A toda la Socialdemocracia

coche-ra

anonimo

nota nac: El siguiente texto esta enmarcado dentro del contexto las marchas realizadas en México por el brutal asesinato de 43 estudiantes. Nos parece de suma importancia su contenido pues se extrapola a las diversas situaciones de movilización callejera que se dan en cualquier parte del mundo.

Esto es una evidencia más que las contradicciones del capital, si bien se expresan con características diferentes acorde a su lugar geográfico, tienen respuestas en esencia idénticas; desde el modo en que se vuelve acto el antagonismo hasta como se intenta neutralizar por los mismos sectores que “están a nuestro lado”…aquellos que aparecen para neutralizar la radicalidad que emerge en el proletariado…No hablamos por hablar, las revueltas del 2006 y 2011 son un hecho concreto de como la fuerza que difusamente surgia, era intoxicada para que no adoptara la forma de un posicionamiento real….Lo vimos, lo vivimos en la calle.

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A toda la Socialdemocracia

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extraido de http://proyectoferrer.wordpress.com/

a los reformistas, a los progresistas, a los ciudadanistas, (que para el colmo todo eso es lo mismo), que ante las muestras de repudio al terror estatal que rompen con la dinámica de marcha-procesión (decepcionante por demás) sólo atinan en vomitar su verborrea tipo “desvirtúan la protesta” “son provocadores del gobierno para justificar más represión” (cosa por demás patética, el Estado no necesita pretextos para la represión, ¿acaso necesitó porros para masacrar a los estudiantes en Ayotzinapa?); ante tanta estupidez de su parte sólo tenemos unas palabras que decirles:

“Toda la represión, encarcelamiento, torturas, asesinatos y desapariciones de militantes proletarios revolucionarios y luchadores de diversas tendencias políticas opositoras, que el burgués Estado mexicano ha desatado contra los “rijosos” y los “vándalos”, no se deben a “violaciones a la constitución”, ni a la “corrupción del gobierno”, ni al “entreguismo a los yanquis”. Se deben a medidas necesarias que el Capital necesita para imponer mediante el terror cercos de aislamiento que imposibiliten y debiliten las futuras luchas en su contra…

Las campañas que desde la tribuna del Estado nos llaman a sacrificarnos por el bien de la economía, a apretarnos el cinturón y a trabajar más en pos de una superación ficticia que nunca llega, no están en contraposición alguna a las campañas civilistas que nos incitan a manifestarnos correctamente dentro del marco legal y promueven denunciar a los “malos” manifestantes que sólo son “vándalos” e “infiltrados”. Toda esa propaganda sólo contribuye a reforzar nuestro aislamiento e impedir que nuestra solidaridad de clase se consolide para dar golpes más certeros que nos abran el camino a un cambio radical de nuestras condiciones de vida.”

(Extracto de un panfleto repartido en la manifestación del 8 de octubre)

Y por supuesto, no se trata de contraponer al fetiche de la marcha-pacifista el otro fetiche del violentismo, se trata de reconocer que la lucha del proletariado (¡porque si no hablamos del proletariado entonces de qué carajo!) debe ser integral, no estancarse en ninguna de las separaciones que nos ha impuesto la sociedad burguesa, separaciones tales como privilegiar el fetiche organizacionista (que siempre termina siendo sólo un montón de siglas llamativas y de “organizaciones” que ni son operativas y sólo deambulan en un sinfín de posiciones socialdemócratas), el pacifismo como el ÚNICO método de movilización (a tal grado que se termina condenando hasta las pintas y grafitis o el hecho de elegir estar con el rostro cubierto; porque según estos “chicos” expertos en manifestaciones: “desvirtúan nuestra marcha”), o por el otro lado, el fetiche violentista (el creer que la lucha se reduce a las molotovs, los incendios, los sabotajes, la autodefensa, ejecutándola en todo momento y situación).

Como decimos, la lucha del proletariado es integral, es multifacética, es práctica y teórica, es violenta y también no necesita ser a toda costa violenta. Tanto repartir la propaganda, afilar la teoría, llevar a cabo debate, reconocernos en organizaciones, así como enfrentar a los perros del Capital es necesario, hay veces que es necesario hacer algunas cosas más que otras, pero otras veces es indispensable llevarlas a cabo integralmente.

Ante esto, nosotros nunca condenaremos ni tergiversaremos las acciones de los compas, ni mucho menos reproduciremos la propaganda de la socialdemocracia que dice que “son agentes del Estado” “son pagados por el PRI” “desvirtúan la movilización” y otras linduras decadentes repetidas hasta el cansancio por los Carmen Aristegui Noticias[2], los Proceso, los Jornada, y toda la intelectualidad rastrera pequeñoburguesa que ansía gobernar este país.

Las acciones directas violentas, o con algún matiz de ésta, para nada son una característica única de grupos anarquistas, como los medios de izquierda-derecha nos lo hacen creer. Las poblaciones que se han decidido enfrentar al Estado-Capital (aquí en México como en todo el mundo), ante el despojo, la depredación y la explotación, tienden cada vez más a demostrar una resistencia activa con prácticas que nada tienen que ver con regalar florecitas a la policía, o dejarse porrear por éstos para demostrar que son unos santos al igual que Gandhi. Por eso mismo los medios de izquierda-derecha se han dedicado a lincharlos mediáticamente con adjetivos como “vándalos[3]”, “rijosos”, “estúpidos vándalos”, “criminales” o “provocadores”, “agentes del Estado”, “porros”, etc. Esas mismas palabras se usaron para los pobladores de Atenco y Oaxaca en el 2006, los de San Bartolo este año, para los estudiantes de normales rurales, para los anarquistas, en fin, en general, para el proletariado que se niega a ceder ante el poder hegemónico y que responde con escupitajos, golpes y molotovs a todos esos perros bastardos.

Y para finalizar, la violencia no es una cuestión de “realización existencial”, ni para afirmar nuestro ser, como si se tratase de yoga o autoayuda psicológica, la violencia no es que la elijamos gratuitamente como “forma de ser” o “estilo de vida”. La violencia es parte integra de la lucha, es una parte no lo es todo, es una herramienta, y si esta no conlleva un contenido de clase y de ruptura no sirve de nada, sólo quita tiempo y energía. Por lo tanto nosotros no juzgaremos, en sí, el acto, sino más bien el contenido en el cual se enmarque ese acto.

¡Solidaridad con todxs nuestrxs hermanxs presxs en las mazmorras del Estado, con lxs perseguidxs, secuestradxs y masacradxs!

¡Contra toda la socialdemocracia!

¡Contra todo lo existente sus defensores y sus falsos críticos!

¡Por el comunismo, por la anarquía!

http://www.hommodolars.org/web/spip.php?article5279