Desde Granada.
Un mes sin nuestras compañeras.
“Recuerdo todas las veces que leí o escuché que la solidaridad es una arma necesaria para las anarquistas. Hoy espero que esos recuerdos se hagan realidad… hacer de nuestras ideas, acción.”
– Mónica Caballero, desde Brieva.
La madrugada del 16 de diciembre las fuerzas represoras del estado actuaron. Un complot entre los estados chileno y español desenmarañó un nuevo gran montaje: la Operación Pandora. Los hogares de nuestras compañeras y algunos espacios liberados fueron asaltados, invadidos y registrados en diferentes puntos de la geografía catalana y en Madrid al mismo tiempo. Once de nuestras compañeras fueron detenidas. La Audiencia Nacional decretó dos días después su sentencia provisional: cuatro de ellas han sido puestas en “libertad” con cargos de pertenencia a “organización criminal con finalidad terrorista de carácter anarquista violento” y siete permanecen en prisión desde entonces, bajo el régimen FIES 3, reservado a los delitos de banda armada. Lo único cierto es que no existe ninguna prueba que las incrimine.
No queremos hablar el lenguaje del Poder. Sabemos que los montajes son un arma más a disposición del Estado y el Capital para perpetuar su existencia y reprender a la disidencia. No hablaremos tampoco de la culpabilidad o inocencia de nuestras hermanas presas. Las anarquistas despreciamos sus leyes y su justicia. Somos enemigas del Estado y el Capital. Luchamos contra toda forma de Dominación, por la recuperación de nuestras vidas. Por lo tanto, nuestra lucha es también Contra la Democracia y sus mecanismos de alienación y represión. Contra la policía, contra el trabajo asalariado, la banca y el dinero, contra la cultura y el ocio impuestos, contra las cárceles y los psiquiátricos, contra las ciudades y su tecnocracia, contra el vacío que supone esta forma de vida.
Por ello, nos solidarizamos como creemos que a nuestras afines les gustaría: atacando lo que odiamos y avivando la llama. La noche del 16 de Enero nuestras compañeras cumplían ya un mes de secuestro y las recordamos destruyendo varios cajeros de diferentes entidades bancarias (BBVA, Banco Popular, La Caixa y BMN). También se realizaron varias pintadas en apoyo a las anarquistas presas y a todas las personas privadas de libertad.
No conocemos a nuestras compañeras. Posiblemente nunca nos hemos visto. Pero el mismo fuego corre por nuestras venas. Las mismas ganas de destruir la sociedad existente, sus valores, relaciones y acuerdos mercantiles. La misma pasión por construir espacios libres de opresión, así como relaciones horizontales y sanas. Ya hemos empezado. No podrán pararnos.
Desde nuestra modesta posición hacemos un llamado a la extensión del conflicto, a la recuperación de la pasión Anarquista y a la multiplicación de los grupos y proyectos autónomos antiautoritarios. Los estados confabulan contra nosotras, se alían, están jugando sus cartas. Nuestra respuesta debe ser mayor. Son siete compañeras presas más. Siete anarquistas que se suman a una lista cada vez más grande y que, sin duda, aumentará.
“Desde una perspectiva desmedida de liberación, no hay formas de luchas superiores. La revuelta necesita de todo, diarios y libros, armas y explosivos, reflexiones y blasfemias, venenos, puñales e incendios. El único problema interesante es cómo mezclarlos.”
– Ai Ferri Corti
Enviamos saludos fraternos a Mónica Caballero (nosotras, como tú, de poder elegir una vida distinta, no cambiaríamos la nuestra por nada), Francisco Solar, Gabriel Pombo da Silva y a todas nuestras afines alrededor del globo. En cada acción, a cada paso, nuestras compañeras muertas, presas y en clandestinidad están en la memoria.
Que la solidaridad entre ácratas no sea solo palabra escrita.
Porque el sabotaje es fácil y divertido.
Ahora y siempre
MUERTE AL ESTADO Y VIVA LA ANARQUÍA