Han pasado cinco años desde que fuimos arrestadxs en Suiza cuando la policía en un puesto de control en el paso Albis, cantón de Zurich, encontraron en nuestro auto explosivos, latas de gas propano, bidones de gasolina y varias copias de una reivindicación por parte del Frente de Liberación de la Tierra Suiza. El objetivo del ataque era “Binning and Rohrer Nanotechology Center”, una estructura que en ese momento estaba en construcción, propiedad de IBM en colaboración con ETH, la Escuela Politécnica Federal de Zúrich.
El juicio tuvo lugar un año y medio más tarde, donde se nos acusó de: preparación de incendio intencional, ocultar y transportar material explosivo y comercio no autorizado (importación) de explosivos. El fiscal federal Hansjörg Stadler exigió penas de 3 años y 4 a 8 meses, ampliamente aceptados por el juez federal Walter Wütrich. El tribunal confirmó todos los cargos, excepto el de tráfico ilícito (importación) de explosivos, del que fuimos absueltxs.
Paralelo a esto, el fiscal de Turín había iniciado una investigación a fondo de los cartuchos de explosivos que las autoridades suizas nos habían encontrado para averiguar de dónde provenía el material. Cuando se completó la investigación, el fiscal Enrico Arnaldi Di Balme emitió tres cargos más contra nosotros: actividad terrorista involucrando dispositivos explosivos letales, posesión y transporte de explosivos en espacio público y recepción de bienes robados (explosivos), todos los cargos con agravantes de “fines terroristas”.
En estos últimos 5 años, nuestro análisis del presente se ha reconfirmado, y por lo tanto nuestras creencias anarquistas y ecologistas simplemente se han fortalecido. Las nano-biotecnologías son la última ruta marcada por el sistema tecno-industrial capitalista en el saqueo y devastación de la Tierra. Estos caminos, como todos los anteriores (acordémonos de la era industrial), están presentados como milagros que podemos imaginar fácilmente destinados a convertirse en una pesadilla. Estas tecnologías surgen del cambio de visión del mundo que la era de la informática ha traído consigo, suplantando la visión mecanicista de las palancas y engranajes con una visión matemática hechas de bits de información en la que la realidad debe ser capaz de encajar en un algoritmo. Esta nueva visión se ha arraigado ya que se adapta mejor a las exigencias del presente sistema. Afirmando que ha abierto posibilidades insospechadas hasta ahora por la ciencia para llevar a cabo lo que el tiempo y el auto-canibalismo del sistema están presionando con urgencia a hacer: todo lo apropiado en el universo descomponerlo en sus más pequeños componentes infinitesimales, en “bits”.
En otras palabras, lograr alguna unidad básica universal con la que los científicos puedan reducir la totalidad de lo existente a un nivel de intercambiabilidad y equivalencia de manera que a través de la ingeniería de esta nueva (inaccesible hasta ahora) materia prima sea capaz de hacer cualquier cosa en el universo utilizable para las necesidades de energía. Estas tecnologías son, por lo tanto, los pilares sobre los que el sistema será capaz de volver a organizar los procesos de producción y suministro que son vitales para su crecimiento, un crecimiento infinito en un planeta que ya ha sido saqueado más allá de los límites de sus posibilidades. Y, como en el caso de los OMG (Organismos Genéticamente Modificados), la convergencia de las ciencias es la última promesa de una tendencia de desarrollo que se supone hacer frente a la crisis ecológica a la que el mismo progreso ecocida nos ha llevado.
Como hemos escrito antes, Binning and Rohrer Nanotechology Center se hizo operativa inaugurándose un par de meses antes de nuestro juicio en Suiza. Durante casi tres años ha estado ofreciendo 950 metros cuadrados a la colaboración en la investigación básica de nuevos materiales y elementos de construcción nanométrica. Este sitio permitirá a los investigadores de IBM, ETH y sus socios impulsar el conocimiento y sobre todo las posibilidades de aplicación de la nanotecnología que van más allá, mucho más allá, que el uso actual alcanzado entre los cosméticos, neumáticos o la nanotecnología en aerosol. Esto es lo que el director de la estructura, Matthias Kaiserswerth, promete. Para nosotrxs, aunque IBM o ETH se enorgullecen de tener en las manos un laboratorio único en el mundo – y en cierto modo tienen razón – la realidad es que los lugares en donde se están alentando a la ingeniería y a la manipulación de la vida y el planeta son muchos, y lo más importante, que son un poco en todas partes. Desde los centros de investigación de las empresas multinacionales a las universidades, desde centros científicos hasta las instituciones de investigación científica internacionales: este mundo se mueve en paralelo a la realidad que conocemos, planificando y construyendo un futuro que se nos impone, algunos de cuyos aspectos ya podemos ver a nuestro alrededor. Este mundo tiene un nombre y una dirección.
