Concentración y concierto en recuerdo de Guillem Agulló, joven asesinado en el año 1993 por un grupo fascista. Recordemos que los culpables siguen militando en importantes cargos de Alianza Nacional y España 2000, y que se pasean impunemente por la calle.
20 anys sense Guillem Agulló: actes d’homenatge i recull de premsa
Aquest 11 d’Abril farà 21 anys de l’assassinat del nostre company Guillem Agulló i Salvador. Recollim totes les notícies al respecte i us convoquem als actes d’homenatge que tindran lloc al llarg de tota la setmana. Des que vam fundar aquest web, fa ara 6 anys, hem recordat sempre el crim, una fita que ha marcat tota una generació i que simbolitza la impunitat feixista al nostre país i la ferma voluntat dels qui no estem disposats a claudicar davant les amenaces i les coaccions dels feixistes. El nom de Guillem el fan servir els feixistes per recordar-nos que continuen estant disposats a matar, però ignoren que amb el seu assassinat van conscienciar a tota una generació que es va jurar no oblidar ni perdonar, i que hui planta cara al feixisme sense por, arreu del país i amb el record de Guillem ben viu. Recordem també que el seu assassí, Pedro José Cuevas Silvestre, serà de nou jutjat en breu en el marc de l’Operació Panzer, una nova oportunitat per exigir justícia i dir-li a la cara a este assassí que allò de NI OBLIT NI PERDÓ va de debò. Per tu Guillem, i per tots i totes els qui ens han furtat, la lluita continua.
Vint anys sense Guillem
La figura de Agulló continúa siendo recordada en muchos lugares de España, tiene calles a su nombre y protagoniza canciones y poemas – El militante antirracista aún es vilipendiado por la ultraderecha
07.04.2013 -sergi pitarch | valencia
El próximo día 11 de abril se cumplirán 20 años del asesinato del joven antirracista Guillem Agulló a manos de un neonazi. Pese a haber pasado ya dos décadas de la tragedia, el nombre del fallecido continúa presente en círculos progresistas e independentistas de la sociedad valenciana. Lo mantienen vivo en cada uno de sus conciertos los Obrint Pas, que en su canción «No tingues por» recuerdan los sucesos de 1993 en Montanejos y claman contra la violencia de la extrema derecha, que, como constatan los sucesivos informes Raxen, continúa gozando de una muy buena salud en tierras valencianas.
Agulló no fue un escritor, ni tampoco un músico, pero su temprana muerte y su ideal antifascista han inmortalizado su figura. Haciendo una rápida búsqueda en Google aparecen más de 115.000 referencias al joven. No sólo los Obrint Pas, grupo que nació en los meses cercanos al fallecimiento de Guillem, sino gran cantidad de cantautores y poetas han puesto al joven de 18 años como ejemplo de lucha por conseguir un mundo mejor. Hasta la Candidatura d’Unitat Popular (CUP) propuso simbólicamente a Agulló como vicepresidente de la Generalitat de Cataluña en la votación de investidura tras las pasadas elecciones.
Y no ha sido el único gesto que desde tierras catalanas se ha tenido con el joven independentista. El municipio de Sallent le dedicó una calle en la que reza: «Carrer Guillem Agulló. Burjassot 1975-Montanejos 1993. Militant de Maulets». El municipio donde nació también le ha dedicado una plaza y ha acogido gran cantidad de manifestaciones, conciertos y concentraciones en su recuerdo. Burjassot se ha convertido en un emblema de las reivindicaciones contra el racismo y el fascismo.
El que fuera portavoz de la acusación popular en el juicio sobre su asesinato, Toni Gisbert, alega que existen dos motivos fundamentales para que la figura de Agulló se continúe reivindicando. «Guillem es el ejemplo de una generación de jóvenes que empiezan a cambiar la ciudad de Valencia y a reivindicar la recuperación nacional que se había aparcado tras la Transición. En los 80, la calle había sido conquistada por la derecha y el blaverismo». Para Gisbert hay también una vertiente negativa, y es que el asesinato del joven de Burjassot ejemplifica «la impunidad con que el radicalismo españolista actúa en Valencia». «Hubo una campaña de criminalización de la víctima escandalosa y aún, hoy por hoy, continúan dándose ejemplos de violencia policial como la primavera valenciana. Ese cambio social que reivindicaba Guillem se está produciendo», argumenta.
