Nos llega la información anónima según la cual a diversas personas presas (las mas rebeldes), en diversos centros de exterminio del estado español, cada semana les ponen una inyección de un farmaco (al parecer un “psico-fármaco”)… de hecho, una verdadera droga, que se llama RISPERDAL, que, según el mail, “te convierte en un/a tont@ al 100%… te anula toda tu voluntad…

Hay dos presos en especial que se estan dando cuenta de lo que estan pasando y quieren que todo esto salga de los muros (no tienen a nadie que puedan ayudarles por que son “extranjeros”)… y les estan matando asì, en el silencio de estas tumbas-cárceles)… piden ayuda”.

En estos casos, es muy complicado ayudar a pres@s que nunca tuvieron contacto con movimientos anticarcelarios, y que encima tienen un gran “desarraigo”… son carne de cañón para los lacayos más sádicos, y para los servicios “médicos”, quienes se pasan el juramento hipocrático por los genitales.

Ya hemos hablado de lo fundamentales que son l@s “profesionales sanitarios” en las torturas en las prisiones. No sabemos que les contarán a sus familiares cuando l@s vean de su maravillosa labor diaria. Pero seguro que también miran para otro lado, sabiendo lo que puede provocar este “fármaco” (y tantos otros), que cuenta al menos con una triple sentencia condenatoria consecutiva en los EE.UU. por ocultar los efectos adversos que provoca. Risperdal, terrorismo sanitario en las prisiones españolas, centros de exterminio. Y negocio para Johnson & Johnson, multinazional asesina, como tantas otras, que sacan dinero de donde sea, cueste lo que cueste. Por cierto, este tipo de “iniciativas siniestras” que lucran brutalmente a una multinazional norteamericana, serán ya totalmente legales si no luchamos también contra el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP), otra barbaridad que se nos viene encima como no “nos pongamos las pilas” y, como mínimo, tomemos las calles. Por supuesto, lucha con fondo y forma libertarios, que nadie se lie por el enlace que hemos puesto, alejándonos de cualquier parásito de izquierdas, y teniendo en cuenta que estado y patronal sólo entienden un lenguaje: boicot, huelga y sabotaje.

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