A través de los años hemos sentido cada vez más la necesidad de tratar de construir luchas contra este desarrollo, a partir de la comprensión de cómo la bio y la nanotecnología son indispensables para el sistema y su potencial daño. Cabe aclarar que esta nocividad no es tan dañina para la salud humana o el medio ambiente como la relación entre el poder y la tecnología que se traduce en la remodelación/reemplazo/destrucción de los ecosistemas y la vida. Es un concepto mucho más amplio de nocividad directamente vinculado a nocividad en su conjunto: el propio sistema. Sentimos esta urgencia y dado el avance del sistema tecnológico industrial, estamos convencidxs de que esta debe traducirse en una crítica radical, que no puede ignorar el contexto económico y social de la que estas nocividades son tanto un producto como una necesidad. A su vez, esta crítica debe ser capaz de transformar los océanos de tinta y palabras necesarias para expresar y desarrollar una lucha y acción directa. Así que seguimos convencidxs de la necesidad de desarrollar luchas ecológicas radicales contra este sistema tecno-industrial mortifero, pero queremos señalar que la lucha tiene que ser vista como una posibilidad real de poner todo en duda, y no un espacio en el que encontrar un rol en el teatro político u ofrecer alternativas “eco-sustentables” al sistema.
Lo que vemos es cómo los lugares de poder tecno-científico están descentralizados y molecularizados en una constelación de intereses y proyectos ultra específicos, aunque todos estos siguen estando necesariamente interconectados. Intervenir y golpear donde más duela es menos evidente y fácil de entender. Una fuente continua de inspiración en este sentido está representado por aquellxs que en el mundo siguen sintiendo la urgencia de la lucha, llevando adelante proyectos, campañas y movilizaciones en defensa de lo que se sienten parte, y el sabotaje y ataque contra esos engranajes que componen el sistema industrial capitalista y tecno-científico patriarcal.
Sabemos que posicionarse en el camino de la lucha probablemente signifique tener que hacer frente a la represión, tarde o temprano, y no hay escape de eso. Lo que se puede y se debe evitar es dejar solxs a lxs que han sido golpeadxs por la represión. El apoyo a lxs presxs es algo que no se puede olvidar, y además de la solidaridad y el apoyo básico que es tan importante y fundamental para llevar a cabo las luchas por las que lxs compañerxs están pagando. En lo que a nosotrxs respecta, ahora fuera de estos muros, realmente apreciamos los esfuerzos de tantas personas que han organizado eventos e iniciativas en los últimos meses. Así como el calor del apoyo inmediato necesario que le han dado espacio a nuestro caso, sobre todo en cuestiones sobre las que queremos discutir y expresar nuestros sentimientos. Esto para nosotrxs es fundamental.
El 23 de abril se fijó la fecha para la audiencia preliminar, donde se decidirá si este juicio “déjà vu” se llevará a cabo. Por nuestra parte, no estamos tan interesadxs en llamar la atención sobre nuestro caso concreto y el juicio contra nosotrxs, sino más bien deseamos ser capaces de convertir este momento en una oportunidad, incluso para la movilización, para plantear estas cuestiones que sentimos y tenemos en común.
No poner la represión en el centro de las cosas, pero actuar sin delegar en otrxs, en contra de la bio y la nanotecnología, la energía nuclear y todas las demás formas de nocividad producida por este sistema de muerte, contra el actual momento de aniquilación y devastación.
Por la Liberación de la Tierra, por la Liberación Animal.
Billy, Costa y Silvia.