Poesía por Guillem
La muerte de Guillem es recordada en la actualidad en numerosas bitácoras de internet y ha sido ejemplo de la violencia de la extrema derecha en charlas y conferencias en el País Vasco, Galicia, Madrid o Cataluña. El escritor valenciano y colaborador de Levante-EMV Francesc Mompó ha dedicado uno de sus poemas al militante independentista que musicó en su último disco el cantautor Carles Pastor. Grupos de música como Opció k-95, Greska, ODI, Orgull Roig o INsemiNACIÓ también han compuesto canciones para recordar a Agulló.
El escritor catalán Jaume Fuster publicó en la editorial 3 i 4 el libro «La Mort de Guillem», en la que relata el fatídico suceso. Ironías de la vida, fue su último libro puesto que falleció de un cáncer en Hospitalet de Llobregat al poco tiempo de publicarse la obra.
La pasión con que amigos y herederos ideológicos de Guillem Agulló le recuerdan es directamente proporcional a la beligerancia con que sus detractores lo continúan vilipendiando públicamente. Aunque los magistrados de la Audiencia de Castelló concluyeron que su asesinato no tuvo un móvil político, los grupos de extrema derecha usan su nombre para provocar a la izquierda social. Su homicida confeso ha sido candidato a las elecciones por un partido filonazi e imputado en la «Operación Panzer», que desarticuló un grupo que organizaba cacerías de inmigrantes y «rojos».
Cada año cuando se acerca el aniversario de su muerte aparecen pintadas contra Agulló frente al domicilio de sus padres en Burjassot. Foros filofascistas en internet hacen burla del suceso y se atribuyen su muerte como una «pieza de caza». Y siempre sin que haya habido detenciones.
Miembros ultras del Valencia Club de Fútbol pertenecientes a la peña Yomus continúan cantando «Guillem, jódete» cuando acuden al campo del Levante UD, club junto al Barça del que era aficionado el militante de Maulets. Cabe recordar que cuando el cadáver del joven de Burjassot todavía estaba caliente, miembros de esta peña radical desplegaron una pancarta con el mismo lema en un partido de copa del Rey en Albacete. Los hechos generaron un fuerte revuelo social por la gravedad de los mismos. Las paredes de Mestalla también se han utilizadas para insultar la memoria del joven asesinado. Tampoco ha habido detenidos.
´Si la Fiscalía tuviera cabeza reabriría el juicio para que acabe esta injusticia´
Guillem Agulló agradece a sus amigos que todavía lo recuerden y reconoce que la figura de su hijo se ha convertido en un símbolo de la lucha antifascista.
07.04.2013 |
s. pitarch valencia ¿Cómo afronta un padre la conmemoración del asesinato de su hijo?
Para nosotros es un año más de memoria y de recuerdo y una prueba de que sus amigos no lo olvidan debido a la impunidad fascista que continúa vigente. Esta conmemoración supone un poco de esperanza para seguir luchando por la libertad y para hacer desaparecer esta lacra.
¿Continúan haciendo pintadas contra Guillem cerca de su domicilio?
Ya no hacen tantas pintadas como antes. Calculo que hace año y medio que cerca de casa no las hacen, aunque las hemos tenido que ver no sólo por Burjassot sino en calles de Valencia. Eso tiene una lectura, y es recordarnos que están aquí y que nos tienen controlados. Es una manera de amedrentarnos porque el hecho de que sigamos reivindicando les cabrea mucho.
Consciente del dolor que supone la muerte de un hijo, ¿ha servido para algo?
Ha despertado muchas conciencias contra el régimen heredado del Franquismo. Si aquí no ha cuajado un partido de extrema derecha es porque hay una resistencia antifascista que se mantienen viva y combativa. Esa conciencia ha frenado movimientos que sí se han dado en otros lugares, aunque continúan ahí.
Guillem no fue un escritor o un músico, pero es recordado como el primer día y pese a que ya han pasado 20 años.
La muerte de Guillem fue de tal grado de injusticia y la condena de sus asesinos tan irrisoria que ha generado un movimiento de lucha y de recuerdo. La situación de Guillem fue tan injusta que todos aquellos que tienen dignidad reivindican su figura como propia. Es ese referente de la resistencia que ha dejado un gran poso en la sociedad.
La Justicia no consideró un asesinato político la muerte de Guillem, pero el paso del tiempo ha revelado que su autor era militante de la extrema derecha. ¿Se debería reabrir el caso?
