Sobre variaciones en las tácticas policiales que se han podido apreciar en el último tiempo

detenidos

Lo hemos dicho antes: en el funcionamiento concreto del aparato represivo de estado hay siempre continuidad y ruptura. La hubo antes y después del 11 de septiembre de 1973, en 1990 con la transacción democrática, al asumir el gobierno de derecha el 2010 y ahora al volver el poder gubernamental a la Concertación 2.0 featuring rabanitos (Nueva Mayoría incluyendo en el arco iris al autodenominado partido “comunista” de Chile).
Lo interesante es poder analizar lo que cambia ylo que permanece en el estilo represivo.

Por ejemplo, habría que tener en cuenta que a la ANI volvió el señor Gustavo Villalobos, antecesor de Yuseff, y que el antiguo jefe de la DIPOLCAR, Bruno Villalobos, es ahora el jefe de zona de los pacos en la región metropolitana.
La ex-vocera de campaña de Bachelet, Javiera Blanco, actual Ministra del Trabajo, proviene directamente de haber sido la subsecretaria de los pacos durante el reinado del finado Bernales, “el General del Pueblo”, luego de los cual pasó a ser gerenta de la siniestra Fundación Paz Ciudadana, una institución clave en el dominio desde el primer gobierno concertacionista del golpista renovado Patricio Aylwin.
La mayor parte de los funcionarios que se desempeñan en el aparato represivo de la burguesía son abiertamente unos tarados, pero no podemos en base a eso menospreciar al enemigo sino que tenemos que prudentemente analizar sus movimientos, ideología, y estilos personales e institucionales, que necesariamente son dinámicos puesto que a lo que se dedican (la mantención del orden público) no es poca cosa, sino que la función más clásica y fundamental del Estado en tanto pieza esencial de la dominación de clase.
Este último 1º de mayo se pudieron observar varias cosas:

Algo que no resulta nada sorprendente, es el refuerzo considerable que tuvo la actuación de la policía rabanita (me niego a llamarle “roja”, porque de la mezcla de rojo con amarillo entiendo que sale una especie de naranja/rosado), que en gran número estuvo desde el inicio dispuesta a evitar las irrupciones incontroladas del bloque negro o lo que queda de él, actuando con decisión y clara superioridad numérica, a diferencia de lo que solía ser en el pasado reciente.
– Más llamativo que el ver la actuación de los pacos de rosado actuando de aliados estratégicos de Don Graff fue el comprobar que carabineros ha modernizado notoriamente sus tácticas. Se les pudo ver actuando de una manera mucho más proactiva que reactiva, y en la Alameda con Diagonal Paraguay usaron inteligentemente las motos para separar al sector del público que no les iba a dar pelea del sector que se les iba a enfrentar con lo que tuviera a mano. En ese mismo sentido se pudo ver que algunas de las incursiones iniciales que hicieron contra los manifestantes estaban destinadas no a detene gente, sino que a garantizar la dispersión del mayor número posible para controlar más eficazmente a las minorías combativas.

Otra cuestión que resulta evidente desde hace ya un par de años es que la policía está ocupando dela mejor manera que puede los medios tecnológicos a su disposición. Al momento de la detención proceden a agarrar una cantidad amplia de compas, pero marcan con plumonesa los que identifican con una situación concreta que pudiera ameritar una mayor concentración del hostigamiento represivo/judicial, y luego llegan a las comisarías con notebooks donde se ponen a observar sus registros para tratar de identificar compañerxs para ser acusados de delitos más graves que el mero “desorden simple”. Cuando creen detectar algo que amerite más represión, lxs compas son sacados de las comisarías del centro y llevadxs a la 33 de Ñuñoa, un local que antes funcionó como escuela (¡todos estos aparatos de represión y domesticación se parecen entre sí y son complementarios!), y que por cierto tiene ubicada una casita de la SIP (sección de inteligencia policial) justo en la esquina suroriente por si a alguien le interesa saber su ubicación exacta. En ese antro preparan los mejor montajes, y de ahí surgen las acusación de maltrato de obra, porte de bomba, etc.
– Ligado al punto previo, todxs nosotrxs estamos obligadxs a tener en cuenta que en la labor de tecnorepresión que realizan las policías están acudiendo cada vez más al análisis y archivo de cuanto material fílmico y/o fotográfico se sube a las redes sociales, sobre todo en youtube, cuestión que obliga a pensarlo muy bien antes de decidir subir algo, y a no subir nada que pueda perjudicar a nuestrxs compas. En resumen: no se puede combatir el espectáculo con medios espectacularizados.
– La apuesta de los pacos no deja de ser arriesgada, y eso explica el que en cuanto a la respuesta violenta del núcleo duro la cantidad de bajas policiales no fue menor (motos quemadas, pacos correctamente apaleados: ¡golpear a uno para educar a 100!). Por eso mismo, en Plaza Brasil es donde la violencia fue mayor por lado y lado, y tanto los pacos como lxs compas apostaron a un incremento del combate cuerpo cuerpo, donde quienes más se lucieron parecen haber sido los ratis que apenas se vieron amenazados procedieron a disparar balines de acero a todo lo que se moviera cerca de ellos.
No es la idea sugerir aquí las tácticas que este reacomodo represivo obliga a que tomemos nosotros lxs subversivxs, puesto que en primer lugar sería poco inteligente porque toda esta comunicación es rutinaria y detalladamente monitoreada por la Inteligencia del Estado, pero además porque no se trata de dar guías sino que de invitar a un debate que necesariamente debe darse en el cara a cara de las organizaciones e individualidades que trabajamos por la liquidación conjunta del Capital y el Estado, la explotación y el gobierno. A esa finalidad se orientan estas breves reflexiones.
La violencia proletaria debe tener en cuenta todo esto, y volverse más dinámica, difusa, y menos predecidble. Como decían los compañeros del MIL:ir y venir, insistir y atacar.
Escrito por Unx que tiene ganas de botar más chocleros de paco

Extraido de Hommodolars