Carta a los/as anarquistas salvadoreños/as

ElSalvador

J.C. Cartagena

Queridxs hermanxs:

Donde estén les escribo con preocupación de cómo se está desarrollando la idea de ser anarquista, tal parece que se han confundido algunos aspectos de tan maravillosa filosofía de vida; en cosas tan cotidianas se debilita la idea, en praxis que deja mucho que desear y lejanas del verdadero significado y de la praxis anarquista.

Anarquía y ser anarquista

Anarquía es la ausencia de toda figura que representa autoridad y que ejerza control sobre si y las demás personas o seres, por lo que además se entiende que es un estadio de pleno espacio para desarrollarse sin límites ni ataduras de ningún tipo moral o ético desde la visión dominante. Por lo tanto la anarquía es capaz de construir su propia escala de valores morales y éticos con el fin de construir nuevas formas de relaciones humanas de poder. En El Salvador lo anarquistas son aquellos que se consideran anticapitalistas y antiestado capitalista.

Sin embargo han sido domesticados por el mismo sistema al grado de venderles uniformes en las plazas comerciales, es decir, la vestimenta y el calzado es proporcionado por el capital, ya que para los pseudoanarquistas, como es general en la cultura salvadoreña, la apariencia es la que define el ser. La apariencia o el cascaron, aunque este esté falto de relleno o contenido. El anarquista está muy ligado a la escena musical punk, ska, rap o reggae y ahora con la influencia de Calle Trece en lo urbano. Por lo tanto la mayoría de jóvenes que se definen anarquistas los encontrarás en los toques de cualquier banda de estos géneros; pero cuando nos juntamos para compartir ideas te das cuenta de la falta que hace la formación en materia de teorizar o aprender a conceptualizar y traer al plano de la realidad las ideas ácratas. No es fácil conciliar las ideas con la práctica por lo tanto es necesario buscar la coherencia, la anarquía no es moda, pero si un modo, una filosofía de vida.

Existen en la actualidad salvadoreña colectivos ácratas, unos con mayor experiencia que otros, y con prácticas diversas. Sin embargo la anarquía está aflorando en El Salvador, es pues un honor para mí ser miembro de La Fraternidad de Estudiantes Libertarios que se ha venido definiendo como anarquista cuando la mayoría de sus miembros se identificaron con esta grandiosa forma de vivir. Sin embargo el proceso de esta organización va lento pero se ha constituido en un esfuerzo de constituirse como un colectivo anarquista al interior de la Universidad De El Salvador. La Fraternidad es un referente; una bandera negra libertaria en un mar lleno de autoritarismo; es un respiro, un alivio para el espíritu oprimido.

Ser anarquista no es ser víctima de las drogas que nos vende el sistema, ser anarquista no es consumir todo el alcohol que podamos, ni tener sexo con la mayor cantidad de hombres y mujeres que podamos. Ser anarquista es ser una persona sin ataduras de toda índole y principalmente las que nos ha construido el sistema capitalista a través de las drogas. Hermanos/as no pretendo con estas líneas caer en un moralismo hipócrita digno de una sociedad hipócrita sino hacer referencia de que los equilibrios en la vida de los anarquistas deben existir.

El anarquismo salvadoreño atraviesa una etapa de auto descubrimiento y de construcción que va lento, pero al menos hay personas que quieren ser anarquistas y eso es importante, la anarquía trae consigo la responsabilidad de vivir para sí conscientemente y de vivir en colectividad construyendo una sociedad si cadenas, sin opresión de ningún tipo, con relaciones de poder horizontales donde todas y todos podamos cada vez más ser iguales en materia de condiciones y oportunidades para desarrollarnos libremente. Entonces dime ¿Qué significa para ti ser ácrata? ¿Tiene algún significado para ti?