Febrero de 2015
Teniendo en cuenta los gastos legales del juicio que enfrentamos, pedimos a todxs su apoyo através de iniciativas benéficas y donaciones a la cuenta postal a nombre de:
Marta Cattaneo
IBAN: IT11A0760111100001022596116
Razón de pago: Solidaridad con Silvia, Billy y Costa
Para contactar: info@resistenzealnanomondo.org
http://www.resistenzealnanomondo.org
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Traducciòn Anonimxs Libertarixs y Matar O Morir Ediciones*
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IL PROCESSO A BILLY, SILVIA E COSTA SI AVVICINA: RILANCIAMO LA LOTTA ALLE NOCIVITA
Sono passati quasi cinque anni dal nostro arresto in Svizzera, quando ad un posto di blocco sul passo dell’Albis, nel Canton Zurigo, venne rinvenuto nell’auto su cui viaggiavamo dell’esplosivo, alcune bombole di gas propano, taniche di benzina e diverse copie di uno scritto rivendicativo a firma Earth Liberation Front Switzerland. Obiettivo dell’attacco rivendicato negli scritti era il “Binning and Rohrer Nanotechology Center“, una struttura allora in costruzione, di proprietà dell’ IBM e in collaborazione con l’ETH, il Politecnico federale di Zurigo.
Il processo si tenne un anno e mezzo dopo il nostro arresto con tre accuse a nostro carico: atti preparatori punibili di incendio intenzionale; occultamento e trasporto di materie esplosive; commercio non autorizzato (importazione) di esplosivi. Le richieste di pena formulate dal procuratore federale Hansjörg Stadler, tra i 3 anni e 4 mesi e i 3 anni e 8 mesi vennero ampiamente accolte dal giudice federale Walter Wütrich, la quale corte confermò tutti i capi d’accusa ad eccezione del traffico (importazione) illecito di esplosivi, accusa dalla quale fummo assolti.
Parallelamente, la procura di Torino aveva da subito dato avvio ad un’indagine a tutto tondo intorno alle cartucce di esplosivo che gli svizzeri ci trovarono addosso, con l’obbiettivo di poterne determinare la provenienza. Ad indagine conclusa, le accuse a nostro carico ipotizzate dal pm Enrico Arnaldi Di Balme, sono pure tre: atto di terrorismo con ordigni micidiali ed esplosivi, detenzione e trasporto in luogo pubblico di esplosivi e ricettazione per l’esplosivo, accuse tutte aggravate dalla finalità di terrorismo.
In questi 5 anni passati, la nostra analisi del presente ha solo continuato a confermarsi e, conseguentemente, il nostro sentire anarchico ed ecologista non ha potuto che rafforzarsi. Le nano – biotecnologie sono gli ultimi sentieri battuti dalla corsa del sistema capitalista tecno-industriale al saccheggio e alla devastazione della Terra. Sentieri che, come tutti quelli precedenti (si pensi all’era dell’industrializzazione), presentano come miracoli cio’ che, possiamo facilmente immaginare, in futuro è destinato a trasformarsi in incubo.
Tecnologie che nascono dal cambio di visione del mondo che l’era informatica ha portato con se, soppiantando la visione meccanicista delle leve e degli ingranaggi con una visione matematica fatta di bits d’informazione in cui la realta’ tutta deve poter rientrare in un algoritmo. Una visione nuova che si e’ affermata perche’ meglio risponde alle esigenze del sistema. Affermandosi, ha schiuso alla scienza delle possibilità fino ad ora pressoche’ inimmaginabili per adempiere a quel compito che i tempi e l’autofagia del sistema le richiedono con sempre piu’ impellenza: riuscire ad appropiarsi di ogni cosa nell’universo per scomporla nei suoi più piccoli, infinitesimali componenti, nei suoi “bits”. Ovvero, arrivare ad ottenere una qualche unità di base universale, attraverso la quale gli scienziati possano ridurre tutto l’esistente ad un grado sufficiente d’interscambiabilita’ ed equivalenza, affinchè in seguito, con l’ingegnerizzazione di questa nuova (perche prima inaccessibile) materia prima, ogni cosa di questo universo diventi fruibile alle necessità del dominio. Queste tecnologie sono dunque per il sistema un pilastro su cui rifondare i processi produttivi e di approvvigionamento, fondamentali per la sua crescita. Una crescita che si vorrebbe senza fine in un pianeta saccheggiato già oltre ogni limite delle sue possibilità. E la convergenza delle scienze, cosi come con gli OGM, è l’ultima delle promesse di uno sviluppo che avrebbe dovuto risolvere la crisi ecologica a cui ci ha portati lo stesso progresso ecocida.
