“En la okupa. En la orgía. En la revuelta. En el tren o el pueblo ocupado. Nos volvemos a encontrar.
Nos volvemos a encontrar
como singularidades cualquiera. Esto es,
no sobre la base de una común pertenencia,
sino de una común presencia.”
TIQQUN
Nunca fuimos anarquistas, o es que nunca se trato de serlo, nunca pretendimos el reconocimiento, de antesala quemaríamos la identidad en pos de eso que llaman anarquía, pero siempre como niñxs huérfanos. Cada herramienta paso a ser un arma. Cada palabra se transmuto en un insulto, cada amiga y aliado tuvieron significantes singulares-resistentes. En ese flujo colectivo egoísta tuvo sentido el pasquín, se dijo así mismo anarquista no por lo primero, sino por un devenir ácrata.El Amanecer celebra tres años de propaganda. Su fiesta terrorista poética es la anarquía, esa que ya alejamos de los dogmáticos y/o románticos, la que imaginamos; inventamos… incendiaria de los liberadores, y en construcción de practicas de libertad. No cantamos en el tono de los que animan la homogeneidad del anarquismo, pero nuestro canto es el conflicto, por el fin de las identidades anarquistas; somos Nada, en devenir singular cualquiera. No creyentes, eternos constructores de la anarquía, reapropiadores del deseo contra la sujeción dominadora.
Desde la miseria resentida algún día volveremos a imprimir.
oktubre 2014.
http://periodicoelamanecer.wordpress.com/