Ai Ferri Corti

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Cuerpo a cuerpo -Ai ferri corti- fue editado originalmente en italiano en el año 1998, fruto de las discusiones y debates internos de la denominada área anarquista insurreccionalista y tuvo una limitada recepción en su país. Mayor impacto ha tenido en los países de habla hispana, desde su primera traducción al castellano en ese mismo año ha sido reeditado múltiples veces en diversos formatos. En esta nueva edición hemos corregido los fallos detectados en la edición del año 2001 (Muturreko Burutazioak, Bilbao) y hemos añadido una nueva introducción, fruto de la discusión entre los autores y editores del texto, con vistas a contextualizar un texto que, pese a los 14 años transcurridos desde que salió por primera vez, conserva plena vigencia y actualidad. Ai ferri corti con un lenguaje claro y directo nos expone claves del debate anti-autoritario, tan escaso y necesario en estos momentos de confusión. No nos entrega fórmulas mágicas de intervención, pero esboza las líneas maestras de una acción insurreccional fuera de toda mediación. Una invitación a manejar nuestro propio timón para no ser arrastrados por cualquier otra embarcación que nos conduzca a tierras pantanosas de las que luego es difícil salir. Un estímulo para suplir la escasa formación revolucionaria y la profunda fosa que abre la falta de interés por el conocimiento de luchas y de procesos insurreccionales anteriores, para participar con conocimiento de causa en nuestro propio proceso revolucionario individual y colectivo.

 

 Ha llegado la hora de romper con este nosotros, reflejo de la única comunidad actual, la de la autoridad y la mercancía. Una parte de esta sociedad tiene absoluto interés en que el orden siga reinando; la otra, en que todo se derrumbe lo más rápido posible. Decidir de qué parte estar es el primer paso. Pero por todos lados están los resignados, verdadera base del acuerdo entre las partes, los mejoradores de lo existente y sus falsos críticos. En todos lados, también en nuestra vida, que es el auténtico lugar de la guerra social, en nuestros deseos, en nuestra determinación así como en nuestras pequeñas, cotidianas sumisiones.

Contra todo esto hay que acudir a las armas cortas, para sostener finalmente un cuerpo a cuerpo con la vida.