Come già detto in un precedente scritto, il “Binning and Rohrer Nanotechology Center” è stato reso operativo ed inaugurato pochi mesi prima del nostro processo in Svizzera. Da quasi tre anni a questa parte offre 950m2 di superficie alla collaborazione per la ricerca di base su nuovi materiali ed elementi di costruzione in scala nanometrica. Un luogo di ricerca che permetterà ai ricercatori, tanto di IBM che dell’ETH e di altri partner, di spingere la conoscenza, ma sopprattutto le possibilità di applicazione delle nanotecnologie, ben oltre, ma molto ben oltre, l’attuale impiego raggiunto tra cosmetici, pneumatici o spray nanotech. Cosi assicura il direttore della struttura, Matthias Kaiserswerth. Per noi, per quanto quelli di IBM o dell’ ETH si vantino di avere tra le mani un laboratorio unico al mondo – e per certi aspetti hanno pure ragione – la realtà è che i luoghi dentro cui si sta spingendo l’ingegnerizzazione e la manipolazione del vivente e del pianeta sono molti e, soprattutto, sono un po’ ovunque. Dai centri di ricerca delle multinazionali alle università, dai poli scientifici alle istituzioni di ricerca sovranazionali, un mondo che si muove in parallelo alla realtà che viviamo, e che sulla nostra testa progetta e costruisce il futuro che ci verrà imposto e i cui lineamenti già li abbiamo sotto gli occhi. Un mondo che ha un nome e un indirizzo.
Negli anni abbiamo sempre più sentito l’urgenza di provare a costruire lotte contro questo sviluppo, partendo proprio dalla comprensione della sua imprescindibilità per il sistema, oltre che per la nocività che gli sviluppi bio e nanotecnologici rappresentano. Nocività, e conviene chiarirlo, non in quanto danno alla salute umana, problema ambientale, ma in quanto rapporto tra potere e tecnologia che si traduce in rimodellamento\sostituzione\distruzione degli ecosistemi e del vivente. Un concetto di nocività ben più ampio e che si ricollega a filo diretto all’unica vera nocività rappresentata dal sistema stesso. Un’urgenza che continuiamo a sentire e per cui, davanti a questo salto in avanti che il sistema tecnologico ed industriale sta compiendo, rimaniamo convinti di come questa si debba tradurre in una critica necessariamente radicale e che non possa prescindere dal contesto sociale e economico, di cui queste nocività sono il prodotto e per cui sono necessarie. Critica che a sua volta sappia trasformare i fiumi d’inchiostro e le parole, necessarie per esprimerla e svilupparla, in lotta e azione diretta. Rimaniamo dunque ancora convinti/e della necessità di sviluppare lotte ecologiste radicali per contrastare questo sviluppo tecno-industriale mortifero, tracciando però come linea chiara quella di vedere nella lotta unicamente una reale possibilità per rimettere tutto in discussione, e non uno spazio in cui provare a ritagliarsi la propria parte nel teatrino politico o per offrire alternative “eco-sostenibili” al sistema.
Quello che vediamo è come i luoghi del potere tecno-scientifico si stiano decentralizzando e molecolarizzando in una costellazione di interessi e progetti ultra specifici, nonostante poi tra loro siano sempre e necessariamente interconnessi. Intervenire e colpire là dove più nuoce è sempre meno evidente e facile da capire. Una continua fonte d’ispirazione in questo senso è rappresentata da chi, in tutto il mondo, continua a sentire l’urgenza della lotta, portando avanti progetti, campagne, mobilitazioni e lotte in difesa di quanto ci si sente parte, e di sabotaggio e attacco distruttivo contro quegli ingranaggi che compongono il sistema industriale tecno-scientifico, patriarcale e capitalista.
Mettersi in gioco attraverso la lotta, sappiamo bene che probabilmente, presto o tardi, significa dovere fare i conti con la repressione e da questo non si sfugge. Quello da cui pero’ si puo’ e anzi si deve sfuggire, è lasciare soli/e coloro che sono colpiti/e dalla repressione. Il sostegno ai/alle prigionieri/e e’ qualcosa a cui non si puo’ prescindere, e oltre alla solidarieta’ e supporto piu’ immediato, altrettanto importante e fondamentale e’ il dare seguito alle lotte per cui compagni/e stanno pagando.
