aquella dicotomía economicista propia del chantaje donde los limites de esa respuesta se encuentran en los valores y decisiones que cada uno como combatiente toma frente a la realidad del dominio.
Nadie quiere a un compañerx en la cárcel, pero el optar por atacar el dominio lleva consigo indiscutiblemente la cárcel como parte del camino de lucha, quien sencillamente no se lo plantea como una posibilidad es porque no pretende el enfrentamiento con lo existente. No es una opción agradable, gratificante o placentera, no es un estadio buscado premeditadamente, pero es una indiscutible realidad. Queremos a nuestros compañeros en la calle, luchando independiente del vericueto legal con que lxs compas puedan salir siempre que no haya delación con el entramado jurídico, pues finalmente como decía un querido compañero:“Los anarquistas llevamos la cárcel en las venas”
Finalmente es la proliferación del ataque multiforme, el surgimiento continuo de grupos de afinidad que se gestan para enfrentar la cotideanidad de enfrentamiento y la defensa de quienes pasan a la ofensiva, la mejor respuesta.
No fue el mismo guardia, no era un buen calibre, no era el responsable de la explotación, no estaba planificado, la venganza no es revolucionaria….
Si bien aca se habla del caso de la compañera Sol, buscamos también que esta breve reflexión trascienda esta coyuntura especifica. Quienes deseen criticar la acción directa violenta siempre pueden buscar mil excusas: que se le hace el juego a la represión, que no se ataca la totalidad del dominio, que el daño sera prontamente reparado, que empeora la situación de lxs compañerxs adentro, que no es eficaz, que bla bla bla. Entendemos que todxs quienes decidan ejercer la violencia revolucionaria, realizaran evaluaciones respecto a su actuar en un momento, lugar y forma determinada.
Pero hablamos de la insurreccion, no desde las continuas excusas: Que el guardia de banco no seria el mismo,que es un simple trabajador, que el arma no era eficaz para algún supuesto cometido, etc. El domino se extiende y explica por si solo, se siente, se ejerce continuamente en la existencia de la sociedad, el Estado y el Capital. Reflexiones que solo tienden a confundir, ya que es imposible golpear a la cabeza por la sencilla razón de que no se esta luchando contra una estructura militar, sino contra el propio ejercicio de la autoridad, contra quienes salvaguardan el capital, en definitiva contra la sociedad de esclavos forjada a fuerza.
Vaciar el potencial revolucionario que tiene la venganza, eliminarla como una de las aristas de la revuelta es negar la historia de lucha. No nos referimos ni entendemos la venganza solamente como un sentimiento momentáneo, pero comprendemos como la impunidad con que se pasean los asesinos a sueldo de revolucionarios, mapuche y distintos jóvenes marginales es una bofetada a cada compañerx que escucha latir su corazón. El asunto no se trata de defender solo a quienes deciden ir a cobrar revancha sino que termina siendo un cuestionamiento mismo a la noción de la justicia burguesa.
Ante esta y otras criticas aparecidas respecto a la planificación o no de aquella acción o si eran los materiales idóneos, pues para nosotros la respuesta sigue siendo la misma: La acción violenta revolucionaria se defiende
Es en la cultura de guerra donde fomentamos en cada uno de nuestros gestos, acciones, palabras y letras la validación del ataque continuo y multiforme. La vida toda no la podemos segmentar en aspectos puntuales sino en que para nosotros es la totalidad de sus aristas la que se entrega al enfrentamiento. Acallemos los monólogos de quienes condenan con excusas el paso a la ofensiva y las decisiones individuales en la revuelta.
¡Solidaridad con la compañera Tamara Sol Farias Vergara!
¡A sacar a todxs lxs prisionerxs revolucionarixs de las carceles!
¡Hasta destruir todas las cárceles!