Este Centro Social se define como asambleario, autogestionario, horizontal, participativo, activo, vegano y en defensa de la tierra, feminista y pro-okupación.

Pretendemos que este espacio sea un punto de encuentro, un medio para la acción directa político-social, la generación de alternativas, la transformación social, la autogestión y la autonomía, el desarrollo colectivo, el aprendizaje y la crítica. Un espacio donde desarrollarnos tanto personal como colectivamente, donde construir también un espacio de ocio y cultura alternativo para el barrio y para cualquiera con ganas de participar, donde se generen otras formas de relacionarnos.

Este centro social es okupado porque entendemos la okupación como una herramienta subversiva contra la propiedad privada, que es un pilar básico del Capitalismo y del Estado. Al no recibir ayudas ni subvenciones gestionamos nuestro espacio y recursos de manera autónoma. Consideramos legítimo okupar espacios vacíos o abandonados, para transformarlos en espacios abiertos y autónomos que den rienda suelta a actividades y proyectos combativos, en los cuales realizar talleres, charlas, proyecciones, conciertos… Un lugar donde las vecinas y vecinos puedan reunirse y fomentar la solidaridad y la cooperación entre personas y colectivos implicándose en este proyecto de transformación social.

Este Centro Social se financia sin drogas porque partimos de que el poder utiliza las drogas y el alcohol como herramienta para la desmovilización social y el anestesiamiento colectivo; de ahí que nuestro tiempo de ocio acaba convirtiéndose en tiempo de consumo donde en lugar de juntarnos colectivamente para tejer redes y conquistar autonomía en nuestras vidas estamos de borrachera y/o resaca. Es por eso que no queremos ser cómplices de esta herramienta del poder dentro de nuestros espacios.

Además, el alcohol y las drogas han supuesto multitud de situaciones de violencia hacia el Centro Social y las personas que se encontraban y/o encuentran en él, por ello queremos construir un espacio sano y agradable para todas las que nos encontremos en él.

El Centro Social es vegano porque el veganismo, es una forma de poner en práctica las ideas antiespecistas. Los animales no-humanos sufren vidas de tortura y sufrimiento y mueren innecesariamente para satisfacer las “necesidades” de los humanos. A esto añadimos que a diario estamos acabando con el lugar en el que vivimos, el consumo de carnes y derivados animales contribuye al deterioro de los recursos naturales y a la contaminación ambiental.

La liberación animal es parte necesaria de una lucha más amplia contra la opresión, una opresión que se manifiesta de muchas maneras y que debe ser combatida combinando muchos elementos, pero que tiene su origen en la imposición de quienes tienen poder (sea económico, político, físico, moral, etc.) sobre quienes no lo tienen.

Por tanto, para nosotrxs la liberación humana ha de ir de mano de la liberación animal, pues la base de la esclavitud tanto humana como animal es la autodesignación de superioridad, no podemos luchar contra la superioridad impuesta por un humano sobre otro a través de la designación de clases social, por ejemplo, dejando de lado una lucha de la supremacía que impone el humano sobre su entorno.

El Centro Social es un espacio feminista porque estamos inmersas en una sociedad machista, patriarcal y heteronormativa, en la que dia a dia se reproduce violencia hacia las mujeres y las sexualidades disidentes (lesbianas, transexuales, transgéneros, gays…)

Cuestionamos los roles de poder protagonistas en las expresiones políticas, sociales, culturales, artísticas… perpetuados historicamente por el patriarcado, la heterosexualidad, el racismo y el clasismo.

Vivimos en un mundo rodeadas de violencias estructurales y actitudes machitas cotidianas en todas nuestras relaciones. Por este motivo consideramos imprescindible crear espacios de seguridad y lucha colectiva en los que todas tengamos cabida, espacios donde construir nuevas formas de relacionarnos, que cuestionen y rompan con el orden patriarcal.

¡Y recuerda! Queremos construir un espacio anticapitalista, antiautoritario, colectivo, horizontal y vegano contrario al heteropatriarcado, el racismo, la lesbofobia, la homofobia, la transfobia y cualquier otro tipo de opresión y relación de poder jerárquica en base a la raza, la clase, la diversidad funcional o la apariencia física. Todo esto no entrará a debate ni se cuestionará por ser la base de este proyecto.

Se trata de un espacio político donde apostamos por el respeto a lxs demás y buscamos sentirnos cómodxs y segurxs. No se pasarán por alto actitudes y agresiones de tipo machistas, racistas, xenófobas, tránsfobas, lesbófobas, homófobas, capacitistas o insolidarias… de hecho se responderá ante ellas.