Copiamos de elcallejondeladoncella.blogspot.com.es la siguiente síntesis sobre la trayectoria de sufrimientos y lucha en las cárceles de Noelia, que puede servir para poner en su contexto las noticias, hasta ahora demasiado escasas, sobre su huelga de hambre y los motivos y perspectivas de la misma.
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Visibilicemos y denunciemos públicamente con todos los medios a nuestro alcance la situación de la compañera Noelia Cotelo Riveiro y de las demás mujeres presas de este y de todos los estados. La doble violencia, sistémica y estructural, que sufren las mujeres en la cárcel es el método de corrección a la norma del sistema heteropatriarcal sobre el que se sustenta el sistema capitalista al que sirve de elemento coercitivo. En la cárcel a las mujeres no solamente se las juzga por vulnerar una ley penal sino por desviarse de una norma moral. Sabemos que en todas las partes del mundo, ante cualquier circunstancia, siempre, las mujeres serán las primeras en morir.
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Noelia Cotelo Riveiro lleva privada de libertad, bajo estrictos regímenes de aislamiento, más de 6 años. Entró para cumplir un año y medio pero la actitud poco sumisa hacia sus torturadores y la valiente denuncia de los abusos y violaciones que ha sufrido en diversas cárceles del Estado Español, entre ellas la de Brieva y Picassent, han hecho que aumentara su encarcelamiento sumándosele cuatro nuevas condenas. Sus abogadxs en numerosas ocasiones han denunciado públicamente que Noelia ha vivido presa en unas condiciones que violan el régimen penitenciario y la ley orgánica penitenciaria general.
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Noelia ha sido sometida a restricciones de comunicaciones, de horas de patio, de entrada de paquetes de ropa de abrigo, duchas de agua fría, se le ha prohibido el acceso a cursos educativos, actividades terapéuticas, deportivas y lúdicas. Ha vivido sola y aislada durante meses en una galería, saliendo sólo dos veces al día al patio durante 30 minutos (el régimen penitenciario de aislamiento establece las horas de patio a mínimo 3 diarias, y en su máximo nivel de sanción, a 2 sin que esta situación se pueda alargar más de 14 días), asignándole celdas donde el frío se hacía insufrible.
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Se le ha denegado la asistencia médica a pesar de padecer, por sus condiciones carcelarias, graves infecciones tanto de boca como de oídos. En lugar de tener acceso a la sanidad, se le ha administrado medicación de todo tipo sin consulta ni prescripción médica. Entre esta medicación, a veces dosis altísimas de metadona que le han provocado sobredosis. Noelia se ha sometido a varias huelgas de hambre para denunciar las torturas y vejaciones a las que estaba siendo sometida, una de ellas casi le cuesta la vida al estar a punto de entrar en un coma hipoglucémico.
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Una vez un carcelero del C.P. de Brieva le rompió la muñeca. Con la muñeca rota, medicada con psicofármacos y esposada a la cama, la madrugada del 24 de octubre de 2013, otro carcelero llamado Jesús, que había participado en la agresión anterior, abusó sexualmente de ella. Noelia denunció estos hechos, pero este carcelero, al verse sorprendido por el revuelo ocasionado entre las demás internas, puso una contradenuncia en la que aseguraba que fue ella quien intentó agredirle. La denuncia de esta violación sólo consiguió que se agravara su situación dentro de la cárcel, sometiéndola a un aislamiento más estricto y repartiendo entre las demás internas sus mantas y ropa de abrigo.
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Por su valiente y heroica denuncia de estas violaciones y torturas, se encuentra represaliada en Brieva, a cientos de kilómetros de su tierra, Galicia. Noelia «lleva varios días en huelga de hambre debido a que lxs carcelerxs no le dan sus efectos personales ni de aseo. Ha denunciado recibir amenazas de muerte de un funcionario, diciéndole al ponerle la zancadilla: “cuidado, no te caigas y te mates, ya sabes que los muertos se silencian en las cárceles.” Se le ponen trabas para realizar todo lo relacionado con los estudios hasta hacerle imposible cursarlos. Tiene miedo de ser envenenada, ya que hace dos años, en la misma cárcel, sufrió un intento de ello. También pide que sean reconocidos los derechos de otros compañeros presos: Antúnez Becerra, Javier Guerrero Carvajal, Pirla Oliván, etc.
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El caso de Noelia no es único, las mujeres encarceladas están olvidadas y las cárceles femeninas ignoradas. El índice de encarcelamiento femenino en el Estado Español es el más alto de Europa, y desde los años 80 la tasa de mujeres reclusas ha triplicado al de la población reclusa masculina. Casi el 50% de la población reclusa femenina es extranjera y el hecho de que se encuentren solas en este país ha propiciado el hecho de que se les propongan beneficios penitenciarios a cambio de favores sexuales.
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En la cárcel a las mujeres no solamente se les castiga por vulnerar una norma penal sino que se las intenta corregir por desviarse de una norma moral. Las mujeres sufren una doble violencia sistémica, la inherente a la prisión y la estructural de un sistema eminentemente patriarcal que en sus orígenes de exclusividad individual materno-familiar es el sostenedor de los sucesivos sistemas esclavistas, feudalistas y capitalistas que en la cárcel, rodeados de pobreza e incultura, alcanzan su máxima expresión. Los abusos, la extorsión, la manipulación intra y extrafamiliar es una constante por parte de todo el entremado socio-carcelario del que son partícipes todo tipo de funcionariado partícipe y sostenedor de la política de exterminio fascista de dicho sistema.
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¡SIEMPRE LAS PRIMERAS EN MORIR SON LAS MUJERES!
¡ABAJO LOS MUROS DE TODAS LAS PRISIONES!