Apuntes Sobre El Desarrollo De La Campaña Contra Los Malos Tratos Y Las Torturas Dentro De Prisión

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La cárcel como eje central del sistema penal, así como el régimen de dominación y explotación capitalista a cuyo servicio está evidentemente la acción punitiva del Estado, se pueden definir como máquinas de tortura. Las primeras en constatar que los malos tratos y las torturas constituyen un instrumento empleado sistemática y cotidianamente por los carceleros para hacer funcionar la máquina penitenciaria son las propias personas presas. No es necesario recurrir a informes anuales y datos varios de organizaciones de defensa de los derechos humanos y de denuncia de la tortura para asegurar que la tortura es una practica ejercida sistemáticamente en el interior de las prisiones. Es necesario recurrir a quienes la sufren a diario:

El «tratamiento» que se aplica consiste en agresiones, chantajes y amenazas a presos sociales, suponiendo una impunidad absoluta y conculcando los más elementales derechos fundamentales.

Los tortazos y amenazas se han generalizado tanto que se toman por normales, como si viniesen regulados en el reglamento interno de la prisión. En este módulo de aislamiento las agresiones son mucho más duras. Hace pocos meses rompieron una costilla a un preso social; su denuncia motivó la presencia de la Defensora del Pueblo en el aislamiento, pero no ha servido para frenar la brutalidad que se ejerce. Este mes tuvieron que ingresar a un preso en el hospital tras apalearlo. Firman el colectivo de presos políticos vascos de Córdoba en diciembre de 2013

Ante este contexto de violencia generalizada y ejercida unidireccionalmente desde el estado surgió en el otoño de 2010 una propuesta de lucha colectiva para la denuncia de esta praxis. Esta propuesta surgida desde el interior de la cárcel fue ampliamente debatida (entre los contactos de personas presas de los colectivos solidarios claro está) en el interior de las prisiones y un año después se inició la protesta donde la acción acordada colectivamente era realizar un ayuno simbólico a primeros de mes, aunque hubo también casos particulares de personas que además se mantuvieron en huelga de hambre indefinida por motivos individuales, y gente que ha decidido realizar otras acciones como ayunos semanales o chapeos. Los escritos de denuncia a los respectivos juzgados de vigilancia penitenciaria, organismos internacionales de defensa de derechos humanos y de denuncia de la tortura, los escritos a las defensorías del pueblo y al congreso fueron otras formas de hacer publica la protesta y denunciar lo que adentro viene sucediendo llegando a ser simplemente una serie de actos expresivos de denuncia y rechazo de las torturas y malos tratos. El número de participantes activos nunca superó el de 70-75 presos, aunque si que se implicaron bastantes más presos al hacer constar su firma en los escritos dirigidos a los diferentes organismos. Las represalias comenzaron incluso antes que los ayunos. Ha habido presiones, amenazas e intentos de intimidación, cacheos ilegales, violaciones de correspondencia, intervención, censura e incluso prohibición de todo tipo de comunicaciones (escritas, telefónicas y por locutorio), incautación de publicaciones, traslados, regresiones de grado.

Nunca se espero nada del Estado, ni de los organismos internacionales, ni de los medios de formación de masas Y nada se ha conseguido y valga para ello la respuesta que desde el parlamento se dio a sus quejas y denuncias:

E interno peticionario dentro del marco de las protestas coordinadas con otros untemos de otros Centros Penitenciarios, tramita instancias informando del hecho al Ministerio del Interior, el Congreso de los Diputados, el Defensor del Pueblo y organizaciones europeas de control de las torturas y tratos degradantes en prisiones, alegando que es una medida de protesta por “los malos tratos y torturas en las cárceles”. En cuanto al contenido de las protestas, al ser una imputación de carácter abstracto e indefinido no es posible iniciar una mínima investigación sobre las mismas.

El sistema penitenciario en España presenta un alto grado de garantismo en su actuación. […]En definitiva, el ordenamiento jurídico español así como sus instituciones garantizan plenamente el respeto de los derechos fundamentales de sus ciudadanos, sin distinción alguna.

Desde fuera se estableció que el desarrollo de la protesta debía pasar por un eje de la cobertura legal y apoyo jurídico, la difusión de la lucha contra los malos tratos y la coordinación de esfuerzos, serían los puntos fuertes de esta lucha. La coordinación, comunicación y difusión de la misma ha corrido a cargo de grupos autónomos y libertarios En cuanto al apoyo jurídico se logró crear desde la nada una red de abogados colaboradores, gran parte de ellos de la Coordinadora para la Prevención y Denuncia de la Tortura, casi capaz de cubrir el archipiélago geográfico de la protesta.

