CICLO DE LECTURA Y REFLEXIÓN (argentina)

AFICHE-CICLO1

Ateneo Anarquista de Bs. As.

 

Recordamos que los días martes nos estamos reuniendo a las 19:30 hrs. para conversar y reflexionar utilizando como disparador el libro “siglo y medio de anarquismo” de Osvaldo Escribano.

Este martes 21 hablaremos puntualmente de los nuevos movimientos sociales.

Adjuntamos el capitulo del libro.

Salud y anarquía!

Nuevos movimientos sociales

La lucha contra la sociedad de consumo

Con la masificación de la sociedad de consumo, fundamentalmente después de la 2da. Guerra Mundial, Plan Marshall por un lado y gobiernos populistas por otro, que incrementaron el nivel de vida –o de consumo– de las poblaciones, sobre todo de las grandes urbes, surgió lo que podríamos denominar un rebrote de las ideas anarquistas. Este rebrote se asentó en una dura crítica a esa sociedad consumista, que termina consumiendo al individuo, y a ese estado de bienestar que ata definitivamente al trabajador al gran carro del capitalismo, privado o estatal, transformándolo en una pieza más del sistema al que le resulta difícil oponerse ya que, ahora, tiene mucho que perder .

En consecuencia, surgieron movimientos críticos como los provos, principalmente en países europeos, como los hippies, en EE.UU. y con gran proyección en distintos países occidentales o los movimientos pacifistas y antimilitaristas, ya sea contra el armamentismo nuclear (por ejemplo El comité de los 100 en Inglaterra) o contra la guerra de Vietnam, o, más cercano en el tiempo, contra las intervenciones de la OTAN en distintas partes del mundo.

A nivel de lucha política ha tenido las más variadas manifestaciones que van desde algunos movimientos específicos como los antirracistas, los pacifistas, los de liberación de las mujeres y de los homosexuales, hasta llegar a la explosión juvenil producida en mayo de 1968 en Francia y en varios países de Europa y América Latina.

Esta explosión, en distintos puntos del globo, tuvo como característica general la de la coordinación de esfuerzos de diversos grupos de la izquierda antiparlamentaria y grupos surgidos de las filas anarquistas, con claros postulados antiautoritarios y pautas organizativas vinculadas a la autogestión y horizontalidad, reemplazando a los Comités Centrales por coordinadoras de delegados renovables, resoluciones asamblearias y desjerarquización de todo cargo con mandato.

Podemos decir que así como la Revolución Francesa rompió con el mito del rey como enviado divino y la Rusa del ’17 con el de la propiedad privada como bien incuestionable, el movimiento del 68 rompió con el mito del partido centralizado como única herramienta revolucionaria. Es a partir de estos movimientos que los distintos grupos activistas comienzan a tomar nuevas pautas organizativas, basadas en las que, hasta ese momento, eran propias de los grupos anarquistas.

Es así que, en este momento, es común entre los grupos activistas más diversos, tomar resoluciones por acuerdo y en asambleas abiertas, tener delegados renovables y proponer la autogestión como método organizativo a todos los niveles; lo vemos en los asentamientos o barrios marginales que surgen por la ocupación directa de las tierras por parte de los vecinos necesitados, en los lugares de trabajo cuando se organizan las llamadas huelgas salvajes, que son las que no cumplen con las pautas fijadas por los reglamentos del Estado, sino que son decisiones directas de los afectados; en las fábricas recuperadas y autogestionadas, en los organismos sociales de educación popular, de comunicación alternativa y en esta forma podríamos seguir mencionando infinidad de casos. A nivel internacional no podemos dejar de mencionar las redes antiglobalización y anticapitalistas que se tienden, conectan y actúan en diversas partes del mundo, o las ya mencionadas asambleas populares o barriales, siempre con pautas horizontales, autónomas y participativas.

En el orden político-intelectual, la nueva izquierda, fenómeno que se presenta en algunos países desarrollados, –siendo el más característico Estados Unidos–, es una expresión que se encamina hacia un movimiento libertario que, a pesar de tener muchas de sus pautas organizativas y programáticas, no puede ser encasillado dentro de los moldes específicos del anarquismo histórico, ya que apunta a realizar una síntesis de todo lo elaborado intelectualmente y lo actuado en el último siglo, tanto por anarquistas como por marxistas, sobre todo los independientes de los partidos, que en algún momento para diferenciarse usaban el apelativo de marxianos.