El amor libre

Hay que tener mucho cuidado cuando hablamos de amor libre en una sociedad con las características como la salvadoreña ya que es un pueblo carente de afecto por lo que se dice fácil pero se vive de una manera muy dolorosa. El amor libre no es ocasión para el libertinaje no es la seducción desenfrenada e irresponsable convirtiendo a los demás seres humanos en pedazos de carne para mi satisfacción personal, el amor libre hace referencia a un estado de la mente y del cuerpo, es como nos sentimos en relación de sí mismos y de nuestra pareja o parejas en el caso que sea así. Ya los anarquistas no necesitamos la aprobación de un tercero para amar, ni la aprobación de un tercero para terminar una relación que ya no se base en el afecto solido del amor. El amor nos libera, porque para amar a otra persona primero pasamos por el amor propio y este pasa por el autoconocimiento y la autoaceptación de cómo somos, y así, y solo así, podremos aceptar a las demás personas con las que podremos entablar una relación amorosa. El amor libre es entonces la ocasión para amar en libertad sin ataduras ni atavíos, para expresar y demostrar todo lo maravilloso que es el amor en el ejercicio pleno de ser libres.

El amor libre busca que cada una de las partes involucradas pueda continuar desarrollándose individualmente y que este beneficie a la pareja o la relación que se tiene. Pasa por pequeños entendimientos y acuerdos de pareja en los que se busca que cada uno pueda continuar con la vida como antes que se estableciera la relación, es decir, ella y él antes de ser pareja han tenido amistades de ambos sexos, familia, etc., por lo que no se espera que por una relación de pareja esto deba cambiar o abandonar nuestras amistades y la convivencia con la familia. La vida en pareja es una oportunidad para desarrollar otras áreas socio-afectivas y no para debilitar las que ya se tienen. Tampoco se pretende con la idea de amor libre que cada quien por su lado y que no exista ninguna responsabilidad de ambos para con la otra persona.

El amor libre no es mentiras ni engaños en la pareja, por eso mencionaba el aspecto cultural anteriormente ya que en nuestras sociedades occidentalizadas la mentira es una práctica muy común y el engaño lo es más y se trata de vivir la libertad a espaldas de la pareja y se encubre las relaciones extras que se tienen, pero esto no es libertad ni amor libre mucho menos, solo es infidelidad para consigo mismo y con la pareja, en el amor libre la sinceridad juega un papel importante por eso los acuerdos previos deben ser tomados muy enserio. Si quieres una relación exclusiva busca una pareja que también quiera una relación exclusiva, si tú eres de esas personas que les gustan las relaciones abiertas pues lo hablas previamente para que la otra persona esté enterada. Pero amiga y amigo anarquista no puede haber libertad sin sinceridad. No puede ser amor libre escondiéndose de ser como somos y lo que queremos ser, recuerda que la anarquía busca que cada uno de nosotros desarrollemos nuestro ser plenamente. En anarquía no hay necesidad de mentir, ni engañar por que no nos debemos a nadie más que a nosotrxs mismxs.

Conciliación del ideal ácrata con la realidad del Estado

Hermanos/as, sé que una de las mayores dificultades que enfrentamos es la de ser anarquistas al interior de un Estado. Por ejemplo: un ácrata registrado en un sistema de identificación personal. Todos andamos DUI, al menos los mayores de 18 años. Si queremos salir del país tenemos que gestionar pasaporte y visa del país al que queramos ir. No es fácil soportar con amargura esta opresión, este control que ejerce el Estado.

¿Cómo es posible que esta contradicción se dé? Nosotros en nuestro ideal deseamos destruir toda forma de dominación y principalmente este tipo de organización que se llama Estado, y es aquí donde muchos de nosotros entramos en contradicciones internas en nuestra mente. Debemos compañeros/as aprender a sobre llevar la vida dentro del sistema, si nosotros aún no hemos alcanzado el nivel de organización que nos permita la lucha frontal, que viabilice la acción directa contra el sistema para destruirlo e instaurar una nueva sociedad, debemos pues tener paciencia y conservar nuestros principios e ideales intactos y vivir consecuentemente lo más que podamos.

No será fácil en un mundo contaminado como este conservar nuestros principios libertarios, en un mundo autoritario y verticalista donde la población en su conjunto está acostumbrada a que la direccionen y le digan que hacer. Imagínate un anarquista trabajando para el Estado o en alguna institución de este, no podría haber mayor contradicción que esta seguramente, pero si es necesario debemos hacerlo para subsistir, mientras no seamos autogestores ni existan cooperativas ácratas que permitan a nuestros hermanos y hermanas obtener lo suficiente para dignificar su vida y la de su familia. Si debemos emplearnos ya sea en fábricas privadas, empresas públicas o algunas ONG, promovamos la organización y la lucha obrera, organicemos a las y los trabajadoras/es.

