La imagen es de una pancarta en la Actividad “Una muerte en combate es un llamado eterno a luchar” del día 14 de Diciembre.
El 11 de diciembre del 2013 comienza con un ambiente tenso y nervioso. La prensa del poder se llena de noticias sobre un asalto a una sucursal bancaria en Pudahuel, que culmina con una persona muerta y dos detenidos, rápidamente circula información: El compañero Sebastián Oversluij entró al banco y mientras anunciaba el asalto es alcanzado por las balas del arma de servicio del bastardo guardián de los intereses de los ricos y poderosos William Vera. Finalmente el compañero cae al suelo mientras lanza ráfagas de una subametralladora…
Entender y procesar lo que pasó se hace complicado, el odio y la tristeza nos invaden, pero con el correr del tiempo la importancia que le damos a la dignidad y arrojo del compañero se transforman en acción concreta y en un mensaje de guerra, nosotros/as no olvidamos y la mejor forma de demostrarlo es potenciar y continuar con la lucha contra toda forma de autoridad, contra la rutina que nos roba la vida, contra el poder y cada uno/a de sus defensores.
Ha pasado un año y el día comienza con una sensación extraña, hace ya semanas que pensamos en que se cumple un año de tu caída en combate, nuestras mentes barajan múltiples formas de conmemorarte, recordarte… Saber que hay compañeros/as que pasan por lo mismo y saber que sigues presente en esta lucha nos emociona y tranquiliza.
Entendiendo lo duro que es la pérdida de un compañero se hace más apreciable que su entorno no deje ganar al olvido, que rescate cada esfuerzo para convertirlo en una experiencia que nos sirva, porque el poder no descansa y hace del olvido su mayor hazaña cuando existe una historia llena de confrontaciones e indómita ofensiva. Estos gestos son de vital importancia y permiten también entender la postura que el Angry tuvo, encontrar afinidades y diferencias, mantenerlo presente siempre sin pretender alterar su memoria, algo que en otros casos se hace complicado, como con el compañero Daniel Menco y también con Juan Cruz, a quienes reivindicamos, pero teniendo presente que la poca información sobre sus historias de lucha aparece como obstáculo que aparenta terminar en la indiferencia.
Si hacemos esta pequeña reflexión es porque consideramos que la memoria/historia anarquista/antiautoritaria es un arma contra este entramado de autoridad, contra este sistema de dominación y explotación al que valiosos/as compañeros/as se han enfrentado durante siglos, nos permite crear, aprender y también analizar/comparar experiencias y contextos, nos da fuerza y hace de cada esfuerzo germinar nuevas ideas de libertad.
Realizar esto jamás tuvo ni tendrá la intención de levantar mártires ni ídolos/as sino que levantar la memoria combativa para la construcción de nuevas ideas y prácticas. Lo hemos dicho en otras ocasiones, creemos que la memoria es un arma contra el poder, contra el olvido, contra la nulidad que los aparatos coercitivos dan a nuestra historia de lucha.
Es por eso que con nuestro corazón hirviendo de anarquía nos mantenemos firmes y en pie de guerra, aunque tristes por haber perdido a un compañero valioso que no tuvimos la dicha de conocer porque un bastardo a sueldo nos lo quito, pero también sonreímos y nos llena de alegría cuando renace en un libro, actividades, sabotajes y acciones que apuntan a la agudización de la abierta guerra declarada al Estado y al Capital.
En la memoria de Claudia López Benaiges, Daniel Menco Prieto,
Jhonny Cariqueo Yáñez, Juan Cruz Magna,
Mauricio Morales Duarte y Sebastián Oversluij Seguel.
¡¡Contra toda Autoridad: Autogestión y Guerra Social!!
Colectivo Lucha Revolucionaria.
lucharevolucionaria@riseup.net