Se trata en cierto modo de ir en pos de nuevas formas que impliquen, por sí mismas, un nuevo modo de vida y que son, de alguna manera, anticipadoras de la futura sociedad. En ellas debe estar ausente el elemento autoritario de los roles duraderos del liderazgo, a la vez que se debe acentuar la participación colectiva e igualitaria en la toma de decisiones. Este marco referencial de lo que debe ser la organización política, acerca a la nueva izquierda a las premisas anarquistas autogestionarias y de participación directa, al mismo tiempo que la aleja del sistema leninista que apela a la vanguardia esclarecida.

Si estamos mencionando las movilizaciones políticas de los ’60 y ’70, no podemos dejar pasar por alto los movimientos guerrilleros que abarcaron casi todos los países latinoamericanos y algunos europeos. Si bien la participación de anarquistas en estos movimientos no fue de gran peso, tampoco fueron ajenos a los mismos, muchos de ellos participaron en algunas de estas organizaciones, tanto en las de inspiración marxista-leninista como en otras específicas. Éstas se diferenciaban en algunos aspectos de las marxistas, o foquistas, pero sufriendo siempre la contradicción que significa, para un anarquista, pertenecer a una organización clandestina y compartimentada que limita, por este mismo motivo, la participación directa de los militantes, así como el tener que someterse a las consecuencias que trae aparejada toda acción militar. (4)

Movimientos sociales de la actualidad

El movimiento anarquista, al haber perdido la incidencia que tuvo a principio del siglo xx sobre el movimiento obrero (fundamentalmente debido a que éste fue captado por el capitalismo en forma total, transformándolo en una herramienta de diálogo y concertación dentro de un marco regulatorio perfectamente establecido por el Estado), pasa a vincularse en los diversos países del mundo a sectores contestatarios que, más que una ubicación socioeconómica particular –como sería la clase social de pertenencia– están relacionados con la toma de conciencia sobre la situación actual del planeta en su globalidad así como el común combate contra los elementos que utilizan los poderosos para ocultar y facilitar su dominación y provocar la complicidad con el sistema, –xenofobia, sexismo, militarismo, monetarismo, etc–.

Se plantea así la necesidad imprescindible de combatirlos mediante una coherencia tal en la vida cotidiana que logre evitar esa complicidad.

Así el anarquismo fue ocupando lugares relacionados con la ecología, el feminismo, los grupos musicales, los movimientos de desocupados, el antimilitarismo, los okupas, etc. También en los últimos años ocupó un lugar preponderante en los movimientos antiglobalización, destacándose, en América Latina, la lucha contra el saqueo extractivista y los monocultivos transgénicos, con un claro contenido anticapitalista. En todos estos movimientos las pautas organizativas que ya mencionamos anteriormente en estas notas, fueron el eje principal de su incidencia. Intentaremos aquí dar un pantallazo de las posiciones que sostienen en cada uno de estos lugares de militancia.

4 En uno de los capítulos siguientes tocamos específicamente el tema

Ecología social

«Cuando nos referimos a la Ecología Social, hacemos mención a un movimiento con el que se sienten identificados todos aquellos que ven la problemática ecológica, en la cual está sumido todo el planeta, como consecuencia directa de un modelo de desarrollo imperante y que da como resultado la opresión política, la explotación económica y el deterioro del medio ambiente.

La cultura del progreso indefinido, así como la vigencia de la ley del más fuerte, promovidas por una mentalidad mercantilista y que se fundamenta en la ley neodarwinista del mercado es la que nos lleva hacia el abismo ecológico y a la opresión social.

Mientras se mantenga vigente la irracionalidad productiva que tiende a maximizar las ganancias de los empresarios no se puede tomar en cuenta la calidad de vida de la gente, así como tampoco la preservación de este planeta que debemos custodiar entre todos.

