El 12 de octubre para los Mapuche rememora el inicio de la resistencia de nuestra nación y de todos aquellos pueblos que libremente habitaban en armonía esta parte del hemisferio antes de la llegada de los invasores españoles. No celebramos el día de la raza ni mucho menos el inicio de la colonización de nuestros territorios y nuestras mentes. Por el contrario, repudiamos enérgicamente el inicio de esta guerra sucia contra las primeras naciones de América es por eso que nos manifestamos este día.
Nuestro Pueblo Mapuche ha resistido dignamente hasta hoy aquella invasión, erigiéndose actualmente como un pueblo que mantiene firmemente sus ideales de libertad y Kume Mongen (buen vivir).
El pilar fundamental de nuestra resistencia es la decisión asumida de recuperar Wallmapu o territorio ancestral, el que actualmente se encuentra principalmente en manos de capitalistas chilenos o extranjeros como los dueños de forestales, hidroeléctricas, mineras, entre otros; y en manos de latifundistas y colonos, quienes históricamente han violentado y discriminado a nuestra gente, todos ellos amparados por el estado de $hile.
Recuperar el territorio ha conllevado hasta la fecha tristes consecuencias para nuestra gente, como asumir la prisión política o la clandestinidad, soportar la fuerte represión y persecución policial, e incluso, perder la vida impunemente en manos de asesinos mercenarios del estado, como los son sus fuerzas represivas policiales civiles y uniformadas. A la fecha han pasado cientos y cientos de mapuche por las diversas cárceles de chile, actualmente existen 20 pu peñi prisioneros políticos mapuche y 9 weichafe asesinados. Todo ello, tan solo en la reciente historia de lucha de nuestro pueblo, en el contexto de la denominada “democracia chilena”.
Han sido los Lof en resistencia quienes conforme a su estructura ancestral, han llevado adelante dignos ejemplo de autonomía y autogestión, recuperando el territorio, ejerciendo la recuperación productiva y el control territorial, demostrándonos a cada uno de nosotros que volver a ser un pueblo que ejerza por
sí mismo su derecho a la libre determinación es posible.
La reconstrucción de nuestro territorio y junto con ello la reconstrucción de nuestro pueblo, mediante la recuperación del mapudungun, de nuestra espiritualidad, historia, medicina, etc., es una tarea tanto individual como colectiva. Esta es una lucha de Pueblo y en ella todos cabemos. Desde los niños hasta los ancianos. Cada uno puede asumir roles que sumen día a día avances en esta gran tarea de liberación.
Los mapuche de la ciudad no podemos (ni debemos) estar fuera de ello. Nunca se nos deben olvidar las razones del porqué llegamos aquí. Aun cuando hoy estemos fuera de Wallmapu la demanda principal de recuperación del territorio ancestral no deja de ser también nuestra bandera de lucha. El que hoy siga migrando un alto porcentaje de mapuche a las ciudades es el resultado de las políticas de despojo territorial que silenciosamente sigue aplicando el estado de chile, las cuales si bien no tienen la forma extremadamente violenta que asumieron en el proceso de “pacificación de la Araucanía”, tienen un efecto similar, e incluso mayor.
En la presente etapa de nuestra historia, los mapuche de ciudad somos un actor relevante, que sin duda tenemos mucho que aportar a la lucha de nuestro pueblo, el que día a día consigue pequeños logros pese a los altos niveles de represión por parte del estado, a sus políticas públicas asistencialistas y al amedrentamiento que constantemente hace sentir al interior de las comunidades en el territorio ancestral y que solo demuestran la nula voluntad política de escucharnos. Nada de eso ha logrado hasta hoy hacer retroceder el digno avance de nuestra resistencia, por lo que reafirmamos el compromiso de seguir recomponiendo el tejido social Mapuche y reconstruyendo nuestro Pueblo-Nación.