Contra La Mercantilización De Las Personas Presas. El 27 De Diciembre Concentración Ante LaCárcel De Villanubla (Valldolid)

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Animamos a participar en la Concentración en La Prisión de Villanubla que tendrá lugar el próximo 27 de Diciembre, a las 17.00, bajo el lema: “Contra la mercantilización de las personas presas”

Para mayor comodidad de los participantes habrá comida calentita a las 14.00 en el local de Pajarillos y dispondremos de un autocar que saldrá de Pajarillos a las 16.30 y que nos traerá de vuelta a Valladolid al fin de la concentración.

El bono ayuda con el que reservas la comida y la plaza en el bus cuesta 4€ y por motivos de organización estarán disponibles hasta el dia 20 (Sábado).

¡Abajo los muros, abajo el capital!

Tres patas tiene el sistema penitenciario: el sistema-estado que lo legitima y sustenta, las empresas que se alimentan de él y la tercera son esa legión de entramados sociales, ongs y congregaciones religiosas que aprovechan la situación de las personas presas para obtener su trozo del pastel.

Esta tercera pata hace el caldo gordo al ministerio del interior; encargada de limpiar las vergüenzas de las cárceles, denuncian sus deficiencias (las más leves claro), para a continuación ofrecerse, previo paso por caja (subvención), a subsanar dichas deficiencias, creando una red clientelar entre ellas (asociaciones) y las personas presas y más en concreto con las personas presas más desarraigadas (drogodependientes, minorías, iletrados, extranjeros…).

Cursos de alfabetización, clases de castellano, habilidades sociales, marcos para cuadros, desintoxicación, y un largo etcétera son los “servicios” que ofrecen todo este ejercito social. Caritas, aclaad, proyecto hombre o cruz roja, son las más conocidas, pero autorizadas por instituciones penitenciarias para trabajar dentro de las cárceles hay un número ingente de parroquias, asociaciones y fundaciones.

Ponen buena voluntad y compromiso personal pero con su trabajo contribuyen aún más a la mercantilización de la vida de las personas presas, no se plantean el por qué existen las cárceles y para qué, lxs drogodependientes, por ejemplo, sólo requieren ayuda cuando están presxs? O las personas que no poseen una educación mínima deben esperar a que las encarcelen para recibirla?, con estas preguntas surge la cuestión de que, si para el sistema eres una lacra y te encarcela, por qué luego se desentiende de tú vida y coloca a estos agentes sociales para hacer lo que él debería y de paso demostrar una vez más que sistema funciona.

Las asociaciones primando su propia supervivencia mendigan ayudas y subvenciones a cambio de llevar por ejemplo el control de las deshabituaciones a las drogas, estos programas consisten en corroborar que una persona presa y toxicómana deja de ser toxicómana y no se preocupan de que deje de estar presa, aunque de ellos dependa que sus condiciones dentro varíen (cambios de grado, permisos…), incluso en algunas, nos comentan personas presas, que hay veces en los que los propios monitores les instan a pagar una cantidad “simbólica” so pena de recibir un mal informe o no haber superado las terapias, con las consecuencias que conlleva “suspender el curso”, otro ejemplo ocurre en los talleres ocupacionales, en los que la productividad prima sobre la reinserción, puesto que bajo el reclamo de “hecho a mano por presos” venden para sus propio interés los frutos de dichos talleres (cerámicas, abalorios, marcos, lienzos…)De las tres patas, esta es la que podría tener una más fácil justificación: la sociedad cuida de sus presos con más o menos acierto o con más o menos conciencia. Pero la realidad es que la sociedad se convierte en cómplice necesario de un sistema enfermo y podrido, asumiendo la cárcel como algo malo, pero no haciendo nada por evitarlas. No sería más honrado trabajar allí, donde la población de los barrios esta mermada por las encarcelaciones y reducir las necesidades por las cuales cayeron presos y presas tantas personas.

Madres, hijos, trabajadoras, amos de casa, etc… todos ellos se merecen la oportunidad de ganarse la vida, como el resto, fuera y que la sociedad cuide ellos fuera, y no que les pongan parches a una realidad que en nuestros días suponen cerca de 80.000 vidas arrancadas.

El reproche frente a conductas lesivas para la comunidad, no puede basarse en destruir una vida, en encerrarla por más o menos tiempo. Debemos madurar o por lo menos reflexionar en el o. Si todos los casos de corrupción actuales y pasados, grandes narcos, violadores, pederastas o lo más nauseabundo de la especie humana se encontraran entre rejas, nuestra sociedad no sería mejor, tendríamos un regustillo de vendetta, pero no cambiaría nada, no devolverían el dinero, ni las vidas y las inocencias perturbadas, pero con ello estamos justificando que miles de familias estén rotas por la permanencia de alguno de sus miembros en prisión por delitos que se pueden considerar delitos de supervivencia (contra la propiedad privada, delitos de conciencia , menudeos varios, políticos,…). No puede ser que nos sobren tantos miles de personas para vivir en sociedad y si es así se está legitimando a los demás para hacer sus descartes…