Nosotros siempre hemos estado convencidos de que fue un asesinato político. El tribunal de Castelló no podía aceptar que en un País Valenciano en democracia podía suceder un asesinato por motivos ideológicos. Pero el tiempo nos ha dado la razón. No soy quien para decir que se reabra el juicio pero si la Fiscalía tuviera un poco de cabeza promovería un segundo juicio para que se acabe con esta injusticia.
El homicida confeso de Agulló se enfrenta a dos años de cárcel por asociación ilícita
Pedro José Cuevas está implicado en la «Operación Panzer» donde se investiga un grupo de ideología filonazi
07.04.2013
sergi pitarch | valencia Pedro José Cuevas tenía 23 años cuando confesó haber apuñalado a Guillem Agulló el 11 de abril de 1993 en Montanejos. Fue el único de los cinco detenidos que fue condenado. La pena impuesta fue de 14 años, siete meses y seis días de prisión de los que sólo cumplió cuatro. La muerte de Guillem fue considerada por la Audiencia de Castelló como un homicidio y se desvinculó del mismo el móvil político.
Años después, el homicida de Agulló está implicado en la «Operación Panzer» y se tendrá que volver a sentar en el banquillo. El fiscal pide para él dos años de prisión por pertenecer a al Frente Anti Sistema, un grupo de ideología neonazi que fue desarticulado en 2005 y al que se le incautó un verdadero arsenal al servicio de la violencia xenófoba. La banda cayó tras iniciar la policía una investigación al encontrar un puño americano casero fabricado por el propio Cuevas.
Los coqueteos de Cuevas con la extrema derecha, que todavía reside en Valencia, no acabaron en las organizaciones ilícitas de este tipo. El homicida fue el número cuatro de la lista que el partido ultra Alianza Nacional presentó en 2007 en Chiva. El banquillo le vuelve a esperar.
El informe Raxen sitúa a la C. Valenciana como foco de violencia ultra
07.04.2013
s. pitarch valencia El colectivo cívico Movimiento Contra la Intolerancia y Acció Popular Contra la Impunitat han venido alertando en los últimos años de que la Comunitat Valenciana es uno de los territorios del Estado donde suceden más actos de violencia xenófoba y ultra. Agresiones a inmigrantes, indigentes y ataques a las sedes y militantes de partidos políticos progresistas y nacionalistas se han convertido en habituales sin que por ello hayan aumentado las detenciones por estos casos.
El conocido informe Raxen recoge y cuantifica este tipo de agresiones que alcanzan casi el centenar todos los años sólo en las comarcas valencianas. Uno de los último ataques de este tipo, aunque no se produjo en nuestro territorio, fue la brutal paliza que propinaron tres personas a un indigente que dormía en una calle madrileña. Los agresores fueron en las listas del partido xenófobo Alianza Nacional, el mismo grupo político del asesino confeso de Guillem Agulló, el también imputado por la «Operación Panzer» Pedro José Cuevas.
El informe Raxen de 2012 vuelve a revelar la gran actividad de individuos y grupos xenófobos en pueblos y ciudades valencianas. Entre ellos la actuación de un grupo de música filofascista italiano en un pub de Valencia o la charla de dos defensores de las teorías de extrema derecha en Castelló. Ambos fueron anulados por las denuncias en los medios de comunicación y las protestas sociales.
En 2012 también se produjeron agresiones a inmigrantes e indigentes, como el asesinato de Sylvester en la Nochevieja del 2011. Sus agresores fueron detenidos dos días después. Los partidos políticos de izquierda continúan siendo diana de los grupos ultras. Así, la sede de Compromís de Burjassot apareció llena de pintadas nazis o el veterano militante socialista Juan Ballesteros fue amenazado en la calle por un grupo de jóvenes que le gritaron «rojo de mierda». Hasta 15 bombas han explotado frente a sedes de partidos y ONG desde 2007.
Desde el colectivo llevan años solicitando la creación de una fiscalía contra los delitos de odio y xenófobos como tiene Cataluña.