La única forma de frenar estos abusos es mediante la organización directa de las personas. Por este motivo la Ecología Social lucha permanentemente por el fortalecimiento de la sociedad civil intentando transformar, en la práctica, los modos de gestión de las comunidades así como las formas en que se toman las decisiones que afectan a los seres humanos y que, en última instancia inciden en ese equilibrio que debemos mantener con los otras especies que habitan el planeta así como con el hábitat común.

La autogestión generalizada es la forma de organización propuesta a nivel local, regional o federal, que significa la acción directa de la ciudadanía en la resolución de los problemas que le competen así como en la búsqueda por satisfacer sus propias necesidades.

Además de este profundo interés por la forma y la estructura, la ecología social sostiene un principio muy importante: la totalidad ecológica no es una homogeneidad inmutable, sino más bien, todo lo contrario, o sea, una dinámica unidad en la diversidad.

En la naturaleza el equilibrio y la armonía se obtienen gracias a la diferenciación en constante transformación y la diversidad en constante expansión. La estabilidad ecológica, no es, en efecto, una función de simplicidad y homogeneidad, sino de complejidad y variedad.

Para esto se requiere la formación de espacios libres que permitan crear y recrear potencialidades a través de prácticas que se transformen en una verdadera alternativa social, tomando como base la absoluta coherencia entre los fines propuestos y los medios con los que intentará llevarlos a cabo»

Extrajimos este texto de un documento elaborado por un organismo anarco-ecologista el Inst. Ecología Social «Los Hermanos Reclus» que basa toda su fundamentación ecológica en los principios que históricamente fueron la base del anarquismo y que sostiene con abundante documentación el ecologista anarquista nacido en EE.UU., Murray Bookchin.(1921-2006)

Con estos postulados, o similares, los anarquistas, en distintas partes del mundo, participan en actividades de acción ecologista por lo general vinculadas a denunciar la problemática ambiental en barriadas o poblaciones que sufren estos problemas y sosteniendo que dentro del sistema capitalista no hay solución posible. El problema ecológico no es un defecto sino la consec1uencia directa de una organización social basada en la competencia y en la acumulación de riqueza agudizada en este momento por las características de un capitalismo que, por su ansia acumulativa, destruye el suelo absorbiendo su riqueza; ya sea con las minas a cielo abierto, las forestaciones forzadas que absorben el agua, secando napas o los plantíos transgénicos que con sus productos químicos envenenan ríos, arroyos o napas subterráneas de agua.

Hay que tener en cuenta que los aportes hechos hace más de un siglo, tanto por los hermanos Reclus como por Kropotkin tomaron una gran vigencia en esta etapa de desarrollo indefinido. Algunos de estos aportes se analizarán en particular en la última parte de este trabajo.

Anarco-feminismo

Los postulados históricos del feminismo, relacionados directamente en su lucha contra la sociedad patriarcal y capitalista, tuvieron mucho eco en las militantes anarquistas que desde los comienzos de este movimiento tomaron una activa participación, sumando sus posturas libertarias.

Desde mediados del siglo xix formaban parte del movimiento obrero y como mujeres planteaban sus propias reivindicaciones. No se sumaron a las sufragistas, pero sí compartían con el resto de las feministas el hecho de que la mujer, por su situación de género, era doblemente explotada, al mismo tiempo sostenían que la liberación no iba a darse ocupando los roles jerárquicos y dominantes del varón, sino eliminándolos y luchando para crear nuevas relaciones entre los seres humanos.

El papel adjudicado a las mujeres, tradicionalmente, ha propiciado que el ser protagonistas, tomar la palabra, decir lo que se piensa y tener seguridad en una misma sea difícil de conseguir en un sentido pleno. Romper con los paradigmas femenino y masculino, conseguir un marco de convivencia equivalente en que ser hombre o ser mujer no importe a efectos prácticos, pasa por conseguir la deconstrucción de la sociedad, sin géneros y sin clases, las dos construcciones sociales por antonomasia. La emancipación de las clases oprimidas, la destrucción de la sociedad de clases ha de venir de la mano de la emancipación del género oprimido y de la destrucción de los géneros en cuanto categorías sociales.

