Este martes 23 de diciembre, salió a la luz una carta que envía Carlos López, “El Chivo”, desde el penal en el que se encuentra prisionero por el Estado. Se trata de una crítica “al entorno anarquista”. Aquí trataremos de abundar, en la medida de lo posible, en temas que roza y no alcanza, por obvias razones de tiempo y practicidad, a desarrollar con profundidad. Asimismo, buscaremos responder algunas cuestiones en las que con urgencia deberíamos reparar.
Las respuestas que aquí se den, no son, en absoluto, ninguna suerte de manifiesto o sentencia absoluta, sino una opinión más regada vertida en el mundo.
1.- Resulta importante caer en el análisis del discurso, pues ahí nos encontraremos con uno de los principales enemigos que tenemos cada uno: como individuos. Quizá parezca quisquilloso puntualizar lo siguiente, pero me parece de gran importancia.
Cuando Carlos López escribe que ‘Vivimos en una pretendida “democracia”, en la que sus representantes se empeñan en redoblar esfuerzos para consolidar una inexistente “paz social” ‘, parece que los medios de comunicación han mermado su discurso de alguna manera. No porque no sea cierto lo que dice, sino por la mera forma de escribirlo. La democracia y la paz social entrecomillada suponen que éstas son falsas. Sin embargo, efectivamente vivimos en una democracia, una de las tantas que existen: la representativa. Nos guste o no, al momento de enunciarla es democracia, y junto con su enunciación traemos consigo un sin fin de conceptos. Por lo anterior, no es una pretendida “democracia” en la que vivimos, sino una aberrante y apestosa democracia. Lo mismo sucede al hablar de la ‘inexistente “paz social” ‘. Es que, en verdad es inexistente esa paz. Es un concepto que existe, es una verdad en la que nos encontramos: la ausencia de ésta, y se debe a la construcción de estructuras de dominación como el Estado, la iglesia y demás.
2.- Resulta importante enfatizar la parte en la que el compañero escribe sobre la posible preferencia de la gente por lo “espectacular y cuantitativo”. Uno de los problemas que Bonanno ha expuesto, no sólo sobre los colectivos marxistas, sino de muchos otros movimientos sociales y tal, ha sido eso: la necesidad de estarse contando a cada rato para ver que sí son con muchos, que siguen siendo bastantes, o que ya son más que antes. La necesidad de crear un movimiento único de masas, una cosa homogénea que ignora la gran diversidad en la que estamos sumergidos. Eso, precisamente, ha desmoronado en muchas ocasiones los espíritus de lucha, no digamos ya en los tiempos donde Bonanno atacaba físicamente, sino en el territorio ocupado por el Estado mexicano en pleno siglo xxi. Es decir, un sin fin de espacios y problemáticas quedan botadas, no son importantes, porque no hay ningún medio que lo coberture, no está chic y sólo se merecen un video en cualquiera de las múltiples (para eso sí existe la diversidad) de redes sociales.
Para los jóvenes que han decidido reclamar enérgicamente, muy a su modo, justicia para algún crimen cometido, parece importarles una cosa: el crimen debe ser sumamente violento o potencialmente mediático. De lo contrario, no merece la pena. La violencia cotidiana que las fuerzas represivas del Estado; la que el patrón ejerce contra el trabajador mediante salarios miserables; la del automovilista que ha generado privilegios sobre el que no tiene más transporte que las piernas; la del profesor autoritario y déspota que enseña mediante la memoria… todo lo anterior no merece, para ellos, ser llamado violencia, pues necesitan que la violencia sea espectacular para sentirse indignados.
3.- Concordamos nuevamente con “El Chivo” cuando expone que la lucha no violenta puede llegar a ser una herramienta del Estado. La construcción de una lucha basada en la paz, no es posible en un espacio donde esa paz no existe. En todo caso, se estaría buscando que esta paz oficial quede y se vayan aquellos culpables de otras cosas que pueden sanarse mediante alguna reforma a la constitución a través de legisladores elector o gobernantes competentes. Pero ello no significa que la violencia del Estado desaparezca, sino que cambie el actor que la ejerce.
La violencia en la lucha es necesaria, como lo hemos dicho ya en este mismo blog, una violencia generalizada que camina desde las bombas molotov, hasta la destrucción de conceptos y paradigmas lingüísticos. Luchar en paz por la paz, se resume en la anulación de la lucha.
4.- Con una de las cosas con las que no concordamos es que no luchamos por una mejora. Tal vez, esta diferencia se deba más a percepción de conceptos que a lo concreto de la lucha. Es decir, quizá esa mejora que no se busca es una mejora reformista. Sin embargo, una mejora no anclada a las formas y estructuras de dominación, nos parece, desde aquí, más que necesario.
