Trelew- Jóvenes denuncian a policías por torturas

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UNA CHICA DENUNCIÓ HABER SIDO AMEDRENTADA LA NOCHE DEL LUNES POR UN OFICIAL. Leer nota completa acà

En la mañana de ayer integrantes de la Comisión Contra la Impunidad y la Represión Policial presentó ayer un Habeas Corpus colectivo a través de uno de sus integrantes, César Antillanca, por una serie de sucesos que ocurrieron entre el fin de semana y la noche del lunes, en los que se vieron involucrados oficiales de policía de la Seccional Cuarta que fueron denunciados por golpear a un grupo de jóvenes durante la madrugada del sábado.
Según el relato realizado por Antillanca y por la joven Luciana Anahí Carabajal en el pedido a la Justicia, el cual se presentó en forma preventiva “por los miembros de dos familias que sufren limitación o amenaza de la libertad ambulatoria sin orden estricta de autoridad competente sin y por parte del personal de la Policía de la Provincia del Chubut”.
Agrega el escrito que “este fin de semana varios jóvenes fueron golpeados por personal policial, entre ellos estaba Iñaki Vera Basso, quien posteriormente efectuó denuncia penal y en los medios de comunicación y a partir de ese momento tanto la familia de Iñaki como la de su novia han sido amedrentados por personal policial con amenazas concretas”.

Así lo relató en su denuncia el joven Basso quien fue detenido aproximadamente las 7 de la mañana y entregado a sus padres pasadas las 12,30 del mediodía del domingo, y pasó todas esas horas a pesar de ser menor de edad esposado en la comisaría en un calabozo pequeño con otros ocho chicos más.
El chico indicó a la Justicia que “estábamos con los chicos luego de haber salido de una fiesta en un lugar cercano al barrio Etchepare. Y salimos caminando hacia la Plaza ubicada frente a la pista de atletismo”. Relató Basso que eran unos cuarenta chicos en total, la mayoría menores de edad. Indicó que en un momento no determinado “se empezaron a escuchar tiros, y empezaron a volar piedrazos con la policía”.
Es por ello que decide alejarse del lugar y comienza primero a correr y luego sigue caminando por la calle Brown y ahí frena la policía y baja un efectivo que me pega una piña en la cara” sin mediar palabra. Sostiene el adolescente que “me golpeó contra el piso” y luego “me siguen pegando creo que me pateaban” y luego de haber sido subido a una camioneta en la que habían perros que prestan servicios para las fuerzas, “los perros me mordieron y los policías no hacían nada. A mi me llegaron a romper todo el pantalón, a otros chicos también los mordieron los perros”.
Asegura Iñaki que “no me resistí en ningún momento al arresto, sé que si me resisto va a ser peor” y agregó que en la comisaría “éramos como nueve o diez detenidos, había un chico que se desmayó del calor. En una celda de un metro por dos éramos diez chicos y había una ventana de treinta centímetros nada más”.   Además de haber podido certificar sus heridas en el Hospital, Iñaki relató lo que es más grave aún del hecho, y es que fue detenido, esposado y retenido en un calabozo de una comisaría siendo menor de edad y sus padres tomaron nota del hecho más de cinco horas y media después de su detención, cuando la propia policía les avisó donde se encontraba.

 Amenazas
Ayer además de darse a conocer esta versión de la historia que dista bastante de la versión oficial que difundió la policía en las horas posteriores al hecho, se conoció la segunda denuncia conectada con el caso.
Esta vez fue Luciana Carabajal de 18 años, novia de Iñaki, quien denunció que cuando se dirigía a su casa aproximadamente a las 21,50 horas “transitando la calle Ecuador casi en su intersección con Pasaje Salta, iba subiendo por el Gimnasio N° 2, pasando la placita vi que un cuatriciclo policial me estaba mirando y cuando levanté la mirada aceleró con todo”. Indicó que “yo lo ignoré, porque estaba escuchando música y por eso seguí caminando, haciendo el mismo recorrido, por el mismo pasaje” y en momentos en que ingresa al Pasaje “el policía me parece que me estaba esperando porque estaba parado al lado del cuatriciclo
. Esperó que yo pase y me agarró del pelo. Yo tenía una colita y me agarró de la colita. Y me dijo ´a ver si te dejás de romper las pelotas pendeja porque vas a terminar peor o igual que tu noviecito´. Me terminó de decir eso y me agarró del cachete derecho de la cola, me apretó y me pegó un palmazo”.
Inmediatamente “me tironeó otra vez el pelo para atrás y me empuja. Como me empuja, yo estaba paralizada, no reaccioné, no dije nada, no opuse resistencia. Quedé ahí, caí y se fue. Me quedé llorando, fijándome si alguien había visto. Y me quedé ahí como 5 minutos, hasta que apareció una señora y no le pude contar nada de lo que pasó. Lo único que pudo hacer fue acompañarme hasta La Anónima de la Belgrano. Después fui a la casa de mi abuela”.
Ayer Luciana también presentó la denuncia correspondiente en la Fiscalía de Trelew acompañada de su mamá y de César Antillanca, donde aseguró que no pudo reconocer al policía que arremetió contra ella en lo que considera “un intento por amedrentarnos y por meternos miedo”.

 

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