Grecia. Carta de la compañera anarquista Pola Roupa, miembro de Lucha Revolucionaria en clandestinidad

epanastatikos-agwnas-thumb-large

(Traducido por lxs compañerxs de Contrainfo)

El 16 de julio de 2014, el compañero Nikos Maziotis, miembro de Lucha Revolucionaria, cae sangrando por la bala de un policía, tras una furiosa persecución que desataron los perros armados del régimen. El compa da la batalla contra los pacos que le perseguían. Todo el aparato estatal festeja por el arresto del “buscado más peligroso” del país. Lo mismo hace el criminal y verdadero cabecilla terrorista Samaras, que con su gobierno tomó las riendas de los anteriores gobiernos a favor de los memorandos en la campaña del más grande genocidio social que ha ocurrido en el país en tiempos de “paz”. Samaras usa el arresto de Maziotis como herramienta para estabilizar su tambaleante gobierno y para sostener un régimen político y económico con cimientos podridos, que desde hace años se ha desacreditado en las conciencias sociales.

El arresto de un revolucionario del rango político de Nikos Maziotis es para el régimen político y económico, no solo en Grecia, sino a nivel internacional, un “gran éxito”, como se expresó por los Estados Unidos. Eso es porque el arresto del compa se percibe por parte de nuestros enemigos como un golpe a la lucha por el derrumbe del régimen, como un golpe a la lucha por la liberación del yugo del capitalismo y del Estado, como un golpe a la lucha por la revolución social. El tamaño de la amenaza que representa Maziotis para el régimen se refleja en los altos tonos de las asquerosas celebraciones del Poder político en Grecia y el extranjero. Porque el compa y Lucha Revolucionaria, organización a la cual pertenece, están intrínsecamente ligados a la desestabilización política del sistema, minando este régimen podrido. Están ligados a la firme guerra contra la dominación y la barbarie contemporánea. Están ligados a la lucha por el derrocamiento del Estado y del capitalismo, están ligados a la revolución social. El compa Nikos Maziotis estuvo y continúa dedicado a la revolución. Por eso luchó, por eso lucha, por eso le consideran como el mayor peligro para el régimen. Así que el peso político de este caso debe ser el parámetro primordial para la solidaridad con el compañero.

Actualmente, Maziotis está preso de la guerra social y de clase. No es justo que esté él en la prisión. Lo justo sería estar libre, luchando por la revolución social. Lo justo sería que en su lugar estuviesen los responsables de la miseria del pueblo griego, los que votaron y aplican los memorandos, llevando cadenas y siendo juzgados por los tribunales populares. Debería estar allí la élite económica, los ricos que chupan la sangre de los proletarios, la élite política y sus siervos. Lo justo sería que estuviesen atados con cadenas Samaras, Venizelos, Papandreou, Papademos y sus organizaciones criminales, los de la Troika y los altos mandos de la Unión Europea. Los patrones griegos y extranjeros, que para sus intereses económicos se devasta el país y la gente que vive en este. Estos son los verdaderos terroristas y ladrones. Estos son los brutales criminales y asesinos.

Los festejos por el arresto fueron acompañados por los esperados ataques de la propaganda estatal que fue reproducida y en gran medida creada por los altavoces del Poder, los medios de comunicación masiva. Ataques que buscaban manchar el carácter revolucionario del compañero y que tuvieron como bandera el enfrentamiento armado en la zona de Monastiraki, donde el compa se presenta como “pistolero sin escrúpulos” que abre fuego indiscriminadamente, mientras que los pacos “luchan para neutralizarlo” sin usar armas. Se supone que los pacos dispararon solo una bala, y esta para “neutralizar” al compa. Que asquerosos mentirosos y que hipócritas son, tanto los del aparato estatal, como también los sapos del régimen en los noticiarios! “Estaba disparando entre la gente”. ¿Quién eligió el lugar de este enfrentamiento? ¿Quién comenzó la persecución? ¿O es que Maziotis debería haber abandonado el arma y rendirse sin luchar?

Los pacos optaron conscientemente por llevar a cabo un enfrentamiento armado en un sitio lleno de gente. El compa fue obligado a defenderse. Después de hacer desaparecer lo más rapido posible de la publicidad uno de los turistas que declaró que fue baleado por un policía, afirmaban constantemente a través de los media que dispararon sólo una vez, mientras que el compa ocho. Pero aún con la única sospecha de que la persona que perseguían fuera Maziotis, estaban dispuestos a disparar incluso con armas automáticas para que no les escapase. Porque lo que estaba en jaque para ellos era de gran importancia política y no les interesaba para nada si la operación iba a realizarse entre decenas de personas. Tampoco si alguien moría. Al fin y al cabo, echarian la culpa al compa. ¿Quien podría desmentirles?