La lacra ultra sobre los Agulló
La familia de un antifascista asesinado hace dos décadas revive el aniversario amenazada
El homicida, que solo pasó cuatro años en la cárcel, afronta otro juicio por neonazi
Cuando el próximo jueves se cumplan dos décadas de la muerte del joven antifascista Guillem Agulló, su familia mirará de reojo el teléfono. Hasta hace poco más de un año, la ultraderecha recordaba con puntualidad suiza cada aniversario del crimen. Llamadas con amenazas de muerte a medianoche y pintadas con cruces célticas ante la casa familiar en Burjassot (Valencia; 38.000 habitantes). Misivas anónimas desestimadas en los juzgados por falta de pruebas. Sin arrestos. Advertencias que modificaron itinerarios. “Nos decían: ‘Rojos, os vamos a matar”, relata el padre, un afable prejubilado de 63 años que fue concejal de la izquierda nacionalista en los ochenta. Las intimidaciones llegaron al móvil de una de sus dos hijas. El cerco permanece impune.
Agulló tenía 18 años cuando una navaja hundida en el corazón frenó su prometedora carrera de nadador. Había sido preseleccionado para los Juegos Olímpicos de Barcelona. Su vida basculaba entre la dureza de los entrenamientos y el compromiso político en los grupos antifascista Sharp y nacionalista Maulets. El joven carismático quedó noqueado en 1992 por el asesinato de la dominicana Lucrecia Pérez, primer crimen xenófobo de España. Y se prometió combatir el odio.
El ultraderechista Pedro Cuevas le asestó la cuchillada letal en abril de 1993, cuando Agulló se encontraba en una acampada con amigos en Montanejos (Castellón). El antifascista portaba un brazalete con el lema “Nazis no” bordado por su madre, Carme. Un mensaje que incendió la violencia. Los agresores que le rebanaron la vida se despidieron a la romana y cantando el Cara al sol, según una amiga. “Cuando los compañeros les vieron, les identificaron como neonazis”, explica por primera vez esta testigo, que pide el anonimato.
La Audiencia Provincial de Castellón despolitizó la causa. Rechazó el trasfondo ultra. Condenó a Cuevas a 14 años de prisión por homicidio, que se redujeron a cuatro por buen comportamiento. Una de las abogadas de Agulló, la entonces primeriza Mercè Teodoro, atribuye la exigua pena a una calculada estrategia de la defensa, pilotada por letrados con fama de progresistas, que enmarcaron la muerte en una pelea juvenil.
Dos décadas después, el padre sostiene que el encuentro mortal no fue fortuito. Asegura que un amigo de su hijo le confesó tras el crimen que Agulló estaba amenazado por la extrema derecha, que había pensado en marcharse de Valencia y que un miembro de Burjassot del grupúsculo neonazi Acción Radical (AR), propagador por el corazón de la Valencia de los noventa del odio contra homosexuales, inmigrantes y toxicómanos, avisó a los agresores de la presencia del antirracista en Montanejos. Este periódico ha intentado sin éxito contactar con Manuel Canduela, condenado por pertenecer a la desmantelada AR y actual presidente del partido ultra Democracia Nacional (DN).
Quienes conocieron a Agulló se revuelven con la sentencia. Y se encienden al repasar la deriva extremista del único condenado, que hoy tiene 41 años. El homicida se presentó en 2007 en las listas por Chiva (Valencia) de Alianza Nacional (AN), una formación heredera del partido fundado por Ricardo Sáenz de Ynestrillas que preside el abogado Pedro Pablo Peña. Propugna en su web la imposición del ius sanguinis, derecho de sangre, para obtener la nacionalidad, en la línea de los fascistas griegos de Amanecer Dorado o del movimiento húngaro Jobbik.
“Esto es propio de partidos que se identifican con el nazismo”, explica la investigadora Anna Ortega. Antes de su aventura electoral, el homicida de Agulló fue detenido en 2005 en la Operación Panzer, que desmanteló una presunta red neonazi que operaba bajo la organización Frente Anti Sistema (FAS). El grupo justificaba el III Reich, divulgaba el nacionalsocialismo por Internet y alentaba el odio contra inmigrantes y homosexuales, según la fiscalía. La Guardia Civil se incautó en la casa de Cuevas, en el barrio valenciano de Benicalap, de 40 brazaletes con esvásticas, una daga nazi y puños americanos prohibidos. También moldes para producir hebillas con el emblema de las SS. El homicida de Agulló fabricaba supuestamente este material. El juicio a los 18 miembros del FAS, entre los que figuran dos militares, se celebrará en las próximas semanas. La fiscalía pide dos años de prisión para Cuevas por asociación ilícita.