Han sido cuatro años de campaña y desde hace ya casi tres años que la protesta quedó estancada en el inmovilismo tanto dentro como fuera y en una inercia que no ha sabido consolidar y fortalecer los recursos y procedimientos que se han conseguido desarrollar, encontrándose en el terreno de lo aparente y de la autocomplacencia de crear la ficción de la existencia de una lucha anticarcelaria real y trasladar esta proyección hacia dentro retroalimentándose a ambos lados del muro de la irrealidad de una lucha verdadera. La falta de autocrítica y de un balance sobre el desarrollo de la movilización, así como la ausencia de seguimiento de denuncias por torturas y malos tratos que presentaron algunos participantes de la campaña es algo difícil de comprender como también lo ha sido la creación de una Coordinadora Anticarcelaria de la que solo se sabe de ella por un escueto y vago y contradictorio comunicado: Nuestro enfoque es interseccional, es decir, buscamos transversalizar la lucha por los diferentes ejes de dominación (patriarcado, clase, etnia, especie, normalidad, entre otros muchos). También queremos visibilizar las distintas instituciones de encierro como CIEs, psiquiátricos, centros de menores, granjas… Queremos abolirlos todos, sin condiciones.

A pesar de que estos sean nuestros objetivos, somos conscientes de que no podemos abarcar todos estos ámbitos a la vez,

Un hecho que hay que apuntar en el haber de esta campaña ha sido el debate y la comunicación sobre los objetivos y las estrategias a seguir en el desarrollo de la protesta. Debate que se encaminaba a que las palabras pasasen a la acción, acción entendida como la creación de una comunidad de lucha contra la cárcel, un espacio en el cual cada cual pudiere expresarse y participar en la planificación de la lucha contra la cárcel. Ello implicaría una autocrítica de los medios empleados y por lo tanto un no estancamiento de los mismos. (…) Crear un espacio que nos permita comunicar entre todos. Nos permitiría romper con no pocos estereotipos y enriquecernos mutuamente. Unificarnos a partir de nuestras diferencias es el único modo viable de hacer frente a la represión.

Desde dentro son remarcables y dignas de tener en cuenta algunos episodios individuales o colectivos ocurridos en algunas prisiones pero con escasa repercusión solidaria:

A finales de octubre de 2013 los presos políticos vascos del C. P. Morón iniciaron un huelga de hambre indefinida denunciando las terribles condiciones de vida del aislamiento. A esta protesta se unieron varios presos participantes en la campaña no solo en solidaridad sino porque ellos también sufren las condiciones extremas.

En agosto de 2014, Emilio Sánchez del Peso inició una huelga de hambre que mantuvo durante 50 días para denunciar las torturas y malos tratos habituales, sobre todo en aislamiento; la connivencia del servicio sanitario ante ello, la inactividad del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria en la defensa de los derechos de los presos; la pasividad de las instituciones públicas ante los atropellos a los derechos de los presos; la ineficacia de las denuncias de torturas que son constantemente archivadas; la inexistencia de tratamiento penitenciario

En octubre de 2014 cinco presos adheridos a la campaña denuncian el trato degradante y los abusos de poder de los carceleros. La respuesta es más aislamiento y más abusos.

Javier Guerrero Carvajal inició el 12 de diciembre de 2014 una huelga de hambre exigiendo la correcta aplicación del reglamento penitenciario, una asistencia sanitaria digna para los reclusos, el cese de la indefensión de las personas presas ante la arbitrariedad carcelera y de la represión contra quienes defienden sus derechos o denuncian los malos tratos y torturas, que se atiendan sus recursos ante dos decisiones sucesivas de mantenimiento de grado y el restablecimiento del permiso que le suspendieron por una sanción arbitraria. Ingresado en el hospital durante tres meses y medio, ha ayunado 133 días, con alguna interrupción por motivos médicos, añadiendo a la huelga de hambre la de sed durante tres o cuatro días al menos en cuatro ocasiones.

Antes de recobrar la libertad Xavier Corporales estuvo 20 días de huelga de hambre en enero de 2015 en la cárcel de Aranjuez manteniendo su dignidad hasta el final y para denunciar el régimen de aislamiento y el abandono sanitario de los presos

No se deben de olvidar las muertes de los presos que han participado en esta campaña y que han muerto durante su transcurso y poca repercusión solidaria han tenido sus muertes tanto dentro como fuera:

Francisco Javier Caramel Guillén murió en el C. P. Sevilla (27-04-2013). Murió falto del tratamiento médico que le correspondía,

‘Orka’ J.M.O.D. (29-01-2014) La muerte se ha debido a la desasistencia y abandono médico al que estaba sometido

Eugenio García Serrano ‘Gavioto’ (30-04-2014) gran luchador y muerto en extrañas condiciones en el aislamiento de A Lama. La versión oficial dice que fue una sobredosis

Borja Martín Gómez ‘Volvo’ (6-03-2015). Muerto en extrañisimas condiciones en el aislamiento de A Lama, La versión carcelera dice que fue un suicidio.

Quienes conocieron a estos dos últimos no es que duden de la versión oficial sino que califican estas muertes de un asesinato carcelario en toda regla.

Por ellos, para ellos.

Fuente: Herria 2000 Eliza nº 257 artículo camapaña contra las torturas y malos tratos en prisión

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