En cuanto a las ridículas afirmaciones de que supuestamente le habían localizado unos días antes, estas fueron dichas dentro del contexto de la propaganda estatal para no admitir que se trataba meramente de un suceso aleatorio. Esto es algo que se nota también de sus versiones contradictorias. Por una parte afirman que el compa fue reconocido por una secreta poco antes del enfrentamiento y por otra parte que le había reconocido otro secreta los días anteriores en alguna parada del metro. Si fuera verdad que le habían localizado los días anteriores, nos habrían ya arrestado. Una chivata y un infortunio dieron paso a la persecución. Pero claro, no podrían admitir que la persecución comenzó al azar. Toda la propaganda acerca de la supuesta localización tuvo lugar para afirmar al público que el aparato represivo, y especialmente las fuerzas “antiterroristas”, son productivas y efectivas. Solo que esto queda muy lejos de la realidad. Todo el periodo anterior estuvimos continuamente entre ellos. Nos estabamos moviendo por todas partes. Pasábamos a su lado. Les podíamos ver, mientras que ellos no podían vernos a nosotrxs.

Desde el arresto de mi compañero, yo paso a ser la “buscada más peligrosa”. Yo y mi hijo, para quien los espantapajaros del régimen en los medios de comunicación masiva “informan” con exceso de grosería sobre un montón de datos suyos, mientras que al mismo tiempo están felicitando con una asquerosa hipocresía a los mecanismos de persecución por no publicar la fotografía que tienen de él. Solo que ahora, con cada dato que los pacos tienen en sus manos, van a barrer el país para encontrarlo. Por lo demás, se supone que no se busca a mi hijo. Como había afirmado en el pasado una vergonzosa periodista al servicio de la policía, a través del hijo esperaban capturarnos. Ahora, a través del hijo esperan capturarme a mi.

A mi compañero le tienen gravemente herido en sus manos. Su venganza era algo que se esperaba. No les es suficiente con tener a Maziotis con la mano destruida por una bala, con su serio estado de salud, que a pesar de que se ha hecho publica la necesidad de una monitorización médica cercana y de nuevas operaciones, le obligaron a un traslado vengativo a una cárcel que se sabe que no dispone de médicos ni para las necesidades elementales de los presos. No cabe duda que su estado se ha empeorado, sólo por el traslado mismo. Conozco de primera mano qué tipo de traslados imponen a lxs luchadorxs armadxs. Cuando me obligaron a un traslado mientras estaba embarazada, acabé en el hospital con una hemorragia, donde tuve que permanecer internada para no perder el hijo. Es obvio que tienen miedo. Tienen al compa en sus manos, con su brazo destrozado, y aun así siguien teniendo miedo.

En lo que tiene a ver conmigo, en serio, ¿esperaban y siguen esperando que me fuese a entregar? No les voy a hacer ese favor. Que vengan a arrestarme. En realidad, mis perseguidores no lo creen. Es por eso que allanaron la casa de mi familia, la registraron e interrogaron a mi madre y mi hermana, buscando en vano algun rastro. Sus declaraciones en los mass media, según las que me encuentro en una posición dificil y que puede ser que me entregase por mi misma, no son nada más que un último esfuerzo de presión. Mis perseguidores me conocen. Me conocieron el 10 de abril de 2010, cuando me tenían en sus manos embarazada, y a pesar de sus ridiculos intentos de aterrorizarme yo no les decía ni mi nombre y lo único que recibieron fueron  mis escupitajos. Conocen mi posicionamiento político del periodo que estuve encarcelada, conocen la postura política que mantuve durante todo el proceso del juicio. Fue, soy y seré miembro de la Lucha Revolucionaria. Si piensan que me pueden doblegar, están equivocados.

El arresto de nuestro compa fue un golpe. Nuestro compa Lambros Foundas pintó con su sangre las estrechas calles de Dafni, y Nikos Maziotis las de Monastiraki. La Lucha Revolucionaria ha dado su sangre por la causa de la revolución social. Pero no serán nuestros enemigos los que dirán la última palabra.

El campo de acción está abierto para la Lucha Revolucionaria. El campo social es nuestro campo, no el suyo. Para nuestros enemigos es un campo hostil, salvaje, que lo pueden controlar sólo con la violencia. El Estado y el Capital saquean, aterorizan, asesinan cada día, exterminan para que se salve el régimen. En el nombre de la “limpieza de la podredumbre” están masacrando a millones de humanos que se consideran inecesarios para la reproducción del capitalismo. Al mismo tiempo bombardean la sociedad con estúpidos cuentos sobre “recuperación económica” y “salida del país del túnel de la crisis”. Cuentos que dan risas, pero también indignación, a los pobres, los hambrientos, los desarrapados de este país.