La tensión libertaria es una tensión no autómata, no mecánica, no visceral ni de filosofía puramente nihilista. La tensión libertaria busca reventar, explotar, expandirse, destruir y construir otras cosas.
5.- “el momento que muchos anarquistas tanto dicen esperar, como pregona el anarquismo de síntesis o aquellos ”revolucionarios antisistema” que se jactan de buscar un mundo mejor, pues bien, en estos momentos no pueden poner pretextos para salir de esa eterna espera y brincar de la zona de comodidad que da la palabra por si sola”.
Ante esto no nos queda mucho que decir. El pleito teórico entre la organización informal y la de síntesis deja mucho que desear. Mientras la organización informal, aquella que grita a los cuatro vientos que está contra las siglas y asociaciones, se adhiere a la Federación Anarquista Informal, o a grupos locales que firmarán comunicados adjudicándose atentados o ataques, y sólo se dedican a ello; mientras esto sucede, insistimos, los que se organizan bajo la bandera de síntesis, buscarán crear espacios sin mover dedo alguno para confrontación física como el sabotaje o la acción directa violenta en las movilizaciones. Puntualizamos, sin embargo, que no hablamos de la totalidad de los informales o de los de síntesis, sino de porcentajes, grupos o individualidades.
Decir que no se debe actuar bajo coyuntura alguna y afirmar que los “anarquistas antisistema” deben salir a las calles ahora que está la mecha prendida parece contradictorio. ¿No respondemos a coyunturas, pero ustedes sí deben hacerlo… y al modo informal? No me parece que un juicio así pueda ser emitido con tanta flaqueza. Si aquellos de síntesis trabajan de tal o cual manera ante tal o cual circunstancia, debe ser analizado y criticado, sí, pero no de maneras tan simplistas y contradictorias.
6.- Las críticas al EZLN se redactan o verbalizan desde un paradigma occidental. Nos parece necesario no olvidar esto, dado que la traducción de otros paradigmas no occidentales resultan, en ocasiones, forzados o insuficientes. La patria, para ellos, no se expresa por completo a través del concepto occidental de patria, sino más bien se entiende por territorio, y las luchas se concentran más por la defensa territorial que por la patria y todo lo que ello implica.
Lo mismo sucede con frases compuestas como “mandar obedeciendo”, que puede ser una traducción a medias de algo más simple: respeto mutuo, solidario. Un sin fin, pues, de construcciones dificultadas, si lo queremos ver así, por las teorías de la traducción: no existe traducción literal, sino interpretaciones; por lo que interpretar una interpretación resulta más complejo, y es lo que, a medio conocimiento del castellano y sus paradigmas, intentan las comunidades indígenas que buscan generar su autonomía. Si bien el EZLN se fundó bajo la ideología marxista, apegada al maoismo, no podemos olvidar su construcción libertaria en la que se ha concentrado. Que no son 100% anarquistas las comunidades autónomas, ninguna comunidad será tan anarquista como queramos, porque la anarquía nace de la liberación y la autodeterminación; la autodeterminación surge del común acuerdo de los interesados, los interesados están interesados en su comunidad y su vida, no de cómo percibamos tú, yo o cualquier otro en otro contexto cómo debe ser nuestra forma de vida.
7.- Sobre aquellos que buscan cooptar gente para sus filas, nos parece necesario evidenciarlo. El compañero no señala nombres, no dice mucho al respecto, sino una sugerencia de precaución. Hay que decirlo, Jacobo Silva, en su intentona de reconciliación histórica, está llevando al matadero ideológico y físico, a muchos compañeros anarquistas y no anarquistas, con el fin de reivindicar que el ERPI sí tuvo frutos, que no fue un cañón vacío desarticulado por la paranoia que le provocó el fascista EPR.
En este blog, también, hemos publicado un artículo titulado “El poder popular de Jacobo Silva: introducción a la farsa”: un pequeño análisis de su supuesta obra maestra que no es más que una letanía demagógica de gritos ahogados, pedestres e ignorantes.
Por ahora, mandamos este breve texto al compa, que esperemos le llegue a través de algún otro compañero, o, aunque sea, por chisme. Asimismo, le mandamos un saludo fraterno y solidario hasta la prisión de guerra en la que se encuentra.
¡Abajo los muros de las prisiones!
¡Presxs a la calle!
¡Muerte al Estado!
http://www.abajolosmuros.org/index.php/noticias-anticarcelarias/359-sobre-la-carta-de-carlos-lopez-el-chivo-anarquista-preso-texto-de-apostillas-libertarias