¡Porque es nuestra propia vida la que está en juego, es nuestra propia vida lo que reivindicamos!
Ante la miseria a la que nos somete la cotidianidad del Capital (y que no es, como much@s piensan, sólo la pobreza material a la que están sometid@s l@s económicamente más desposeid@s de entre la gran masa de explotad@s que compone a la mayoría social, sino que es la pobreza de contenido vivido que padecemos tod@s quienes vivimos bajo la dictadura de la Mercancía) seguimos firmes y en pie contra las representaciones de poder y autoridad que destruyen nuestros sueños, coartan nuestras pasiones y pretenden redirigirlas hacia los imperativos de la economía para hacer de nuestros deseos un objeto de rentabilidad.
No salimos a la calle enmarcándonos dentro de alguna fecha en particular, no necesitamos más excusas que la realidad cotidiana y nuestro anhelo de cambiar esa misma realidad para levantarnos e irrumpir en y contra lo existente. Ya no escarbamos entre nuestr@s muert@s buscando a quién reivindicar para justificar ante ninguna masa espectadora nuestro actuar; pero ell@s están con nosotr@s. En nuestros puños envueltos en fuego llevamos sus ganas y anhelos de libertad, en nuestros corazones están tod@s aquell@s que, en el intento, no midieron consecuencias y dieron la vida por sus convicciones, no en tanto que mártires, no en tanto que víctimas, sino deseos@s de vivir aquella realidad por construir para ell@s mism@s y sus herman@s, por sobre ésta realidad que nos niega una vida realmente vivida. Y es que nuestros deseos de autoemancipación consciente (porque tenemos plena consciencia de nuestra situación y no deseamos que nadie, ni partidos, vanguardias ni representantes nos dirija a la emancipación, salvo nosotr@s mism@s) está el anhelo de vivir una realidad donde la vida y su riqueza de contenido vivido lo sean todo. Nuestra práctica insurreccional es uno más de los muchos ejemplos históricos de l@s explotad@s en busca de una nueva realidad, de una nueva vida cualitativamente superior a lo que llaman vida en el reinado de pasividad y muerte del Capital. No queremos construir una realidad exenta de conflicto, sino que una vida ya no mediada por los imperativos de la economía ni la autoridad, donde el único freno a las infinitas posibilidades por vivir esté en nosotr@s mism@s. Y siendo la policía el brazo armado de este orden que nos niega la vida, la atacamos, cuantas veces sea necesario.
Con respecto a los jóvenes asesinados en Valparaiso en la marcha estudiantil el día jueves anterior a nuestra acción por un ciudadano-policía (que luego sabríamos que era un narcotraficante que ostentaba armas y lujos, subespecie del lumpen-capitalista digna de nuestros estadio histórico), creemos que desgracias de éste tipo no hacen más que evidenciar los antagonismos existentes, y que de entre la masa de explotados existen quienes incluso son capaces de tomar las armas en defensa de elementos del orden imperante (la propiedad privada en éste caso). Escuchar o leer en los diarios cibernéticos los comentarios de quienes celebran la muerte de los cabros (cuando en un principio se pensaba que habrían sido ellos quienes pintaron la fachada de la casa del imbécil) porque “se lo merecían”, no hace más que corroborarnos lo mismo. Nuestro rechazo es independiente de lo que pensemos sobre la adhesión política de los cabros. Sepan que agudizaremos las contradicciones de este orden de mierda hasta que se haga insostenible y aquell@s ciudadan@s-policías que celebraron tengan que abandonar la comodidad de su posición de espectadores para tomar ell@s mism@s las armas contra nosotr@s si es que aún se posicionan en defensa del orden burgués ¡Ninguna agresión sin respuesta!
Llevando con nosotr@s un montón de propaganda que contenía este mismo texto de manera casi íntegra, irrumpimos en el campus JGM, cortando Av. Grecia con Dr. Johow, que para nuestra sorpresa y en una hermosa coincidencia tenía una chancha de pacos parada justo en el semáforo a la que nos apresuramos a prenderle fuego. Saludos a esos pacos, no olvidamos su cara de pánico mientras recibían el ataque antes de que pudiesen librar. Los enfrentamientos duraron cerca de media hora, para después desaparecernos entre el campus.
Hacemos un llamado a llevar la crítica a la práctica ¡En todos los frentes y formas contra el Estado y el Capital! ¡Ninguna agresión sin respuesta!
¡JUVENTUD COMBATIENTE, INSURRECCIÓN PERMANENTE!