Nel nostro caso, trovandoci fuori da quelle mura, abbiamo davvero apprezzato le energie di tanti/e che attraverso serate e iniziative negli ultimi mesi, oltre al calore del supporto piu’ immediato e necessario, hanno dato spazio al nostro caso ma, soprattutto, alle tematiche su cui ci preme un confronto e il trasmettere il nostro sentire. Questo per noi rimane fondamentale.
Il 23 aprile e’ la data in cui e’ stata fissata l’udienza preliminare, dove si deciderà se verrà fatto o meno questo processo “déjà vu”. Da parte nostra, quello che sentiamo, non e’ tanto un interesse a richiamare l’attenzione sul nostro caso specifico, sul processo nei nostri confronti, quanto più la voglia di riuscire a trasformare questo momento in un’occasione, anche di mobilitazione, per rilanciare queste tematiche e il sentire che ci accomuna.
Mettere al centro non la repressione, ma l’agire senza delegare ad altri/e contro le bio e le nanotecnologie, contro il nucleare, contro ogni altra nocivita’ di questo sistema mortifero e in sostanza: contro questo presente di annientamento e devastazione.
Per la liberazione della Terra. Per la liberazione animale.
Billy, Costa, Silvia, Febbraio 2015
In vista del processo ci troviamo a sostenere numerose spese legali, chiediamo a tutte e tutti supporto con iniziative benefit e donazioni al conto corrente postale intestato a
Marta Cattaneo codice
IBAN: IT11A0760111100001022596116,
specificare la causale: solidarietà a Silvia Billy Costa
Per contatti: info@resistenzealnanomondo.org
http://www.resistenzealnanomondo.org
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Billy, Silvia and Costa are on trial again soon: let’s relaunch the struggle against nocivity
Five years have passed since we were arrested in Switzerland when police at a checkpoint on the Albis pass, Canton of Zurich, found explosives, propane gas canisters, petrol cans and several copies of a claim by Switzerland Earth Liberation Front in the car we were in. The target of the proposed attack was the Binning and Rohrer Nanotechnology Centre, a structure that was under construction at the time, property of IBM in collaboration with ETH, the Federal Polytechnic of Zurich.
The trial took place a year and a half later where we were accused of: preparing deliberate arson; concealing and transporting explosive material; unauthorized trade (importation) of explosives. Federal prosecutor Hansjörg Stadler demanded sentences of 3 years and 4 to 8 months, broadly accepted by federal judge Walter Wütrich. The court confirmed all the charges, except that of illicit traffic (importation) of explosives, a charge we were cleared of.
Parallel to this, the Public Prosecutor of Turin had begun a thorough investigation of the explosive cartridges that the Swiss authorities had found on us to find out where the material had come from. When the investigation was completed, prosecutor Enrico Arnaldi Di Balme issued three more charges against us: terrorist activity involving lethal and explosive devices, possession and transport of explosives in the public space and receiving stolen goods (explosives), all charges aggravated with ‘terrorist intent’.
In these last 5 years our analysis of the present has been reconfirmed, and consequently our anarchist and environmentalist beliefs have simply strengthened. Nano-biotechnologies are the latest path beaten by the techno-industrial capitalist system in the plunder and devastation of the Earth. These paths, like all the previous ones (think of the Industrial Age), are presenting as miracles what we can easily imagine are destined to turn into nightmares. These technologies are born from the new vision of the world of the computer era that has substituted the mechanistic one of levers and gears with a mathematical one of information bits where the whole of reality must fit into one algorithm. This new vision has now taken root as it is more suited to the needs of the present system. In asserting itself it has opened up hitherto undreamed possibilities for science to carry out what the moment and self-cannibalism of the system are urgently pressing it to do: appropriate everything in the universe and break it down into its smallest, infinitesimal components, into ‘bits’.