A partir de la década de los ’70 surge un nuevo tipo de feminismo más contestatario y cuestionador del poder patriarcal y de los roles sociales, que pone al descubierto las bases sobre las que se asienta la opresión de género.

Las anarcofeministas se identifican con la definición de que el patriarcado es un sistema de relaciones sociales entre varones, que tiene una base material, que si bien son jerárquicas, establece una interdependencia entre los mismos que les permite dominar a las mujeres y que está presente en todas las clases sociales.

Cuestionan la institución matrimonial, la obligatoriedad de la maternidad y el rol fijo de la mujer en la familia patriarcal como única responsable de la crianza de hijos e hijas y las tareas domésticas. Exigen la despenalización del aborto, la libre elección de la sexualidad y ponen al descubierto la violencia no sólo física sino social y sexual, como hechos que han existido siempre y que la doble moral y la hipocresía de esta sociedad pretendían y pretenden tapar. Indudablemente que, al ser el anarquismo un movimiento de claro enfrentamiento al poder está en sus raíces el planteo histórico del feminismo, que enfoca su lucha contra el patriarcado y que nace como movimiento subversivo que no pretende mejorar el sistema sino cambiarlo.

Como pioneras de este movimiento se destacan Flora Tristán, Louise Michel, Emma Goldman, en los finales del siglo xix y comienzos del xx a nivel internacional y, más cerca en el espacio, Virginia Bolten, María Collazo y Juana Rouco Buela, que participaron en publicaciones como el periódico anarcocomunista La Voz de la Mujer (1896-97) y Nuestra Tribuna (1922-25) así como en la formación del primer centro anarcofeminista de Buenos Aires en 1907. Fueron muchas más las que tuvieron activa participación con su ejemplo y su palabra tanto en conferencias, huelgas, mítines, etc. Y en la lucha y las movilizaciones por los militantes presos, ya sean Sacco y Vanzetti, los Presos de Bragado, como aquellos que eran detenidos por distintas movilizaciones sociales.

Las Mujeres Libres en la Revolución Española acuñaron una consigna:

Ni Dios, ni Amo, ni Partido, ni Marido, que hasta el día de hoy la siguen tomando como propia las anarcofeministas de distintas partes del mundo.

Anarko-Punk

Surge a mediados de la década del ‘70 en Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia, proyectándose en pocos años al resto de occidente, fundamentalmente como un movimiento musical que se rebela ante lo que considera el aburguesamiento del rock de las grandes bandas, organizadoras de grandes shows donde los jóvenes fans se estaquean a las butacas para admirar a sus ídolos.

Consideran a ese rock frío, con temas exageradamente místicos o surrealistas que escapan a lo que realmente se está viviendo, la desocupación, la represión, la discriminación, problemas sufridos fundamentalmente por los jóvenes, sobre todo si su figura no se corresponde con el modelo predeterminado.

Comenzaría así a dar a luz el Punk, como reacción a lo establecido.

Por el lado de la música, reacción al aburguesamiento de los ídolos del rock, a lo social, reacción a aceptar un rol meramente numérico y también la reacción que los separa del resto de los jóvenes de su misma edad, esos chicos formales que se dejan deformar por la cultura oficial difundida en los colegios y en los medios masivos de incomunicación y cuyos pilares fundamentales son el éxito, la competencia y el consumismo.

El término Punk se lo aplicaban en el siglo xvii a las prostitutas, en la década del 30 a los gansters norteamericanos y más adelante, en los ’60 a pequeños delincuentes juveniles.
Los Punks ahora serían los jóvenes que rechazan todo tipo de norma establecida.

Su sentimiento común es el odio a todo lo que tenga que ver con el sistema, con la sociedad; todo lo que ésta rechaza o margina será bienvenido por los punks, ropas rotas, alfileres de gancho, prendedores con nombres de bandas, inscripciones chocantes, símbolos anarquistas. Se romperá con el bien vestir, con la imagen del chico bueno. Todo esto daría paso a otra forma de vivir, a otra expresión musical y gráfica, surgen los fanzines (fan: seguidor de algo, grupo, banda; zine revista, pasquín, etc.) Estos se transforman en el medio de difusión por excelencia. Revolucionan el lenguaje, el arte, escritos a mano, fotocopiados, collages, etc. Informan sobre las bandas musicales pero también sobre ecología, acciones que se desarrollaron o se promueven y se vinculan estrechamente con todo lo marginado del sistema, gays, desocupados, indígenas o extranjeros. Participan activamente de los movimientos antimilitaristas, contra el racismo (muy especialmente contra los skinheads) y son o actúan junto a los ocupantes de casas (okupas o skuaters) las que utilizan ya sea para vivienda y/o para actividades culturales.

