[Noticias de la Guerra Social]
A las 7:10 AM, un obrero encuentra un bolso en buen estado a un costado de la Carcel de Mujeres y la Direccion metropolitana de Gendarmeria, decide llevárselo a la construcción donde se dirigía para trabajar.
Una vez en la obra, y al revisar el contenido del bolso, se percatan de un extintor con un sistema de relojería adosado. El guardia de la construcción alerto al trabajador sobre la posibilidad de que fuese una bomba, tras discutir con el obrero –quien pretendía llevárselo para la casa y/o venderlo- decide ir a devolverlo y alertar a gendarmería.
Una vez, devuelta en la entrada del recinto carcelario, los gendarmes rechazan atenderlo indicándole con el acostumbrado tono de soberbia e ignorancia que se lleve de aca aquel bolso y su contenido.
Confundido, el obrero decide cruzar la calle y dirigirse al bandejon central que divide la Avenida Vickuña Mackena, dejando el contenido del bolso a un costado de un gigante pilar del Metro que conecta la Linea 5, muy próximo a la estación San Joaquin.
Al día siguiente, el 6 de Noviembre, cerca del mediodía un jardinero del sector encuentra el artefacto en los arbustos del bandejon volviendo dar a viso a gendarmería, quien esta vez da crédito a la versión del jardinero llamando a la policía que genera un amplio despliegue de seguridad por el sector.
Tras acordonar el área, un equipo del GOPE (Grupo de Operaciones Especiales) llega al sector con trajes especiales, robot antibombas y vehículos especiales para inspeccionar el artefacto que no había detonado. Finalmente y tras largas horas de operaciones, el GOPE intenta realizar una detonación controlada sin poder desactivar por completo el artefacto, teniendo que ser trasladado en un vehículo especial para ser detonado en su cuartel. Según versiones de la prensa, en el lugar habría existido un panfleto que señalarían frases como; “esta no es una acción terrorista” y que “el único terrorismo es el que ejerce el Estado”, sin que hasta el momento hayan sido mostrados o difundidos.
Desde la afiebrada mente de los voceros del poder y la prensa, se habla de un nuevo atentado anarquista contra el metro que esta vez supuestamente con una pequeña carga de pólvora negra destruir el pilar del metro y buscar su descarrilamiento. El subsecretario de Interior, Mahmud Aleuy, inmediatamente invoco la ley antiterrorista para querellarse contra quien resulte responsable.
Con el pasar del tiempo, quedo al descubierto que anónimas manos habrían colocado el artefacto explosivo compuesto de un kilo de pólvora comprimida dentro de un extintor activado mediante un timer análogo, durante la madrugada del 5 de Noviembre en el perímetro inmediato del recinto de gendarmería. Al parecer un desperfecto en el sistema de electico impidió que explotase la bomba.
La fiscalía sur –autodenominada especialista en casos de terrorismo- se mostro confiada en resolver con prontitud el caso, debido a las cámaras que contaría gendarmería para poder dar alguna claridad sobre los hechos y los supuestos autores. A poco tiempo de esta declaración triunfalista, los carceleros declaran que aquella cámara se encontraba sin funcionar hace 6 meses además de intentar desmentir que expulsaron al obrero que se había acercado tras encontrar el artefacto, aun cuando diversos testigos y vecinos del sector reconocen haber visto como no atendieron al obrero, quien luego dejo el artefacto en el pilar. La prensa señalo quede haber explotado el artefacto durante su traslado, se hubiese podido tratar de un “segundo caso Landskron”.
La acción es reivindicada al poco tiempo por la “Banda Ácrata Sebastián Oversluij”
http://www.hommodolars.org/web/spip.php?article5275 aclarando que la intención siempre fue gendarmería y no el metro o la ciudadanía. Declarando: “El objetivo era atacar y dañar materialmente el recinto de Gendarmería, junto con vulnerar los mecanismos de seguridad del espacio carcelario.”
Artefacto explosivo contra la cárcel de mujeres es movido por un transeúnte
CILE: ORDIGNO AL CARCERE FEMMINILE TROVATO DA UN PASSANTE E TRASPORTATO ALLA METRO. CIRCA LE NUOVE MANOVRE REPRESSIVE
Ricevuto da Noticias de la Guerra Social:
Alle 07:10, un operaio trova una borsa in buone condizioni su un lato della Carcel de Mujeres, e la Direzione Metropolitana della Gendarmeria, e decide di portarlo sul posto di lavoro.
