Durante la madrugada, cerca de las 03:30 del 19 de Noviembre del 2015 un fuerte estruendo sorprende al bastardo carcelero que se encontraba de guardia en la Escuela de Formación Penitenciaria de Gendarmería.
Una bomba artesanal compuesta de pólvora negra comprimida al interior de un extintor activado mediante mecha consigue detonar en el portón lateral de la Escuela de carceleros en la comuna de San Bernardo.
El estallido no deja heridos, produciendo algunos daños en la infraestructura del recinto. Rápidamente el Coronel Christian Alveal, director escuela de suboficial gendarmería señalo ante la prensa:
“siempre los grupos antisistemicos anárquicos han amenazado a gendarmería, sus instalaciones y su personal y se toman permanentemente medidas de resguardo para evitar efectivamente que hechos como estos tengan personas y daño a las instalaciones.”
Por su parte, el vicepresidente Jorge Burgos sostuvo que “el proceso investigativo va en plena marcha y entiendo que ha arrojado policialmente buenos resultados. Esta acción no va a quedar impune, que es lo importante”.
Tras la explosión es detenido el compañero Kevin Garrido en las inmediaciones del sector por parte de la DIPOLCAR, quien también detuvo a Joaquín García acusados de este ataque y el atentado frustrado contra la 12° Comisaria. Ambos quedaron en prisión preventiva.