En Brasil algunos participan del Movimiento de los sin Tierra, grupos de campesinos que ocupan latifundios exigiendo su propiedad colectiva y organizando en los mismos cooperativas de trabajo que, en algunos casos, llegan a comunidades de vida. En México algunos apoyan al Movimiento Zapatista que tiene planteos de gran contenido libertario.

Su postulado fundamental es el hazlo tu mismo no te comercialices. Su método, la acción directa y la desobediencia civil. Las letras de muchas de sus bandas hablan del odio hacia esta sociedad y plantean un cambio social basado en la autogestión y en una coherencia de vida que algunos denominan Aktitud punk y que en un término más histórico podríamos decir coherencia entre medios y fines. Para cerrar esta referencia mencionaremos un párrafo textual de un grupo punk, con sus expresiones de lenguaje y gráficas: «El NI DIOS NI AMO NI PATRIA es muy real en nuestra aktitud de vida. No kiero hacer kreer komo ke esto es la perfekción humana, pero al menos intentamos algo mejor ke ser un RESPONSABLE Y TIPIKO CIUDADANO EJEMPLAR o UN POLICIA, MILITAR O GOBERNANTE, ¡SUS LEYES, SU MORAL, APESTAN! gays , lesbianas, mujeres, hombres, TODOS ESTAMOS POR LA ANARKÍA nosotros ANARKOPUNKS peleamos por la libertad, intentamos trabajar por ella, sin diskriminación alguna, antiautoritarios, por la libre expresión, KREO KE KEDA KLARO ¿NO?» (Dekadencia G)

Anarko-veganismo

Es histórico en el movimiento anarquista la existencia de grupos naturistas, vegetarianos, nudistas y amantes de la vida natural en general, pero, en los últimos años surgió el movimiento anarco-vegano, que hace de su postulado la lucha por la liberación animal y social, una forma de ver la vida en general.

Para definir esta posición me pareció interesante una nota aparecida en internet sobre el tema y que reproducimos respetando su sintaxis y vocabulario:

Sobre clasismo y especismo…

Por: Robertoxsamsax Nov. 25, 2002

Por una cultura de la empatía, contra la cultura carnícola!!
El concepto de libertad sólo parece aplicarse a lxs humanxs, desde tiempos remotos hasta la actualidad; aunke algunas personas también lo aplican para las demás especies animales, a nivel masivo poco se conoce del por ké hay gente ke opina ke tenemos el mismo derecho a vivir, tanto animales no humanxs como humanxs, y ke no nos resulta ético el torturar, asesinar, maltratar a otrxs seres para el consumo por parte de lxs animales humanxs.

Esto se puede decir en un plano ético, pero también hay otros planos, de empatía hacia animales humanxs, porke el consumo de animales no humanxs también degrada al planeta y no permite una justa distribución del alimento existente en el planeta (aunke la cosa no es con respecto a la distribución sino al axeso, y en este sistema capitalista el axeso se logra con dinero, eso está claro).

La empatía no sólo funciona para nuestrxs hermanxs no humanxs, sino hacia nuestrxs hermanxs humanxs y hermanxs de clase, o incluso me atrevo a ke hay una empatía ke no tiene ke ver con esas categorías, puesto ke con esto de la globalización las clases se ven desdibujadas, y aparece un «fenómeno» ke muchxs no lo tenían en cuenta: la exclusión social, la exclusión, la no existencia en este sistema de «mercado libre» (ké bien suenan las palabras…) ………

…… ¿Podríamos hablar de otra clase en cuestión? —Yo pienso ke sí, si hacemos una abstraxión y nos desprendemos de nuestro especismo donde en esa concepción están sólo relacionadxs lxs humanxs.