Una volta sul posto, e guardando il contenuto della borsa, nota un estintore con un timer collegato. La guardia del cantiere allerta l’operaio sulla possibilità che si potesse trattare di una bomba, dopo aver discusso con l’operaio che voleva portarlo a casa e / o venderlo – lo stesso decide di riportarlo al suo posto e avvisare la gendarmeria.
Una volta riportato all’ingresso della caserma carceraria, la polizia rifiuta di ascoltarlo e lo tratta con il solito tono di arroganza e ignoranza dicendogli di portare via da là quella borsa e il suo contenuto.
Confuso, l’operaio decide di attraversare la strada e andare nei giardini centrali che dividono Avenida Vickuña Mackenna, e lasciando il contenuto della borsa sul lato di una colonna gigante della Metro Linea 5, molto vicino alla stazione di San Joaquin.
Il giorno dopo, il 6 novembre, verso mezzogiorno un giardiniere trova l’ordigno tra i cespugli dei giardini e avvisa la gendarmeria, che questa volta dà credito alla versione del giardiniere e chiama la polizia che mette in sicurezza la zona con un ampio dispiegamento di uomini.
Dopo la chiusura della zona, una squadra del GOPE (SOG) raggiunge il posto con tute speciali, robot antibomba e veicoli speciali per ispezionare l’ordigno che non era esploso. Infine, dopo lunghe ore di operazioni, il GOPE tenta di eseguire un’esplosione controllata non essendo stati in grado di disattivare completamente l’ordigno, e ha dovuto trasportarlo con un veicolo speciale per farlo esplodere nella loro caserma. Secondo la versione della stampa, sul posto sarebbe stato trovato un volantino con frasi tipo; “Questa non è un’azione terrorista” e “l’unico terrorismo è quello esercitato dallo Stato”, tutto ciò senza mostrarlo e renderlo pubblico finora.
Le menti febbrili dei portavoce del potere e la stampa, parlano di un nuovo attacco anarchico alla metropolitana ma questa volta presumibilmente con una piccola carica di polvere nera che avrebbe distrutto il pilastro della metropolitana provocando un deragliamento. Il Sottosegretario degli Interni Mahmoud Aleuy ha invocato immediatamente la legge antiterrorismo contro chi sarà processato come responsabile.
Con il passare del tempo, hanno nascosto che mani anonime avrebbero collocato l’ordigno esplosivo consistente in un chilo di polvere compressa in un estintore innescato da un timer, nella mattina del 5 novembre nel perimetro immediato al caserma della gendarmeria. A quanto pare un difetto nel sistema elettrico ha impedito alla bomba di esplodere.
La Procura Sur, autodenominata specialista nei casi di terrorismo, si è mostrata fiduciosa di risolvere il caso subito, grazie alle telecamere della gendarmeria che potrebbero fare luce sul fatto e i presunti autori. Poco dopo questa dichiarazione trionfale, i carcerieri dichiarano che questa telecamera non funzionava da sei mesi negando di aver buttato fuori l’operaio che era andato ad avvisarli del ritrovamento del borsone, anche se diversi testimoni e colleghi di lavoro dell’operaio hanno visto che l’uomo non era stato creduto, il quale poi ha lasciato l’ordigno al pilastro. La stampa ha scritto che se fosse esploso l’ordigno durante il trasporto, si sarebbe potuto avere un “secondo caso Landskron”.
L’azione viene rivendicata dopo poco tempo dalla “Banda Ácrata Sebastián Oversluij” chiarendo che l’intenzione è stata sempre la gendarmeria e non la metropolitana o i cittadini.
Affermando: “L’obiettivo era quello di attaccare e danneggiare materialmente la caserma della Gendarmeria, e rendendo vulnerabili i meccanismi di sicurezza dello spazio carcerario.”