Un camarada del homicida de Agulló fue el exresponsable de Alianza Nacional en Valencia Juan Manuel Soria. El ministerio público le sitúa en la cúpula del FAS. La Guardia Civil encontró en su vivienda de Chiva reflexiones sobre el nacionalsocialismo; documentación sobre AN, que se constituiría medio año después en Madrid; planes para crear la asociación medioambiental de corte ultra Pensamiento y Acción Ecologista (PAE) y un carné de Nueva Acrópolis, según ha podido saber EL PAÍS. Los afiliados al FAS pagaban una cuota de 40 euros y reclutaban con conciertos de música RAC (rock anticomunista). El instituto armado sospecha que el grupo preveía crear una asociación tapadera de amigos de la II Guerra Mundial.
Los tentáculos del FAS también alcanzaban presuntamente a un dirigente del partido ultra España 2000. Su segundo concejal en Silla (Valencia), Alejandro Serrador, El Silla, está imputado en la Operación Panzer. Su abogado y presidente de la formación, José Luis Roberto, confía en un escrito colgado en Facebook en que la implicación del edil acabe en una falta por tener en su domicilio “una vieja escopeta de caza sin documentos”. Serrador carecía de licencia, guardaba en casa objetos de “parafernalia neonazi” y almacenaba más de una decena de armas blancas, según la fiscalía.
El presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, cree que el homicidio de Agulló alertó sobre la dimensión de los crímenes ideológicos. La abogada de la familia opina que reveló la “tendencia” de los tribunales valencianos a “despolitizar” las causas. Y la Plataforma contra la Impunitat, que reúne a una treintena de asociaciones, considera que evidenció el alcance de la violencia ultra en la Comunidad Valenciana, donde desde 2007 se han colocado más de una veintena de artefactos explosivos ante sedes de partidos de izquierda y asociaciones culturales. Coinciden en que el huevo de la serpiente ya se incuba. Según Ibarra, desde la muerte de Agulló se han registrado más de 80 homicidios por odio en España. Una maraña de 2.000 webs nazis y racistas infecta el ciberespacio. Y 4.000 agresiones al año propagan la ira al diferente.
Cae la tarde en Burjassot y el padre de Agulló se encoge de hombros, impotente, al repasar el periplo ultra de Cuevas y su entorno. Pide que la fiscalía reabra el juicio. Su hijo se ha convertido en un faro moral para la izquierda. Tiene una plaza en su pueblo, poemas y canciones dedicadas por cantautores y grupos como Obrint Pas. “Hoy estaría entre nosotros si no se hubiera parecido tanto a mí”, sentencia este hombre de convicciones sólidas como el acero. Se ha recorrido media España para explicar cómo era su hijo. Y el próximo sábado asistirá al homenaje organizado por sus amigos en Burjassot.
Como ellos, ni olvida ni perdona.
Guillem Agulló en la memòria
Dijous es compliran 20 anys de l’assassinat de Guillem Agulló. L’abril de 1993, el jove antifeixista es va creuar a Montanejos amb una colla de neonazis. Un d’ells, Pedro Cuevas, el va matar d’una ganivetada. Dissabte es torna a recordar a Burjassot que Guillem roman en la memòria col·lectiva, i que el perill dels crims d’odi continua vigent.
La història de Guillem Agulló és la de moltes persones que pateixen l’odi per motius ideològics, de raça, de sexe, de classe o de religió, encara que amb el resultat més tràgic, la mort. Abans i després del seu assassinat, quan només tenia 18 anys, s’han produït més homicidis i agressions per aquests motius però, com explica Esteban Ibarra, president i director de l’oficina d’atenció a les víctimes de Moviment Contra la Intolerància, “l’assassinat de Guillem fou un referent important, tal vegada el primer des de la Transició de crim per odi ideològic”.
Ibarra atén la telefonada de Nonada.es amb un discurs ben articulat. Té la raó de la seva banda. Qui no la té quan defensa els Drets Humans? Posseeix el punt de vista privilegiat de qui xafa el fang del carrer. Ha ajudat a més d’un miler de persones agredides. Comptabilitza 80 víctimes mortals d’aquesta lacra des que es troba al capdavant d’una organització de referència en la denúncia, l’estudi i la catalogació de les agressions motivades per raons ideològiques, racials o de qualsevol tipus d’odi al diferent.
