Sobrevivo en una mazmorra democrática, apartado del mundo real, aguantando y resistiendo para que este sistema deshumanizado no acabe conmigo, con mi libre pensamiento. Sigue habiendo abuso de poder, torturas físicas, la psicológica es la diaria, a la que ya resisto como si fuese nada. Cuando llega (alguien sancionado con)un artículo 72 de segundo grado (al módulo de aislamiento,) según la guardia de bastard@s que hay pilla palos, hemos escuchado sus gritos como de animales heridos, a nosotros nos dejan tranquilos, pero sé que si me rebelo, voy a pillar y estar amarrado de pies y manos un par de días, pero yo me defiendo, no les voy a permitir que me torturen sin que yo me defienda, aunque llevo las de perder no me importa, antes de todo está mi dignidad.

Aquí no tenemos sala, así que si llueve no podemos salir al patio, no hay casi ninguna actividad para los 91.3 y 91.2, el Subdirector de Seguridad se cree el amo de tod@s nosotr@s, todo hay que solicitárselo a él, con el beneplácito del JVP ya que no nos dejan ni consolas de video juegos, según la jueza por una sentencia del tribunal constitucional, ¿quién se cree esto? lo único que saben es dar pastillas para tener a la gente tranquila y cogida. El médico solo viene una vez a la semana, ¡nada más! la consulta con un 10% de la puerta abierta y delante del carcelero de turno, hacemos 5 días de huelga de hambre y se sanciona, ya nos quitan hasta el derecho a protestar pacíficamente.

Seguro que a l@s polític@s corrupt@s que están presos no los tratan como a nosotr@s, para ell@s es rehabilitación y reinserción, para nosotr@s es solo castigo, puro y duro, su constitución es para ell@s, para el resto solo es un libro escrito que nos imponen. Seguimos en lucha, hasta el final. Un abrazo libertario para tod@s. No nos vncerán. Anarkía ¡Ya!

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Luís Miguel Mingorance Corral