Por: Ratón Rustiko
Claudio Lavazza fue un activista y expropiador, que vivió durante los llamados “Años de Plomo” en Italia. Perteneció a grupos como la P.A.C (Proletarios Armados por el Comunismo) y la C.O.L.P (Comunistas Organizados por la Liberación Proletaria), ambas de corte marxista-leninista, pero no paso mucho tiempo para que lxs miembrxs a esas orgánicas debido a la acérrima oposición a las cárceles, junto con una valoración de la persona por sobre cualquier institución, se fueran identificando más con las ideas ácratas.
El haber sido miembro de estas organizaciones, luego de que el Gobierno aprobase leyes para poder atacarlas, lo obliga a la clandestinidad, pero lejos de alejarlo de la actividad, este paso lo acerca más a la acción directa de manera “profesional”, logrando hazañas que sin dudas son dignas de una película de acción. Culmina su clandestinidad en 1996, cuando es detenido luego de un fallido atraco a un banco Santander en España, y condenado a 27 años de cárcel, pasando los primeros años en los módulos FIES, considerados ilegales hasta por las organizaciones de Derechos Humanos, aunque lejos de rendirse, continua su lucha, ahora para abrir espacios y brechas desde dentro de la cárcel, participando de motines y acciones muy creativas, lo que lo ha criminalizado aun mas. Su actitud frente a la cárcel hace posible su resistencia a este Estado y le permite continuar ideando y creando métodos, a pesar de que hasta el día de hoy este detenido.
En un contexto donde las luchas han caido en un reformismo alienante y deprimente, donde cualquier metodo activo y directo esta criminalizado. Conocer a quienes en una epoca cercana desafiaron al orden impuesto, y hasta el día de hoy continúan haciéndolo, es reconfortante y llenador, no solo porque permite conocer las experiencias y hacer volar la creatividad para con nuestras acciones, sino que también sirve para aprender tanto de errores que otrxs cometieron, como de conclusiones que a lo largo de sus vidas han construido para compararlas con nuestras vidas, y poder llevar a cabo ciertas determinaciones con mas valor y certezas.
Una lectura que sin dudas dejará algo mas que el sabor de una buena historia, y que sin dudas, para quienes deseosxs de llevar una vida llena de felicidad, en armonía con sus ideales y acciones, será para ellxs un buen ejemplo.
Muchxs han sido lxs luchadorxs que han caido tras los muros del aislamiento (Caso Security, Caso Bombas, lxs 14 detenidxs tras el 29 de Marzo, el fallido atraco y posterior venganza en un Bnaco Estado, por nombrar algunos). La vida, las ideas y la revuelta no deberían terminar aquí, como tampoco lo hizo en tiempos anteriores la pena de muerte para muchxs compañerxs. Y aunque el termino de la lucha es una decisión de cada unx (de hecho, esto diferencia a lxs irreductibles de lxs que decidieron abandonar y tener una vida tranquila, distinciónLosf solo con el animo de nombrar a quienes continúan en aquella batalla y a quienes no, es lo que inspira el titulo del libro “Autobiografía de un Irreductible”), sin duda que esa decisión puede destruirnos espiritual y mentalmente.
Los métodos del sistema para combatir cualquier disidencia son cada vez mas sofisticados a la hora de menoscabar el espíritu y la mente, tener eso claro permite poner a prueba nuestros limites y hasta entrenarlos. Por otro lado, aunque nada podría entrenar el aislamiento al que son sometidxs, por ejemplo, compis del FIES en España o las cárceles en Brasil o Argentina, si se podría tener una actitud frente a situaciones de represión y hasta acciones de linea por las que guiarse, técnicas y actitudes que alimentaria el espíritu y la mente de el/la luchador/a.
Este libro ofrece un ejemplo de actitud que ha permitido seguir y continuar a pesar del áspero contexto, en constante rebeldía y aunque quizás no se pueda decir nada respecto a la felicidad de aquel hombre, si se puede decir que a la hora de que la muerte le toque la puerta, él podrá morir digno y feliz de haber realizado una vida en concordancia a sus sentimientos e ideales y creo que al final, eso es lo único que importa.
Atacar los instrumentos de dominación como las cárceles es primordial en cualquier lucha por la liberación, desde liberarse de un sistema educacional que aspira a tener maquinas productoras-consumidoras, hasta de la salud y el trabajo asalariado que buscan una dependencia enfermiza física y mental. Cualquier lucha debe tener como bandera acabar con las cárceles. Es de sentido común luego de entender el origen y el funcionamiento en la sociedad. Añadiendo un poco mas, la lucha contra las prisiones llevaría automáticamente a una lucha contra la propiedad privada, el dinero , los bancos, contra la salud convencional, el intervencionismo y control de aparatos judiciales, entre otras banderas, ya que sin duda las cárceles son el instrumento que tienen para matar las ideas, para condicionar los sueños, y volvernos una masa inerte que aspira a pequeños placeres materiales. Esto no fue aleatorio, fue un crecimiento duro y con muchas muertes a lo largo de la historia. Las cárceles son intentos fallidos por matar y eliminar aquellas ideas y actitudes que desafían cualquier imposición, orden y sistema de injusto dominio