Tot i que Esteban manté el tipus amb el discurs de la seua organització, al final de la conversa se li escapa una profunda indignació. S’acaba de conèixer la sentència contra un grup de joves d’estètica neonazi que van apallissar i cremar un indigent mentre dormia a un ‘fotomatón’ de Madrid. Quasi el van matar, però l’home va superar una fractura cranial, les greus cremades, i 16 dies d’estat de coma. El jutge ha condemnat només a un dels acusats, a 10 anys, i ha absolt la resta. A Ibarra li bull la sang.
Li bull perquè no s’ha reconegut que fora un crim d’odi, a pesar de l’estètica dels agressors, a pesar de que els tres companys absolts de l’agressor anaren en les llistes del partit feixista Alianza Nacional, i a pesar de que l’advocat defensor, Pedro Pablo Peña, siga president del mateix partit, que es declara obertament nazi. Casos com aquest, el més recent, o el de Carlos Palomino, el més sagnant dels últims temps, converteixen en retòrica la pregunta de si poden haver més assassinats com el de Guillem Agulló. Els hi ha, i els hi haurà mentre no es reconega i s’afronte el problema amb rigorositat.
Homenatge a Burjassot
La Comissió 20 anys sense Guillem Agulló convoca per al proper dissabte la jornada central dels actes d’homenatge que es portaran a terme al llarg de tot 2013, quan fa dues dècades de l’assassinat de Guillem. “Volem retre-li homenatge a la seua figura i, sobre tot, a la seua família”, explica Natxo Catalayud, membre de la comissió, que ha estat darrere de l’organització de pràcticament tots els actes de reconeixement des de l’any 1994.
“Guillem és un més dels assassinats pels feixistes des de l’any 1936, en una guerra injusta, o dels represaliats durant la transició, com Miquel Grau, i posteriorment, com Carlos Palomino. És una víctima del feixisme emparat per la impunitat que els atorguen les institucions a grups nazis o d’extrema dreta quan ataquen a grups d’esquerra o independentistes”, comenta Natxo, que oferirà una vintena de conferències durant els pròxims mesos, símptoma inequívoc de que “la flama de Guillem Agulló no s’ha apagat, de que la gent continua escoltant el seu nom, i de que les noves generacions s’interessen pel que va passar”. Això, explica Natxo, és “gràcies a la família de Guillem, als artistes com Obrint Pas o Feliu Ventura que mai s’han oblidat d’ell, i a tota la gent que ha participat en actes de record i homenatge”.
A Burjassot, el poble d’origen de Guillem, es reuniran un grapat de persones que no volen que s’oblide un assassinat flagrant i un procés judicial posterior vergonyós. Hi ha concert amb Obrint Pas, Feliu Ventura i Atzembla, manifestació i sopar popular. Tot per a que es recorde per què van matar Guillem. Que a pesar de l’argument de la defensa en el judici, que apuntava que fou una baralla entre bandes, el temps ha posat l’assassí, Pedro Cuevas, al seu lloc. Cuevas, que només va complir quatre dels 10 anys als que va ser condemnat, es va presentar en les llistes d’Alianza Nacional per Xiva l’any 2004. Actualment està imputat en el procés resultant de l’Operació Panzer contra el grup neonazi Frente Anti Sistema amb greus acusacions com associació il·lícita i tinença d’armes.
El poder de la memòria
Natxo i Esteban coincideixen en molts punts en el seu discurs. Tenen clar, per exemple, que la impunitat amb la que actua la ultradreta al País Valencià és perillosa. “Pareix que s’haja de matar a algú per a que les autoritats actuen. Hi ha registrades centenars d’agressions a associacions, partits i persones de tot tipus, i molt poques detencions per estos fets. Si no s’aturen a temps aquest tipus d’actes, ens trobarem amb més casos com el de Guillem Agulló”, adverteix Natxo.
Des de Moviment contra la Intolerància denuncien el mateix. “Assistim a una banalització del mal. Els violents actuen amb total impunitat. Recorde el cas d’una pancarta exhibida a Mestalla en la que es llegia ‘Guillem jódete’. Qualsevol responsable polític o del club deuria haver-la retirat i haver cridat a la policia per a que posara als responsables a disposició judicial, però no es va fer”, comenta Esteban Ibarra indignat.
Què ens queda per combatre aquest tipus d’agressions? En primer lloc, explica Ibarra, reconèixer el problema. “Estem com al principi de l’esclat de la violència contra les dones, sense ser capaços d’aïllar aquest tipus de delicte respecte a la resta, i sense cap tipus de protecció pública o reconeixement a les víctimes”, descriu.