En «términos «clasistas» podemos hablar de ke en muchos casos se dan las interaxiones entre tres «clases» (más allá de ke no exista en lxs animales no humanxs el uso de razón, lo cual no podría darse una conciencia de clase), donde la especie humana ke posee, explota a la ke no posee, y esa clase ke no posee, explota indirectamente a la tercer «clase», lo ke englobando podemos decir ke la más «explotada» es a la ke pertenecen lxs animales no humanxs, y la más «explotadora» es la clase poseedora, la burguesía.

Tenemos otro plano, el político, donde no se reconocen los derechos de lxs animales no humanxs, y ellxs son lxs dominadxs por las otras clases existentes, y en las relaciones ke se mantienen con lxs animales humanxs no se les considera en inguna forma; siempre el tema derechos y libertades está dirigidos a lxs individuxs humanxs, ciudadanxs, humanxs en general, nunca se dirigen esas ideas hacia las demás especies (ke aunke existan los derechos humanos tampoco se cumplen, eso lo tengo más ke tragado).

Podemos nombrar otro plano, el cultural, akí entra el tema de la «alimentación, juegos, diversión,tiempo libre, ocio», etc.

Debido a ke todos esos planos nombrados anteriormente actúan muy aceitadamente como una perfecta mákina, es muy difícil lograr ke los cambios, en cuanto al tratamiento hacia nuestrxs hermanxs animales no humanxs, se consoliden con la solo aplicación de uno de los planos, pero es en nuestros «alimentos» donde generalmente tenemos lo máximo del especismo (comiendo despojos de otrxs seres), y en ese momento es donde casi nadie está interesadx en analizar tal cuestión, ya ke eso les impediría tragar y masticar la pierna o ala o estómago de animales ke forman parte de su «nutrición» explotadora (muchas veces fruto de la ignorancia, pero otras más ke conciente, igual es explotación, porke si yo aplico la frase de Singer en Liberación Animal, la esclavitud era explotación, más allá de lo ke pensaran lxs amxs blancxs y para ellxs no era nada malo, lo objetivo es ke sucedía y de ello se kerían liberar kienes eran traídxs del continente africano junto a la empatía de muchxs blancxs. Kiero decir ke esa relación se mantiene a diario, en nuestra cotidianeidad.

En relación a lo recreativo, es deplorable ver el cómo se inculca a lxs niñxs el ver animales fuera de su contexto, enjauladxs, es comparable con el hecho de kerer ver divertido el hecho de visitar una prisión humana y reírnos de kienes están padeciendo la humillación opresora estatal.

Considero al animalismo radical, en una posición clasista, de lucha contra el capitalismo, el cual a través de su imposición es kien ha generado esa posición de opresión de unas clases sobre otras, sean de la especie ke sea, donde siempre proletarixs y animales somos no sólo el fruto de su plusvalor, sino un objeto dentro de su makinaria…

Obrerxs, estudiantes y animales, unidxs y adelante!!!!
XRobertoX – Levantate Herman@

Este movimiento en los últimos años a tenido mucha incidencia en distintos países, sobre todo de América Latina y se realizan anualmente encuentros internacionales en los que se puede constatar la relación afectiva entre sus integrantes y el cuidado en su alimentación, ya que no consumen ningún producto de origen animal. En muchos casos también se oponen al consumo de todo tipo de drogas. Por otra parte, muchos de ellos participan en la recuperación de espacios urbanos, tanto para realizar actividades culturales o de difusión ideológica o, simplemente, utilizarlos para vivienda integrando grupos de convivencia.

La enumeración de todas estas corrientes nos hace ver la amplitud y diversidad de concepciones y actitudes presentes en el anarquismo de distintas regiones y épocas, que en muchos casos convivieron, en otros se enfrentaron.

Lo que demuestra, desde nuestro modesto punto de vista, que es muy difícil sostener como única y verdadera cualquiera de las posiciones que se sostengan y que, dentro de la metodología y principios anarquistas, como pueden ser, horizontalidad organizativa, antiautoritarismo, desjerarquización, autogestión generalizada, anticapitalismo, debemos respetar esta diversidad que, por otra parte, es una de nuestras mayores riquezas.