Imagínate una sociedad en decadencia como esta donde la policía se pasea por nuestros barrios y colonias y que eso hace sentir seguros a los pobladores, por los niveles de criminalidad que se han desarrollado en El Salvador por la exclusión y la pobreza, justifican la existencia de policías por la alta criminalidad cuando han sido ellos mismo quienes nos han llevado por la opresión económica, social y política a desencadenar conductas violentas. Criminalizan a los jóvenes por serlo, por ser pobres, por vivir en barrios populares ahí donde se sufre hambre y desintegración familiar solo el garrote del estado llega a los cuerpos de nuestros jóvenes.

¿Es posible imaginarnos ahorita una sociedad sin policía? Obviamente debemos trabajar por alcanzar una sociedad donde no exista este tipo de flagelo. Nos han hecho creer que necesitamos de figuras de autoridad para vivir en armonía pero esto solo demuestra la incapacidad de armonizar, si hay policías o militares en las calles no hay seguridad, no hay libertad no podemos conciliar con el Estado. Una verdadera sociedad en armonía es aquella donde no existen estos cuerpos represores. Solo mira lo que ha pasado en México con los 43 normalistas desaparecidos han sido policías quienes participaron de este crimen y en El Salvador históricamente ha sido el Estado quien ha asesinado a nuestro pueblo y lo sigue haciendo. Debemos organizarnos, debemos luchar por destruir al Leviatán. Debemos solidarizarnos con aquellos que sufren por la opresión y represión de parte del Estado.

A todas las personas oprimidas del mundo les invito a despertar y a todas aquellas que odian la autoridad y la combaten, unámonos ácratas latinoamericanos y del mundo, es tiempo de amanecer con un nuevo sol de libertad.

Anarquía y violencia

La sociedad capitalista y occidentalizada salvadoreña está agotada, está moribunda como decía Grave, y cuando una sociedad está al borde del colapso solo queda un recurso: la violencia. Para mantener el orden establecido o lo que queda de él, hacen uso de los aparatos represores del Estado, nosotros los anarquistas no debemos temer a usar la violencia contra quienes nos oprimen, contra quienes nos encadenan y nos reprimen, la violencia bien direccionada y organizada es una buena herramienta para lograr nuestros objetivos.

Hace dos años en un vecindario de Ilopango militares dispararon contra un joven y lo asesinaron. El argumento fue que era pandillero y la muerte de este chico quedo impune. La Pacific Rim tuvo que ver con la muerte de un luchador social, un ambientalista, Marcelo Rivera, y solo capturaron a unos pandilleros que se supone fueron los hechores materiales pero el autor intelectual está oculto y así quedó en impunidad nuevamente. Solo observa: en un caso fue el Estado a través de su brazo represor, en el segundo caso la burguesía transnacional. Y así cientos de casos que se podrían mencionar y servirnos de espejo para analizar la realidad que vivimos. Saber que estos nos siguen matando, estos siguen usando la violencia, ¿Por qué nosotros no podemos entonces defendernos?

La violencia es parte de nuestra vida y no podemos pensar que en una sociedad violenta como esta, no necesitemos usar la violencia como herramienta para alcanzar los objetivos políticos que nos tracemos. Nuevamente es necesaria la organización ácrata para desarrollar toda una estrategia de transformación social que nos permita la destrucción del Estado y lograr la revolución social ácrata, pero sin organización no se logrará.

Es pues la violencia un buen instrumento para la destrucción del Estado y de la burguesía. Además nos permitirá alcanzar los objetivos ácratas de construir una sociedad sin autoridades más que la moral pero recalco que esta debe ser utilizada correctamente en el momento en que se necesite verdaderamente, es decir dar una respuesta adecuada a las circunstancias, no debemos caer en la inmediatez ni en provocaciones cuando aún no tenemos fuerza, por lo que será esto entregarnos fácilmente, la lucha debe hacerse con táctica y estrategia.

Hermanos y hermanas les escribo estas líneas con afán de generar la discusión y la reflexión, que repensemos nuestro actuar y nos planteemos la lucha encarecida contra toda forma de control.

¡SALUD Y ANARQUÍA!

[Tomado del boletín Un Disparo Colectivo # 4, enero 2015, El Salvador. La publicación está disponible en http://inquietudeslibertariaselsalvador.blogspot.com.]