La noche del Sábado 28, en Zaragoza, en el barrio de Las Fuentes –
barrio obrero con gran afluencia de inmigrantes – , el partido político
neonazi MSR (Movimiento Social Republicano) pretendía llevar a cabo un
concierto de música RAC (Rock Anti Comunista) dentro de sus jornadas de
carácter fascista.
Son varios los años que llevamos denunciando los diferentes colectivos
sociales y asociaciones vecinales este tipo de actos que promueven el
odio racial, étnico y cultural, al mismo tiempo que apuestan por la
anulación de libertades sociales, políticas y sindicales que la clase
trabajadora defendemos.
La estrecha relación entre los neonazis con clubes de fútbol, con
partidos políticos, con instituciones y diferentes aparatos represivos
y cargos públicos cada vez se acentúa con mayor énfasis, y en este
caso no iba a ser diferente, el Delegado del Gobierno lo permite y la
Polícia, una vez más, les ampara.
No es la primera vez que el MSR, se intenta desmarcar de su discurso
neonazi maquillándolo de patriota, haciendo uso de los medios de
comunicación burgueses para así tratar de separar la vía
institucional – a la cual se les ha permitido llegar debido a las
múltiples incongruencias de la ley de partidos políticos – de las
actividades que consideramos no deberían realizarse, dado que el grado
de implicación del MSR con el Hogar Social y la actividad dentro del
mismo es clara.
Exigimos la inmediata puesta en libertad de los dos detenidos que
actualmente permanecen en prisión preventiva, así como la absolución
sin cargos para los 10 encausados, que por el mero hecho de mostrar su
rechazo contra el fascismo en las calles se enfrentan hoy a delitos
como: atentado, desorden público, lesiones y daños.
A medida que aumenta el nivel de concienciación aumenta la necesidad de
organizarse en los barrios para frenar el avance fascista, aumento que
invita a los enemigos de las libertades a formular medidas represivas
contra quienes decidan mostrar su solidaridad, evitando consigo que la
defensa contra el fascismo siga latente en las calles.
Nunca olvidar, bajo ningún concepto, que como antifascistas, la
solidaridad debe de estar siempre presente sin precedentes en todos y
cada uno de nuestros actos, siendo consecuentes y prestando apoyo a
detenidos y a sus familiares.
No podemos permitir que ser antifascista sea un delito y que sea
procesada nuestra lucha en forma de acusaciones, detenciones y condenas
cuando nuestra defensa no es otra que la que basa sus cimientos en la
libertad, la solidaridad y la igualdad.
Nuestro mensaje es claro, no queremos fascistas ni en las calles ni en
las urnas, no los queremos a ellos ni a sus cómplices. Y la represión
no pudo callarnos, ni nos frena ni podrá con nosotrxs.
Son nuestros detenidos y encausados los que deberían de estar en la
calle, a nuestro lado, recibiendo nuestro cariño, abrazos y
admiración, porque no merece más la libertad que quienes más lucharon
por defenderla.