Texto publicado en la página web http://www.eksegersi.gr.
El cautiverio judicial perpetuo de Kostas Sakkás ya supera a la imaginación más morbosa, teniendo lugar en el guión kafkiano más siniestro (tenebroso).
Estando acusado y detenido por el caso del grupo de lucha armada “Conspiración de Células del Fuego” durante tres años, fue puesto en libertad en julio de 2013 después de 38 días de huelga de hambre y unas movilizaciones de un movimiento de solidaridad tremendo. En su caso se aplastaron la Constitución y la legislación penal que prevé los plazos de retención preventiva. Su excarcelación fue acompañada por la imposición de unas condiciones restrictivas penosas, las cuales cumplió rigurosamente.
El cumplimiento de las condiciones restrictivas que se le habían impuesto, así como su presencia puntual en los dos juicios celebrados en una sala especialmente acondicionada de la cárcel de Koridalós, Atenas, no fueron suficiente para que fuera dejado en libertad hasta la terminación los procedimientos penales (con un cierto retraso, del cual él es el único que no tiene ninguna responsabilidad), según la sentencia del Consejo de la Judicatura de Atenas el verano pasado.
La nueva ola de histeria terrorista que estalló después de que Cristódulos Xirós no regresara a la cárcel después de un permiso que consiguió hace unos días, enseguida hizo claro que Kostas Sakkás fue la primera persona escogida para ser utilizada como un conejo de indias, así que dicha histeria terrorista adquiriera una entidad palpable.
El 7 de enero de 2014, el mismo día que la histeria terrorista iba creciendo y los periodistas y los demás papagayos de los canales televisivos y las emisoras de radio exigían “derramamiento de sangre”, Kostas Sakkás fue detenido de nuevo y fue conducido al Tribunal de Atenas, con un procedimiento previsto para delitos flagrantes, por haber visitado durante unas horas a un amigo en su casa. La acusación era ridícula y desde el punto de vista jurídico era completamente infundada: ¡violación de la condición restrictiva de su estancia permanente en la casa de su familia! ¡Es decir, que la condición restrictiva de tener una residencia fija se convirtió en arresto domiciliario forzoso! Fue llevado esposado al tribunal para delitos flagrantes, fue procesado y fue absuelto, ya que el tribunal consideró que la visita de pocas horas a casa de un amigo no constituye un cambio de su residencia fija.
Hasta aquel momento la razón prevalecía sobre la intencionalidad, y era claro que no había una vía de comunicación directa entre la llamada Agencia Antiterrorista y ciclos de los tribunales de Atenas.
Sin embargo, estos mecanismos no reconocieron el fracaso de su planificación, cuyo objetivo era que Sakkás se metiera de nuevo en la cárcel. Presentaron su nueva reclusión como un trofeo de su política “contra el terrorismo”. Sakkás tenía que meterse de nuevo en la cárcel al precio que fuera para la credibilidad del “Estado de derecho” infame y de la aún más infame “cultura jurídica”, y para la credibilidad de las instituciones burguesas. No porque (Sakkás) haya cometido algún delito, sino porque de alguna manera tenía que ser respondida por el Estado burgués y sus mecanismos represivos la ausencia dolorosa para ellos de Cristódulos Xirós de su celda. Y porque tenía que ser enviado un claro mensaje terrorista a la sociedad trabajadora griega y a su juventud.
Apenas una semana después de su absolución por el Tribunal de Atenas, el 16 de enero de 2014, hubo un golpe doble. Por la mañana el fiscal apeló contra la sentencia absolutoria que lo había dejado en libertad bajo condiciones restrictivas. A las pocas horas Kostas Sakkás fue detenido de nuevo por la Agencia Antiterrorista. Esta vez su detención se realizó tras la emisión de una orden de arresto del juez instructor de Atenas, (¡) en el mismo día (!) y por los delitos: a) de la participación en la organización Conspiración de Células del Fuego, ¡por el cual ya está siendo procesado en dos tribunales!, y b) de dos explosiones: esta acusación estaba incluida en otro caso, ¡el juicio del cual se completó ya en 2011!
Según el sentido común, se trata de una nueva metodización cuyo fin es meter a Sakkás otra vez en la cárcel. Veamos, sin embargo, los presentados como indicios (los supuestos indicios) contra él: dos huellas dactilares en una bolsa de plástico que las autoridades presuntamente detectaron en la casa del acusado por el mismo caso X. Jatzimijelakis en el barrio de Jalandri. Las preguntas que surgen son muchas y las plantea la abogada de Sakkás Marina Daliani:
¿Qué valor probatorio pueden tener las huellas de una persona en un teléfono móvil, el cual no tiene ningún interés delictivo en sí y que fue hallado en una residencia estudiantil? La respuesta nos la da la sentencia 4199/2011 del Tribunal de Atenas, emitida después el procedimiento judicial del caso de la casa de Jalandri (Conspiración de Células del Fuego): ningún valor probatorio.
¿Por qué se han encontrado ahora las huellas dactilares de un hombre que había estado a la disposición de las autoridades desde 2010? Porque ahora dio sus huellas dactilares, sostienen las autoridades. Porque, cuando fue detenido en 2010 no estaba en vigor el dictamen del fiscal de la Corte Suprema sobre la toma forzada de huellas dactilares y de muestra de adn, emitido el 15 de noviembre de 2011. Desde luego, como la misma autoridad policial admite, ahora las ha dado por voluntad propia.
Entonces ¿por qué negarse en 2010 a hacer algo que hizo voluntariamente en 2014? Pero aun cuando fuera así, ¿qué han hecho las autoridades desde 2011 hasta hoy? ¿Acaso han impedido el progreso de las investigaciones? ¿Y por qué nunca fue acusado del delito de negarse a dar huellas dactilares, según lo explícitamente previsto por el artículo 27 del Decreto Presidencial 342/1977?
Aparte de las preguntas razonables de la abogada, nosotros nos preguntamos: ¿existe en este país siquiera un hombre que tenga el sentido común y que crea que las huellas dactilares de Sakkás no se han comparado con todas las huellas dactilares encontradas en casas a las que la Agencia Antiterrorista ha llamado escondites, y que sus huellas dactilares no han sido minuciosamente chequeadas en los cuatro años transcurridos desde su arresto hasta hoy, al igual que cualquier detalle de su vida personal?
El martes 21 de enero de 2014 otra vez Kostas Sakkás será conducido esposado ante el juez instructor especial, corriendo por tercera vez el riesgo de ser retenido por el mismo caso, por el cual está retenido desde hace tres años sin que se haya celebrado un juicio. Es muy probable que los mecanismos judiciales adopten estas acrobacias absurdas contra Sakkás, tirando a la basura cualquier credibilidad y dignidad que les haya quedado. ¿Los jueces van a hacer otra vez la vista gorda y se van a tragar esto entre otros que se han tragado, cediendo a la presión (si no al encanto) de la histeria terrorista? ¿La oposición parlamentaria, de la retórica sobre la democracia y los derechos humanos, le dará la espalda a este golpe de Estado judicial realizado en perjuicio de Kostas Sakkás, para que no la acusen de ser “compañera de los terroristas”?
Independientemente de lo que va a hacer el mundo jurídico, independientemente de lo que va a hacer la oposición, todos tenemos la obligación de apoyar a Kostas Sakkás y a mostrar nuestra solidaridad con él en la práctica, exigiendo que sea dejado en libertad.
Todos en el Tribunal de Atenas el martes 21 de enero de 2014.
El texto en griego.
http://verba-volant.info/es/pesadilla-kafkiana-para-el-preso-anarquista-kostas-sakkas/#more-7451