El 16 de julio en Monastiraki tuvo lugar un combate. Un combate desigual, entre un revolucionario y decenas de perros armados del Estado. Un combate tan desigual, como lo es en este periodo histórico la lucha por la revolución. Una lucha entre unxs pocxs revolucionarixs y un aparato numeroso y armado hasta los dientes. Sólo que esta lucha, la lucha revolucionaria, no es una cuestion numérica. Es una cuestion de alma. Es una causa de creencia en la justicia revolucionaria. Una causa de creencia en la revolución. A combatir contra un sistema asesino, criminal por su naturaleza, que se reproduce a través de la explotación, la opresión, incluso mediante el exterminio físico de personas. Un sistema que se reproduce a través de la violencia. La violencia de la política de la economia, la violencia que ejerce la élite económica y política para mantener vivo el podrido sistema capitalista, para garantizar sus intereses, para continuar dominando. Los resultados de esta violencia los experimentamos todos nosotros los últimos 4 años que el país se ha hundido en el torbellino de la crisis, con los millones de desempleados y trabajadores ocasionales, con los salarios de hambre, con la transformación del trabajo en tráfico de esclavos, con las peores condiciones de esclavitud asalariada vividas por la gente en este país. Los resultados de esta violencia que asesina los vimos y los vemos en los famélicos, los niños desnutridos, los que mueren de hambre, que acaban enfermos, que pierden la vida, en los suicidios que aumentan continuamente. Los vemos en los contenedores de basura, donde los hombres-ratones, con su dignidad quebrantada, buscan por un trozo de pan. Esta violencia “encubierta” del sistema en el centro de la crisis se ha transformado en un arma de destrucción masiva.

No cabe duda alguna que es justo combatir la injusticia. Combatir un sistema que para consolidar el orden mediante la cruda violencia de sus mecanismos represivos está encarcelando, apaleando, asesinando humanos de segunda clase, sean estos resistentes, huelgistas y manifestantes o migrantes empobrecidos. Que está construyendo mazmorras de “maxima seguridad” con el objetivo de aniquilar políticamente, moralmente, psicológicamente, e incluso físicamente a lxs luchadorxs armadxs, para aplastar la voluntad por la lucha revolucionaria armada. Un sistema cuya justicia impone la legalización de cada tipo de violencia estatal (el caso con los migrantes ahogados en Farmakonisi y las responsabilidades de los maderos de la marina fue archivado), pero también la violencia racista contra empobrecidos obreros (los terratenientes productores de fresas y los capataces en Manolada fueron absueltos por el ataque asesino con fusiles contra los campesinos migrantes). Además, a nivel internacional, en el nombre de la consolidación del nuevo orden mundial a través de las guerras contra el “terrorismo”, se legitima la masacre de un pueblo entero en Palestina.

La lucha revolucionaria es un asunto de creencia en la necesidad de combatir a los opresores. Para que se devuelva así a los verdaderos criminales, a los verdaderos terroristas y asesinos que componen el sistema, un porcentaje de la violencia que ejercen. Porque sólo con la acción revolucionaria armada pueden entender que no serán inmunes para siempre.

Sobre todo, la lucha revolucionaria es un asunto de profunda e irreductible creencia en la justicia revolucionaria, la justicia de la abolición de cada forma de explotación y represión, la destrucción del Estado y el capitalismo. La justicia de una sociedad de igualdad económica, sin ricos y pobres, sin amos y esclavos. La justicia de una sociedad de personas verdaderamente libres.

Lucha Revolucionaria, en el periodo que ha estado activa, desde el 2003 hasta el día de hoy, lleva a cabo una lucha armada dinámica contra la totalidad de las formas de violencia del régimen antes mencionadas. Ministerios, tribunales, fuerzas policiales, bancos, la bolsa de Atenas, la embajada estadounidense, el Banco de Grecia, estos han sido los objetivos de la organización. Actuando con coherencia dio respuestas significativas a la violencia estatal, la violencia de la élite económica y política, la violencia de la justicia del régimen y escribió páginas importantes en la historia revolucionaria de estas tierras, y también a nivel internacional.

Actuó y habló de la crisis económica en tiempos donde el silencio se extendía sobre el fraude del régimen por “la estabilidad eterna del sistema” y la “próspera economía griega”. Más tarde, con el inicio de la crisis, desmintió todas las voces dominantes que hablaban de “la fortificada e inatacable economia griega”, además de las percepciones superficiales, las impregnadas por la propaganda dominante que no podían comprender la magnitud de la tormenta que se acercaba.

Habló y actuó por la revolución y la organización social revolucionaria en tiempos donde estos asuntos habían sido enterrados bajo el moho del fraudulento bienestar social. Mantuvo y sigue manteniendo encendida la llama de la revolución social, la llama de la libertad. Marcó, determinó, inspiró muchas personas, formó y sigue formando conciencias.

Por todo eso, fue, es y será una amenaza política seria para el régimen. Por todo eso luchó, lucha y seguirá luchando Lucha Revolucionaria. Por todo eso continuaré luchando yo también.

  • Libertad al compa Nikos Maziotis
    Honor para siempre al compa Lambros Foundas
    Viva la revolución social

Pola Roupa
8 de agosto de 2014