Si bien la mercancía, el Capital y el valor no explican absolutamente todo en esta sociedad, sin ellos no podemos comprender nada. La crítica de la economía, como podría suponerse, no deja de lado la política, la religión, la ciencia y demás dimensiones de esta sociedad, sino que, por el contrario, nos permite comprenderlas y atacarlas en cuanto parcialidades de la totalidad que conforman.
La contraposición que queremos enunciar es tajante: no nos dedicaremos a la economía en cuanto parcialidad, en cuanto disciplina. Se trata de la lucha contra la economización de la vida, de la contraposición práctica entre las necesidades humanas y las necesidades de valorización del Capital.
Contenido:
El mito del «propio interés»
El mito del valor como cualidad natural
«Robinsonadas»
Libertad
Igualdad
Propiedad
Fraternidad
La revolución no es un derecho
Sucesos “coincidentes”
Producción
Producción y distribución
Reproducción
Ruptura