Traduzione: RadioAzione
https://radioazione.org/2014/12/cile-ordigno-al-carcere-femminile-trovato-da-un-passante-e-trasportato-alla-metro-circa-le-nuove-manovre-repressive/#more-8314
Santiago: Artefacto explosivo contra la cárcel de mujeres es movido por un transeúnte ($hile)
[Noticias de la Guerra Social]
A las 7:10 AM, un obrero encuentra un bolso en buen estado a un costado
de la Carcel de Mujeres y la Direccion metropolitana de Gendarmeria,
decide llevárselo a la construcción donde se dirigía para trabajar.
Una vez en la obra, y al revisar el contenido del bolso, se percatan de
un extintor con un sistema de relojería adosado. El guardia de la
construcción alerto al trabajador sobre la posibilidad de que fuese una
bomba, tras discutir con el obrero –quien pretendía llevárselo para la
casa y/o venderlo- decide ir a devolverlo y alertar a gendarmería.
Una vez, devuelta en la entrada del recinto carcelario, los gendarmes
rechazan atenderlo indicándole con el acostumbrado tono de soberbia e
ignorancia que se lleve de aca aquel bolso y su contenido.
Confundido, el obrero decide cruzar la calle y dirigirse al bandejon
central que divide la Avenida Vickuña Mackena, dejando el contenido del
bolso a un costado de un gigante pilar del Metro que conecta la Linea 5,
muy próximo a la estación San Joaquin.
Al día siguiente, el 6 de Noviembre, cerca del mediodía un jardinero del
sector encuentra el artefacto en los arbustos del bandejon volviendo dar
a viso a gendarmería, quien esta vez da crédito a la versión del
jardinero llamando a la policía que genera un amplio despliegue de
seguridad por el sector.
Tras acordonar el área, un equipo del GOPE (Grupo de Operaciones
Especiales) llega al sector con trajes especiales, robot antibombas y
vehículos especiales para inspeccionar el artefacto que no había
detonado. Finalmente y tras largas horas de operaciones, el GOPE intenta
realizar una detonación controlada sin poder desactivar por completo el
artefacto, teniendo que ser trasladado en un vehículo especial para ser
detonado en su cuartel. Según versiones de la prensa, en el lugar habría
existido un panfleto que señalarían frases como; “esta no es una acción
terrorista” y que “el único terrorismo es el que ejerce el Estado”, sin
que hasta el momento hayan sido mostrados o difundidos.
Desde la afiebrada mente de los voceros del poder y la prensa, se habla
de un nuevo atentado anarquista contra el metro que esta vez
supuestamente con una pequeña carga de pólvora negra destruir el pilar
del metro y buscar su descarrilamiento. El subsecretario de Interior,
Mahmud Aleuy, inmediatamente invoco la ley antiterrorista para
querellarse contra quien resulte responsable.
Con el pasar del tiempo, quedo al descubierto que anónimas manos habrían
colocado el artefacto explosivo compuesto de un kilo de pólvora
comprimida dentro de un extintor activado mediante un timer análogo,
durante la madrugada del 5 de Noviembre en el perímetro inmediato del
recinto de gendarmería. Al parecer un desperfecto en el sistema de
electico impidió que explotase la bomba.
La fiscalía sur –autodenominada especialista en casos de terrorismo- se
mostro confiada en resolver con prontitud el caso, debido a las cámaras
que contaría gendarmería para poder dar alguna claridad sobre los hechos
y los supuestos autores. A poco tiempo de esta declaración triunfalista,
los carceleros declaran que aquella cámara se encontraba sin funcionar
hace 6 meses además de intentar desmentir que expulsaron al obrero que
se había acercado tras encontrar el artefacto, aun cuando diversos
testigos y vecinos del sector reconocen haber visto como no atendieron
al obrero, quien luego dejo el artefacto en el pilar. La prensa señalo
quede haber explotado el artefacto durante su traslado, se hubiese
podido tratar de un “segundo caso Landskron”.
La acción es reivindicada al poco tiempo por la “Banda Ácrata Sebastián
Oversluij”
http://www.hommodolars.org/web/spip.php?article5275
aclarando que la intención siempre fue gendarmería y no el metro o la
ciudadanía. Declarando: “El objetivo era atacar y dañar materialmente el
recinto de Gendarmería, junto con vulnerar los mecanismos de seguridad
del espacio carcelario.”
http://325.nostate.net/?p=13602#more-13602