Ya han pasado 6 meses desde el día en que me obligaron a mirar el cielo a través del alambre de púas y contar el tiempo entre los cierres de puerta de mi celda. El nuevo rechazo del consejo judicial sobre la reexaminación de mi excarcelación solo viene a reafirmar lo que sabía ya desde los primeros días en que me encontré en los calabozos de los servicios antiterroristas. Mi encarcelamiento no es meramente un caso personal, sino el reflejo de una estrategia entera de represión que tiene como fin la dominación del miedo y la satisfacción del odio vengativo de las autoridades persecutorias en contra de lxs presxs políticxs y lxs que no se alinean con los valores de la cultura del Poder.
Sigo estando en prisión con única prueba “incriminatoria” el hecho de que estoy casada con el preso político y miembro de la CCF Gerasimos Tsakalos.
Sigo estando en prisión porque no firmé un “certificado de creencias sociales” y porque no renuncié a mi compañero ni a nuestra relación.
Sé que el rechazo fascista del consejo judicial de devolverme la libertad que me han quitado es el resultado de las órdenes del Poder y de los procesos policiales-judiciales que buscan emitir un claro mensaje de miedo.
Quien se posiciona junto a lxs presxs políticxs corre el riesgo de encontrarse en la celda vecina… Quien no baja la cabeza, quien no baja la mirada, quien no amordaza su propia voz contra los ídolos del Poder, puede acabar arrastrándose con grilletes en los calabozos, en las sedes de la fiscalía, en las salas de los tribunales…
Pero los gestos de solidaridad que se llevaron a cabo la semana pasada me demostraron que aunque el miedo gobierna, no reina en los corazones y las mentes de las personas libres.
Un gran agradecimiento para todxs aquellxs que con sus acciones hacen desaparecer la dictadura de la mentira y la hipocresía de la justicia que insiste en mantenerme encerrada en sus celdas. Ahora una nueva batalla comienza…
Al ultimátum negativo de los jueces no me queda otra opción que responder con el último refugio de una persona en cautiverio, la huelga de hambre por mi liberación.
Mi intención era comenzar la huelga de hambre el 8 de septiembre, como había mencionado en mi carta anterior, en caso de que la decisión fuera negativa. Sin embargo, los días después del anuncio de mi decisión, muchxs compañerxs, especialmente de las provincias, me pidieron que se retrasara para que más compas volvieran a sus ciudades y para que se organice mejor la lucha solidaria. Comprendo las dificultades que hay, también en relación con el período pre-electoral, y dado que entiendo la solidaridad como el repartir de ansias, deseos y luchas comunes, y no como una herramienta para usar, respetando y estando de acuerdo con el pensar de lxs compas para que se multipliquen las posibilidades de solidaridad, he optado por posponer el inicio de la huelga de hambre para la semana que viene.
El lunes, 14 de septiembre de 2015 comienzo una huelga de hambre contra el miedo y la injusticia.
Se trata de una decisión cuyo peso me puede aplastar, pero ya no quedan más opciones… Me niego a aceptar el golpe de estado de la mentira y de la hipocresía de una justicia que ejecuta contratos de exterminación de la libertad en nombre del Poder.
Esta huelga de hambre no es solo una lucha por mi liberación, sino también un homenaje a todxs aquellxs que lucharon antes de mí en contra de la fealdad del Poder, además de una barricada de resistencia para lxs que el sistema intentará capturar después de mí porque se atreverán a posicionarse del lado de lxs presxs políticxs, porque gritarán por lo justo y se atreverán a vivir libres y no como esclavos.
LUCHA HASTA LA LIBERACIÓN
LA SOLIDARIDAD ES NUESTRA ARMA
Evi Statiri
Prisiones de Koridallos
7 de septiembre del 2015
(Tomado de contrainfo.espiv.net)