Álvaro, miembro del la guerrilla urbana Mapu-Lautaro sobrevivió a la llamada “Masacre de Apoquindo” ocurrida el 21 de octubre de 1993, donde tras un asalto a un banco un grupo de policías balea por completo un microbús de locomoción colectiva
La acción policial culmina con los compañeros Raúl Humberto González Órdenes (“El Gato”), Alejandro Soza Durán y Yuri Uribe Toro además de los pasajeros Marcos Villegas, Tatiana Inés Navarro Valdés y Gabriela Castillo Díaz abatidos por las balas policiales.
Finalmente Álvaro es condenado a 81 años de prisión y Oriana Alcayaga -también sobreviviente- a 61 años de prisión.
El 5 de Enero del 2005, tras intensas movilizaciones desde adentro y fuera que incluyeron extensas huelgas de hambre Álvaro consigue acceder a su primera salida dominical luego de años de prisión en la Cárcel de Alta Seguridad.
A continuación rescatamos del olvido una entrevista realizada por la extinta “Agencia de Prensa Proletaria” a Álvaro.
Periódico PRESENTE de la Agencia de Prensa Proletaria (APP) Mayo 2005 N°1.
Prisionero político que logró la salida a la calle hace solo unos meses.
ENTREVISTA A ÁLVARO GONZÁLEZ.
El acelerado ritmo de la ciudad, el adormecimiento masivo provocado por los medios de comunicación contribuyen al individualismo como forma única de enfrentar la vida. En ese contexto casi estéril, la existencia de los presos políticos se diluye, se archiva como si fuese una noticia vieja. El olvido se constituye en una puerta mas pesada aun que las de la propia cárcel.
Aun quedan 6 prisioneros y nosotras, las que no olvidamos contribuimos a su salida a la calle mediante la difusión, por ello la entrevista a Álvaro, justamente a él, que hace pocos meses camina de nuevo n las calles. De esta entrevista rescatamos al critica a la permanente necesidad de una nueva huelga de hambre para que se lleve a la practica tanta retorica con respecto al apoyo hacia los prisioneros políticos. Del mismo modo destacamos la mirada de la prisión como un proceso, una experiencia y no solo un mero conjunto arquitectónico, se te mete en el cuerpo e intenta modificar tus convicciones y comportamientos, ahí es cuando se sobrevive o se rinde ante la prisión.
El movimiento entorno a los presos
El tema del apoyo exterior cuando estábamos en la cárcel fue un proceso, tuvo momentos y momentos. Al principio, en el año 91 antes de la construcción de la cárcel de alta seguridad había un apoyo masivo y eso fundamentalmente se daba porque las organizaciones sociales, de nuestros familiares y amigos, tenían la posibilidad de vincularse directamente con los prisioneros y eso cambió rotundamente con la construcción de la cárcel de alta seguridad, de hecho, uno de los objetivos de la cárcel era aislarnos de nuestro entorno, para disminuir tanto la capacidad de organización que nosotros pudiéramos tener al interior de la cárcel como la posibilidad de influenciar a mas gente, no solo tal vez organizarse en torno al apoyo de los presos revolucionarios sino que organizarse ellos mismos con dinámicas políticas que tendieran también al desarrollo de movimientos anticapitalistas
A pulso
En diciembre del 96 en la cárcel, en el ánimo y en la moral de los presos hubo una transformación y se empezó hablar de la libertad (…)A partir del año 2000, 2001 la cárcel empieza a abrirse desde la vuelta de colina, entonces los pacos y pacos de civil, o sea el ejecutivo, el ministerio del interior, cacharon que tenían que flexibilizar la wea porque sino iba a seguir habiendo una dinámica de resistencia, de hacer mierda la cárcel, romper las ventanas, las puertas, weas que hicimos muchas veces, mucha tente no cacha que nosotros hicimos caleta de motines, nos tomamos la cárcel, jugábamos a la pelota y volvíamos al lugar donde antes estábamos..
De hecho cuando nos trasladaron a colina estuvimos durante 20 días sin encierro, con la cárcel tomada y ese fue el motivo por el cual los weones nos trasladaron a colina bajo golpes y torturas y cuando volvimos la cárcel tenia mas rejas, mas cámaras y estuvimos durante 7 meses con un sistema rígido, como al principio, volvimos a cero. Nuevamente tuvimos que empezar a hacer huelgas de hambre y hacer movilizaciones (….), ahí ampliamos la capacidad de acceder a visitas, también creció el numero de organizaciones que pudieron entrar a la cárcel.
A pesar de ese mayor apoyo de orgánicas (…) siempre está potenciado por las huelgas de hambre, por ejemplo hoy día hay 6 compañeros que están todavía en prisión y se sabe poco de organizaciones en la lucha por la libertad, seguramente se va a necesitar que los compañeros nuevamente arriesguen su vida con una nueva huelga de hambre para que los distintos grupos núcleos se motiven (…)eso es una gran deficiencia tanto de nosotros como presos como de estas organizas, necesitar el incentivo de la huelga de hambre para dinamizar (…).
Yo pienso que pienso más que antes . (…)He visto a los jóvenes con más sabidurías en algunos ámbitos, sobre todo en el ámbito de la horizontalidad (…) creo que si hay algo que rescatar hoy día de los distintos grupos con esa idea de meterse por la raja el verticalismo democrático que por nosotros fue mística e ingenuamente planteado hace 13 o 14 años, eso es un avance sustancial (…)
Yo creo que hay que tener mucho cuidado con la policía, ella está en todos lados, no solo los pacos o ratis y milicos, sino también intelectuales de la policía, a los del PS, PPD que hoy día administran el estado y que son tremendamente peligrosos (…)
Todas las formas de lucha, mas allá si en una dinámica concreta en el proceso histórico son o no realmente un aporte a la revolución, yo rescato la historia de cientos de jóvenes revolucionario tanto marxistas como libertarios que hicieron actos de resistencia radical y son parte de este mismo proceso histórico.
La suerte de solamente llegar a la prisión
La prisión es una experiencia individual, aunque hayan 50 o 100 presos en una misma celda, la prisión siempre es una experiencia individual, pero es una experiencia que puede ser enriquecedora depende de donde mires el mundo y se puede cargar con ella. Se puede salir bien parado de ella, o sea puedes tener alguna secuela (…) no es la muerte, es una transición, es una etapa que nosotros sabíamos que podía ocurrir: la prisión o el cementerio, yo tuve la suerte de solamente llegar a la prisión. (…) la posibilidad de oponer el valor de tus convicciones, el oponerse a una experiencia que podría hacerte dudar en algún momento y demostrar que no, demostrar que tu estabas convencido y orgulloso de lo que hiciste, de la vida que has tenido y de las decisiones de ir apostando a lo colectivo.
Nada más…recomendarles el que se cuiden porque la policía esta siempre en todas las esquinas.
(2005) Entrevista a Álvaro Gonzales, Ex-prisionero político durante los 90 en el C.A.S