Con este artículo quiero tratar de abrir un debate que vaya más allá de la palabrería, sobre algunas reflexiones que últimamente me encuentro haciéndome y que provienen de la observación más o menos cercana de ciertas predisposiciones dentro de la galaxia anarquista que, en mi opinión, han limitado la capacidad teórica/práctica de esta. Quiero aclarar, vistos los tiempos que corren, que me interesa discutir con quien está contentx y es consciente de su singularidad y no con quien razona sin base incluyendo consideraciones y reflexiones en cualquier debate alimentando discusiones superficiales. Por eso, he utilizado la palabra “galaxia” y no movimiento, ya que este último parece un fantasma cada vez más.
Volviendo al tema, puedo decir, sin avergonzarme, que me ha costado encontrar un término que sintetizara el sentido de estas predisposiciones, al principio las definía como hiperracionalidad, pero el término me pareció demasiado pretencioso y genérico, hasta el punto de que se me abren demasiadas facetas, perdiendo así la capacidad de sintetizar, entonces decidí llamarlas “contabilidades anarquistas.”
En sí misma, esta seudociencia engañadora se manifiesta en el abandono de las tensiones individuales a favor del cálculo político y, entonces, ya no es el individuo quien se enfrenta a todo atacando de acuerdo a su deseo, utilizando los medios que más le satisfacen y que mejor le representan, sino el matemático, el contable, claro, que busca la fórmula justa, aceptable, sectorial y, aparentemente, menos peligrosa, de ahí, engañadora, con un montón de saludos a la belleza de la búsqueda del proprio ser ahora ya encerrada entre los muros de una moralidad laica que tanto se asemeja a la cristiana. La exaltación del unx mismx a través del ataque la sustituye un “yo” sacrificado a los números de la racionalidad.
Ahora las preguntas que planteo son estas: ¿cómo este comportamiento científico, político, que declara una intervención social presuntuosa, basado esencialmente en una visión deficiente del individuo, ha podido influir a tantxs?, ¿por qué está tan presente y fuerte?
Estas son preguntas que no requieren una respuesta árida, que sería de todas formas superficial y trivial, sino que tienen la pretensión de un análisis que ponga en cuestión tendencias y prácticas que, a través de la crítica, mantengan la tierra de la dialéctica revolucionaria siempre fértil sin arriesgar una fosilización de las ideas.
Ahora, para hacer que el discurso no se considere aleatorio, quiero lanzar mi provocación/ consideración que es una de las tantas que se pueden hacer y que en este momento considero válida: una costumbre viciada, hija de la sociedad, es la de buscar las satisfacciones personales, no tanto en calidad del camino que se comienza, sino en la velocidad que este lleve a un resultado. Este comportamiento, evidente en la jodida cotidianidad, se critica mucho, en el contexto de la lucha revolucionaria ha hecho que caminos difíciles, extenuantes y con objetivos a veces difíciles de focalizar, se dejaran de lado dando espacio a reajustes con satisfacciones menos emocionantes pero tangibles de alguna manera.
Ahora, y aquí está la provocación, considerando la libertad, o más bien, el liberarse, camino de por sí sin fin, el deseo, el horizonte hacia el que tiende un/a anarquista, y siendo esto tangible sólo a través del medio y el método que se utiliza para llevarlo a cabo, si estas cosas se seccionan, se aligeran de su capacidad y se toman caminos menos empinados, ¿no se está perdiendo el sentido de lo que se está haciendo?
Si los caminos de liberación personal se canalizan en rutas limitadas y empobrecidas, ¿qué fin tiene la tendencia revolucionaria?
¿No será que se tiene miedo de quedarnos ciegxs mirando el sol del horizonte?
Ale
Cruz Negra Anarquista, Aperiódico anarquista, nº 1, septiembre de 2014 Pág. 5-6
http://es.contrainfo.espiv.net/2014/12/30/italia-la-pobreza-del-calculo/