29 de diciembre 2012
A mi hermano Mario,
Seis meses han pasado desde que te secuestraron esa noche de mala suerte, desde que te torturaron y te amenazaron, desde que hostigaron a tu familia y a tus amigxs. Durante seis meses lo intentaron todo para poder romper con tu espíritu ácrata – encerraron tu cuerpo dentro de cuatro paredes y un sinnúmero de rejas, lejos de los bosques salvajes donde perteneces, pero no les pasaba por la mente que en cada momento ibas a estar con tus compañerxs afines alrededor del mundo. Te dejaron aguantando el dolor pero tus ganas de luchar siempre ganaron.
Intentaron parar a tus abogadas afines para que dejaran de expresar su solidaridad hacia ti, sin darse cuenta que un par de hombres extraños acechando en las sombras por la madrugada y algunas amenazas de muerte vacías no iban a poder parar a aquellxs dispuestxs a luchar junto a ti. Mandaron sus presos-traidores para hacerte daño pero la solidaridad que sembrabas siempre fue más fuerte. Durante estos meses te burlaste del enemigo, aguantando el dolor, la incertidumbre y la tortura del encierro de un ser salvaje, te aferraste con fuerza a tus convicciones cada largo segundo. Usaste toda tu rebosante energía para propagar libertad en cada paso, teniendo éxito aun en ese lugar tan infecundo, para continuar el análisis de nuestra lucha insurreccional y nunca has parado de luchar, ni por un segundo, por la libertad y la Anarquía.
Hoy, cuando pisas la calle de nuevo, debes de saber que realmente nunca te quitaron tu libertad – todo el tiempo fuiste libre, porque a pesar de todo lo que intentaron, nunca pudieron y nunca van a poder quitarte la libertad que corre por tus venas, por nuestras venas. Se muy bien que esto no ha acabado -todxs conocemos los engaños y la venganza que forma la esencia del Estado- pero sabe que tus compañerxs se paran junto a ti y que tu espíritu indómito por la Anarquía solo puede crecer más fuerte aún.
Como tú, deseo que todxs nuestrxs compañerxs presxs y profugxs en México, Italia, Chile, Grecesta en la calle pero eia, Bolivia, Alemania, España, Suiza y en todo el mundo también puedan pisar la calle hoy, entrar en sus hogares y abrazar a sus queridxs. Y aunque por el momento ellxs aguantan con orgullo el encierro y la incertidumbre, también están con nosotrxs en cada momento.
Adelante compañero, aun hay mucho por hacer…
Tu hermana en afinidad,
Felicity