També és important la memòria, alimentada amb actes com els del dissabte i els que s’han repetit al llarg dels últims 20 anys. “La memòria és el que ens queda, només ella ens pot salvar de que es repetisquen assassinats com els de Guillem, Aitor Zabaleta, Lucrecia Pérez o Carlos Palomino. Hem de treballar per a que els seus sacrificis ens siguen d’utilitat”, exigeix Ibarra. I adverteix: “si no aconseguim això, anem per un molt mal camí i tenim un horitzó tenebrós. Les condicions socials i econòmiques actuals d’Europa em fan pensar en els paràmetres que es donaven en els anys 30 i 40, i ja sabem com va acabar allò”.
Moviment Contra la Intolerància conmemora el XVIII aniversario del asesinato del joven Guillem Agulló
SERGI PITARCH – VALENCIA
El pasado domingo se cumplía el XVIII aniversario del asesinato, en Montanejos, de Guillem Agulló. La muerte del joven de Burjassot a manos de neonazis conmocionó a la sociedad valenciana que hoy en día todavía no ha superado el golpe de realidad que aquellos hechos le dieron. Una prueba evidente de que la intolerancia y la xenofobia no ha desparecido de las calles de los municipios valencianos, pese a los más de 30 años de democracia. De hecho, cada 11 de abril, el día de la muerte de Agulló, la vivienda de sus padres en la localidad de l’Horta Nord aparece con pintadas alusivas a los hechos: “Guillem jódete” o “Guillem muerte, muerte, muerte”.
“Las pintadas contra Guillem son para recordarnos que siguen ahí”, aseguró ayer su padre en el acto de homenaje que Moviment Contra la Intolerància le realizó en el Centre Octubre. “No se arrepienten de nada y las pintadas todos los años así lo certifican”, lamentó. En ese sentido, Agulló pidió públicamente una fiscalía especializada en los crímenes del odio, tal y como ya existe en Cataluña o Madrid.
Guillem Agulló afirmó que seguirán “luchando” para que se investiguen y se persigan estos crímenes. “Nos ha tocado vivir hasta las últimas consecuencias y no desistiremos en esta lucha después de todo lo que nos han hecho sufrir. Es impagable el dolor que nos han provocado”, denunció. Para el padre de Agulló, todavía no “hemos cerrado el duelo”. “Tenemos la tranquilidad que aunque nosotros no estemos hay gente que seguirá luchando contra la intolerancia”, añadió.
Sobre el endurecimiento de las penas en este tipo de delitos, Agulló manifestó que “la gente tiene que rehabilitarse y tiene que asumir sus culpas, pero no en vida. Yo ni olvido ni perdono, pero tampoco deseo la muerte en vida de ninguno, aunque sea la del asesino de mi hijo”, dijo. No obstante, recordó que es un “escándalo” que el “asesino” de su hijo cumpliera “sólo” cuatro años de cárcel, cuando la condena fue de 16.
Agulló quiso recordar que en la actualidad se siguen viviendo episodios de atentados contra la diversidad. “El ataque a Acció Cultural es un intento de eliminación de la diferencia y la diversidad”, aseveró. Para Agulló, “el PP pretende eliminar a todo aquel que no piense como ellos, algo que una Gobierno tolerante no haría nunca en la vida”.
S’acosta el judici del cas Panzer: Un regidor d’España2000 de Silla i l’assassí de Guillem Agulló, entre els imputats
ARXIU DE NOTÍCIES DEL CAS GUILLEM AGULLÓ
El asesino de Guillem Agulló se presenta a las elecciones con un partido neonazi en Chiva (El Mundo)
Un nazi detenido en la Operación Panzer fue condenado por matar a Guillem Agulló (Levante-EMV)
Històric homenatge antifeixista a Burjassot (Antifeixistes.org)
Burjassot acusará al homicida de Guillem Agulló en el juicio de la «Operación Panzer» (Levante-EMV)
La Guardia Civil desmantela en Valencia una organización neonazi (Guàrdia Civil)
ARXIU DE NOTÍCIES DEL CAS PANZER
“L’odi que assassinà els nostres fills no és un fet aïllat”
OJOS QUE NO VEN: Víctimes del feixisme des de la Transició (documental)
Acte en record de Guillem Agulló i totes les víctimes de l’odi.
http://www.antifeixistes.org/6311_20-anys-sense-guillem-agullo-actes-dhomenatge-i-recull-de-premsa.htm