Se cayó un nuevo montaje jurídico del ministerio público contra el movimiento mapuche: en un juicio bastante “político” que incluyó la condena previa del gobierno de Sebastián Piñera a través del Ministro del Interior, Andrés Chadwick -quien lo acuso de ser “uno de los operadores de más importantes de las organizaciones violentistas” sin que hubiese una investigación ni un juicio de por medio-, Emilio Berkhoff fue condenado solo por porte de arma y munición siendo absuelto de los cargos de dos robos con intimidación y seis delitos de incendio.
La fiscalía dirigida por Álvaro Hermosilla, que llenó varios tomos de acusaciones contra Berkhoff, basándose fundamentalmente en las declaraciones de testigos protegidos y policías, exige una condena de 5 años contra el activista pro mapuche. Su defensa, conducida por Jaime Pacheco, quien logró desmontar los argumentos de la fiscalía y que además logró demostrar que el Ministerio público basaba los 30 años de condena exigidos solo en hechos verificables a través de declaraciones de testigos protegidos, exigió que sean 3 años, con dos penas sustitutivas de libertad vigilada y libertad vigilada intensiva.
La sentencia definitiva será leída el próximo 27 de marzo a mediodía en el Tribunal Oral de Cañete.
Cabe recordar que Emilio Berkhoff fue retenido en la cárcel de Lebu por 1 año y 8 meses esperando el término de la investigación. Una verdadera prisión política. Al terminar los alegatos, el activista señaló sus últimas palabras antes de la finalización del juicio “Buenas tardes su señoría, bueno bien breve lo que quiero retratarles. Tras estos tres años de investigación que ha levantado el Ministerio Publico, prácticamente un año y medio de prisión preventiva y estas tres semanas de juicio oral, la fiscalía no ha demostrado prueba alguna que me vincule con los hechos aquí investigados, siempre supe que seria así. Aquí no se han buscado a los responsables del los hechos, sino que esta causa como muchas otras, responde a una persecución constante del Estado Chileno, a través de sus policías y su Ministerio Publico contra el Movimiento Mapuche, contra sus dirigentes, contra sus militantes y como es mi caso, sus simpatizantes también, es decir, a mí se me ha perseguido y encarcelado, por apoyar las demandas de un pueblo oprimido y hoy ocupado militarmente por la policía chilena. Muchas gracias.”
Extraido de resumen.cl