In other words, to achieve some universal basic unit with which scientists can reduce the whole of the existent to a level of interchangeability and equivalence so that through the engineering of this new (inaccessible up until now) raw material it will be able to make anything in the universe usable for the needs of power. These technologies are therefore the pillars upon which the system will be able to re-arrange the processes of production and supply that are vital to its growth, a growth to infinity on a planet that has already been plundered beyond the limits of its possibilities. And, as in the case of GMOs, the convergence of the sciences is the latest promise of a development trend that is supposed to tackle the ecological crisis that ecocidal progress itself has taken us to.
As we have written elsewhere, the Binning and Rohrer Nanotechnology Centre was rendered operative and inaugurated a few months before our trial in Switzerland. For almost three years it has been offering 950 square metres to collaboration in the basic research for new materials and elements of nanometric construction. This site will allow the researchers of IBM, ETH and their partners to push the knowledge and above all the application possibilities of nanotechnology far beyond, very far beyond, the current use reached by cosmetics, tyres and nanotech sprays. That is what the director of the structure Matthias Kaiserswerth is promising. For us, even if the men of IBM and ETH boast of having a laboratory that is unique in the world – and in certain aspects they are right – the reality is that the places where the engineering and manipulation of life and the planet are being pushed forward are numerous and scattered a little everywhere. From the research centres of the multinationals to the universities, from scientific hubs to international research institutes: this world is moving parallel to the reality we know, planning and building a future that will be imposed upon us, some aspects of which we can already see around us. This world has a name and address.
We have felt the urgency of trying to build struggles against this development more and more throughout the years, starting by understanding how indispensable bio and nanotechnologies are to the system and their potential harm. It is important to clarify that this harmfulness does not so much concern damage to human health or the environment as the relation between power and technology that is becoming a remodelling/substitution/ destruction of living ecosystems. It is a far wider concept of nocivity directly linked to nocivity as a whole: the system itself. We still feel this urgency, and given the advance of the technological and industrial system we are still convinced that it must be translated into a radical critique, which cannot ignore the economic and social context of which these nocivities are both a product and a necessity. In turn, this critique must be able to transform the oceans of ink and words required to express and deepen it, into struggle and direct action. So we are still convinced of the need to develop radical environmental struggles against this deadly techno-industrial system; but we want to point out that the struggle needs to be seen as a real possibility to put everything into question, not just a space to find a role in the political theatre or for offering ‘eco-sustainable’ alternatives to the system.
What we see is how the places of techno-scientific power are being decentralized and molecularised into a constellation of interests and ultra specific projects, although these are still necessarily all interconnected. Intervening and striking where it hurts most is always less evident and easy to understand. A constant source of inspiration in this respect are those all over the world who, still feel the urgency of the struggle, are carrying out projects, campaigns and mobilizations in defence of what they feel they are a part of, and sabotaging and attacking the gears of the techno-scientific patriarchal and capitalist industrial system.
We know that putting oneself on the line through the struggle probably means having to face repression sooner or later, and there’s no escape from that. What one can and must avoid is leaving those who have been struck by the repression alone. Support for prisoners is something that can’t be forgotten, and besides solidarity and basic support, it is just as important and fundamental to carry on the struggles that the comrades are paying for. As far as we are concerned, now outside these walls, we really appreciate the efforts of so many who have organized events and initiatives over recent months. As well as the warmth of their immediate necessary support they have given space to our case and above all, to the topics we want to discuss and express what we feel. This is fundamental for us.
April 23 is the day set for the preliminary hearing, where it will be decided whether or not this ‘déjà vu’ trial is to take place. For our part, we are not as interested in drawing attention to our specific case and the trial against us, as in the desire to succeed in also transforming this moment into an occasion, mobilization, to re-launch these topics and feelings we share.
Not putting repression at the centre of things, but acting without delegating to others, against bio and nanotechnologies, nuclear power and all other forms of nocivity produced by this system of death; against the present moment of annihilation and devastation.
For Earth liberation, for animal liberation
Billy, Costa, Silvia.
[Luca (Billy) Bernasconi, Costantino Ragusa and Silvia Guerini]
February 2015
In view of the trial where we are going to have many legal costs, we are asking everyone for their support through benefit initiatives and donations to the postal account in the name of:
Marta Cattaneo
IBAN:IT11A0760111100001022596116
reason for payment: solidarity with Silvia Billy Costa
Contacts: info@resistenzealnanomondo.org ##str_replacement
TRADUCIDO POR ACT FOR FREEDOM NOW!