Nuestra única propuesta es el conflicto
Documentos en torno a la proyección insurreccional del movimiento anárquico
La siguiente recomendación se escribió con la idea de exponer algunos puntos presentados en el libro, no se exponen los alcances o comentarios propios de quien escribe pues se trata de una recomendación; de lo anterior no se sigue que no me encuentre disponible a conversar sobre el libro, cualquier comentario, por favor, al correo de la biblioteca.
Los que hacemos no tememos equivocarnos, tememos sólo perder la capacidad de darnos cuenta que nos equivocamos.
Primero que todo, “Nuestra única propuesta es el conflicto” es solo un libro, jamás ha pretendido ser otra cosa más que un libro, pero como tal es que se posiciona como un material capaz de tensionar a quien lo lea y llegar a la reflexión de ciertos puntos, puntos que –personalmente- se plantean como transversales para efectos de nuestra práctica y de nuestro (re)pensar(nos). Las secciones o temas tratados pueden ser ya obvios para muchxs compañerxs con algo de experiencia pero, reitero, me parecen ser una discusión necesaria.
Lxs hijxs de las revueltas del 2006 y 2011 ya han crecido en edad y madurado sus mentes, debemos aprender, proyectarnos y ser estratégicos. Las acciones donde nuestrxs amigxs, afines y compas han dejado cuerpo y sangre deben ser hechos de aprendizajes; hay una necesidad de pensar la conflictividad anarquista según el territorio donde nos encontramos, el conocimiento surge de la práctica… y las piedras están en el suelo, las soluciones en nuestras manos.
El libro se divide en las siguientes secciones.
Necesidad de una proyectualidad anarquista:
Pensemos nuestro actuar, ya sea en ámbitos específicos o no. Hablar de nuestras prácticas va de la mano con pensar los objetivos simbólicos, concretos y conocer –y rechazar- los objetivos parciales por ser objetivos reformistas y desmovilizadores.
¿Qué significa estar preparados, tener una proyectualidad insurreccional?
Estar preparados significa que a nuestra presencia se le agrega el conocimiento de lo que hacemos y lo que queremos hacer. Proyectarnos a corto, mediano y largo plazo no significa que nos regiremos por una planificación estricta, eso sería negarnos como individuxs y negar nuestra más hermosa capacidad del decir “no”, y casi sería ponerlos a la par de las ideas etapitas de acumulación (cabe señalar que el libro diferencia la idea de acumulación –la niega- de una idea de procesos que se llevan a cabo desde las tensiones y formas de lucha que cada individux, colectivo, grupo, etc se propone).
Lo interesante de este capítulo va un poco más allá de pensar en los objetivos que debemos atacar, apunta a trabajar el aspecto individual, la responsabilidad individual y la responsabilidad colectiva; y la idea de una red de individuos vs grupos de afinidad.
Tensión y anarquía
La primera parte de este capítulo trata de algo que muchas veces es tema de discusión en nuestros espacios: la forma del hacer desde el individux en el sentido de analizar las excusas y no de criticar la dimensión de lo individual completamente. En la segunda parte se aborda lo que es la tensión, de qué se habla cuando se habla de tensión, qué no es y qué consideran los autores que sí es, en tanto que esta es la que impulsa y proyecta las prácticas. Estas reflexiones surgen en la propia dinámica de nuestras peleas, en los problemas, espacios y en cada paso dado y que se dará. La tercera parte se trata de las proyecciones, espacio más abierto pero que se presenta como la necesidad de una responsabilidad individual.
Hay ciertas cuestiones que sería bueno plantear, con la idea de fomentar el interés.
No todo puede reducirse al cotidianismo, a la práctica individual: que todo sea conflicto no significa que sea el mismo conflicto, pelear es elegir cómo y cuándo. Este apartado discute el falso individualismo que confunde lo ético con el uso indiferenciado de la fuerza, pasando al cotidianismo como practica esencial de la individual. La fuerza anárquica está dada por la lucha, lucha que debe ser inteligente, valerse de toda la inteligencia posible, la cual surge solo de la práctica constante.
Siendo sincera, este libro me intereso bastante debido a los últimos sucesos avenidos en el espacio donde me desenvuelvo, la muerte, encarcelamiento de compañeros, huelga de hambre, montajes y estallidos revoltosos de una noche que podría llamar una noche negra. Hay muchas cuestiones que me hicieron pensar mis y nuestras prácticas insurreccionales y cotidianas. El Poder piensa y actúa en nuestra contra, como nosotrxs contra él, porque estamos en su dominio y así han arremetido en nuestra contra y contra de muchos movimientos sociales (quimeras que se alojan en el regazo del ciudadanismo en su gran mayoría), y que podamos salir victoriosxs de las luchas que decidimos pelear es solo tarea nuestra; reitero: La fuerza anárquica está dada por la lucha, lucha que debe ser inteligente, valerse de toda la inteligencia posible, la cual surge solo de la práctica constante.