El movimiento autónomo y los grupos de afinidad en el Madrid de los noventa.
Sábado 14 de junio, 18:30.
Local Anarquista Magdalena
Calle magdalena 29 2º izq. Madrid
Durante los años noventa grupos de gente mayoritariamente joven, se comenzaron a organizar en distintos barrios, institutos, facultades… formando colectivos, que se reunían semanalmente de forma asamblearia en distintos lugares (okupaciones propias o de barrios vecinos, algunos locales y bares); asambleas en las que, de forma horizontal, se decidían las movilizaciones a realizar, los grupos de trabajo que se encargaban de determinadas dinámicas o las campañas por emprender cotidianamente. Este “movimiento” tenía como referente y aglutinador común la coordinadora Lucha Autónoma, creada en el otoño de 1990 fruto del acuerdo y la síntesis de los debates sobre organización y autonomía que se dieron entre varios colectivos de Madrid.
A partir de los años 94/95 se produce un crecimiento de este “movimiento”, aumentado los asistentes a manifestaciones, okupaciones… y multiplicándose los colectivos de barrio y los jóvenes que militaban en ellos; Este ambiente, vinculado a la okupación de inmuebles para viviendas y centros sociales, la insumisión al servicio militar y la Prestación Social Sustitutoria para los jóvenes objetores de conciencia, los enfrentamientos con la policía en manifestaciones, la actividad cotidiana de denuncia en la calle del abismo al que nos conduce el sistema capitalista y la democracía totalitaria, la solidaridad con los presos… fue el caldo de cultivo en el que se gestó el “insurreccionalismo” y su punto de partida, al menos en Madrid, pues fueron algunos jóvenes de los barrios participantes en estas movilizaciones los que posteriormente adoptaron estas teorías y sobre todo, a veces más desafortunadamente, adoptaron su retórica mal interpretada, facilitando ellos mismos su individualización por parte de sus numerosos enemigos.
En esta charla/debate analizaremos aquellos años de luchas juveniles minoritarias y la desintegración de este ambiente, en la misma época en la que se comenzaba a vislumbrar la “burbuja inmobiliaria” y el consenso de todos los partidos en la lucha “antiterrorista” anunciaba la llegada del estado de excepción permanente bajo el cual vivimos en la actualidad.