EL FUEGO CAMINA CONMIGO

cuento fuego

Por fin logro encender la mecha, me enderezo y me doy media vuelta. Comienzo a alejarme del lugar, una compañera caminando a mi izquierda, un compañero a mi derecha, luego el dobla y se aleja por una calle lateral. La compañera me toma la mano para simular que somos una pareja, mientras seguimos caminando tranquilos, pero rápidamente. Dentro de dos minutos va a estallar la bomba y ya vamos a llegar a la esquina, al paradero. Pero en ese momento un furgón aparece de la nada, un furgón de la policía.

Se atraviesa delante nuestro y frena, las puertas comienzan a abrirse y mi compañera corre hacia la oscuridad de un rincón, sacando su arma y disparando, llenando de luz esta parte de la noche. Yo saco mi pistola, la manipulo para dejarla lista pero los pacos ya me están disparando, me dan, y de pronto ya no se encuentran, mejor dicho, estoy en otra calle. Es de noche aún pero no reconozco el barrio, no sé qué parte de Santiago es. Hay otras personas a mi alrededor, siento un arma guardada en el bolsillo interior de mi chaqueta y comprendo que soy parte de la contención armada de una acción. Tres compañeros pintan una consigna en una gran pared blanca, otros hablan dando instrucciones y yo entiendo lo que dicen, pese a que están hablando en alemán. También leo sin problemas la consigna que dice “Libertad a los prisioneros políticos de Europa. Andreas Baader vive y sigue combatiendo”. Un escalofrío de orgullo me recorre la espalda cuando veo la firma: Rote Armee Fraktion, es decir, Fracción Ejército Rojo. Se termina el rayado y todos comenzamos a alejarnos. Sé por donde caminar, pero aparece un auto policial delante mío. Un policía me apunta y ahora yo le disparo primero, en eso reparo en los otros autos que se están deteniendo y los policías que se bajan y me disparan, me disparan de nuevo esta noche en que por segunda vez muero en combate.

(Cuento publicado en el primer número del fanzine “ARDE LA CIUDAD”)

Rojoscuro